Capítulo 4

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NUEVA YORK

DYLAN

Sali de la habitación donde habia tenido sexo con Khrista, la gente estaba mirando una de las paredes, me asome y estaban dos chicas sobre una cama teniendo sexo, llegue hasta la barra y tome una botella, la destape y le di un enorme trago.

- Dylan – escuche la voz de mi amigo Stephan

- Steph – conteste

- No sabía que serias parte del show – dijo

- Ni yo, solo entre a coger y termine siendo el espectáculo de un show de sexo en vivo – respondi

- Asi que prácticamente te obligaron – dijo

- No, no me obligaron, yo entre por gusto, solo no me dijeron que tendría sexo frente a decenas de personas – conteste

- Eso debió haber sido un shock – respondio

- Bueno, fue divertido pero me hubiera gustado que me avisaran – dije

- Si, supongo que no fue tan divertido hacerlo de esa manera, aunque no sabía que te acostabas con Khrista – dijo

- Bueno, eso solo paso – respondi

- Si, las cosas suelen pasar con Khrista – contesto

- Supongo que no confías en ella – dije

- No, estaría loco si confiara en ella, Khrista es de las chicas malas, que son divertidas y excelentes en la cama, pero que no llevaría a casa – contesto

- No es tan mala, solo es demasiado rebelde, independiente y escalofriante – respondi

- Salud por eso – dije y brindamos con un par de botellas

Me desperté sobre mi cama aun ebrio y solo con pantalón, lo único bueno es que estaba solo, no podría explicar mi borrachera y además algún amante en mi cuarto

Me levante y me daba vueltas la cabeza, camine hasta el baño y me metí a la bañera, puse mi ropa apestando a alcohol en lo más profundo del cesto en un rato la pondría en la lavadora y nadie se daría cuenta.

- ¿A qué hora regresaste? – pregunto Connor mientras yo estaba en la bañera

- ¿Qué? – pregunte

- Dyl, yo también tuve veinte, aunque en ese entonces era adicto a las anfetaminas, pero no creíste que no me di cuenta que después de nos fuimos tú te quedaste a dormir cómodamente en tu cama, ¿O sí? – pregunto

- No – respondi

- ¿A qué hora volviste? – pregunto de nuevo

- A las cuatro – dije

- Supongo que la chica con la que estabas es salvaje y muy excitante – respondio

- Si y está loca – conteste

- Me he dado cuenta que asi las prefieres, con algo de drama y locura – dijo

- Tan predecible soy – dije

- Si y que tienes cierta fascinación por las rubias – contesto

- Bueno, eso ya lo sabía, soy presa fácil de las rubias – conteste

- Apúrate, vamos a almorzar – contesto y se fue de mi habitación

Después de que cerró la puerta me hundí en la bañera, todo me daba vueltas aun, y la luz lastimaba bastante

Mortal ObsesionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora