CAPÍTULO 2.

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Bostezo por tercera vez, mis ojos se cierran, causando que mi loba traiga a mi mente a Axel, gruño clavando mis garras en las palmas de mis manos.

«Deja de pensar en él.—Gruño.

«No puedo, no desde que lo vi en tus recuerdos y en esa foto, no me culpes ese Alfa está, como desearía que en esos tiempos yo hubiera estado mas presente, con más fuerza—

Cierro mis ojos, Emil, es muy hormonal y desde que Axel apareció en la ecuación, no desde que ella lo vio en mis recuerdos no lo deja.

No entiendo, no es nuestro mate para que piense de esa forma.

«Quiero su nudo, quiero el nudo de nuestro Alfa.—Gimotea en mi interior haciendo que trague con fuerza.

«No es nuestro Alfa.—Aprieto los dientes con fuerza.

«Si lo es, es nuestro Alfa y quiero su nudo en nuestro interior, quiero sus cachorros.—Trago con fuerza.

—¿Estás bien?.–Miro a Mia —Estás sudando mucho —

—Sí, es solo Emil, se puso intensa .—Hago una mueca.

—¿Qué le sucede? ¿Eso?.—Niego y por una vez en la vida desearía que fuera eso.

—No es eso.—Desvío la mirada, como le digo que el causante de todo esto es su propio hermano —Está emocionada, no conoce la manada, es eso.—Ella asiente con desconfianza más no dice nada.

—Cierto, papá tendrá que dar aviso que tú vas, no vaya a hacer que cuando te vean convertida en loba te ataquen .—Hace una mueca.

—Lo sé, esto es nuevo, desde que me fui no quise volver, ellos no me conocen en  forma de loba, no conocen a Emil, tengo miedo de que perdamos el control y alguien salga lastimado, de que yo lastime a alguien.—Suelto un suspiro de dolor al recordar los gritos de esa chica, sus súplicas, cierro mis ojos intentando ocultar algo de paz.

Aprieto mis manos con temor, Emil, me ve con temor, ya desapareció todo deseo por Axel, ahora solo queda dolor y temor.

—Todo va a estar bien.—Levanto la mirada—Estoy contigo, además de que entrenaste mucho para aprender a controlarte, no lastimaras a nadie, no estás sola.—Miro por el espejo del retrovisor viendo como Félix asiente.

—Gracias.—Los miro haciendo que ellos me sonrían.

No hablamos más e intento alejar esos recuerdos.

Algo que me es imposible, pero lo logro.

«Emma, no quiero lastimar a nadie, si nos descontrolamos.—La miro, me acerco a ella colocando mis manos en su cabeza.

«Tranquila, Emil, nosotras no lastimaremos a nadie.–

«Oye, renacuajo mal oliente, te quiero .—Ruedo los ojos.

«Puedes por una vez en tu vida dejar de insultarme.—Gruño.

«No puedo, eso es parte del encanto.—Quiero decir algo más, pero se aleja.

—Eso es parte del encanto.—Refunfuño.

—No entiendo, tú y Emil son tan raras.—Mia se ríe.

—Y tú y Mar son tan bobas.—Un reflejo rojo pasa por sus ojos y sonrió victoriosa.

—Señoritas, ya casi llegamos.—Miro por la ventana con mucha alegría en mi interior.

El olor de la manada se hace presente así no estemos cerca, cierro los ojos dejándome llevar por su delicioso olor impregnandome de este mismo.

Alpha Love                          (Nueva Versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora