Capítulo ocho

266 22 51
                                    

Degel se mantenía firme y sereno ante la mirada retadora de Aspros, sabía que cometió un error; él era de los caballero más intachables y el tratar de frenar el ataque de los caballeros en combate no era lo correcto sin embargo no permitiría que d...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Degel se mantenía firme y sereno ante la mirada retadora de Aspros, sabía que cometió un error; él era de los caballero más intachables y el tratar de frenar el ataque de los caballeros en combate no era lo correcto sin embargo no permitiría que dañen a Camus.
En la batalla lo notó sumamente distraído y eso era desventaja para él, afortunadamente Kardia se dio cuenta de ese minúsculo error.

— ¿Porqué interrumpiste el entrenamiento Degel? — Cuestionó el gran patriarca acercándose a la arena de combate.

— Si me lo permite patriarca, necesito entrenar a solas con Camus... Aún no creo que tenga la capacidad de detener un ataque de Aspros.

En ese momento Degel se acomodó sus anteojos tratando de disimular esos nervios inexplicables que comenzaba a experimentar al ver a su nuevo alumno, sus pensamientos no lo ayudaban en mucho, al contrario no sabía porqué se mantenía nervioso ante su presencia.

— Necesita concentrarse — La voz de Sísifo interrumpió aquella plática. Aunque en realidad buscaba ayudar para evitar que Aspros tomara alguna represalia en contra de alguien más por interrumpir su pelea con aquella belleza escarlata.

— ¿Qué sugieres Sísifo?

— Permítame entrenar con él a solas gran patriarca.

Cuando Degel escuchó que el caballero de Sagitario  se estaba ofreciendo para ayudar a Camus, se dio la media vuelta para interferir sin embargo Sage decidió que se trataba de una excelente idea.
El patriarca aceptó ese enfrentamiento, aunque Degel sentía una gran preocupación por su nuevo pupilo, el hecho de que esté distraído no lo ayudaba en nada y era blanco fácil para que terminaran derrotando a Camus.

Sísifo se colocó en el centro de la arena, Camus tomó su posición frente a él, aunque ese sujeto de cabellos castaños poseía una envidiable sonrisa como lo fue su compañero de batalla Aioros de Sagitario, algo le decía que si no prestaba atención a los ataques de Sísifo terminaría derrotado como con el enfrentamiento del caballero de géminis.

— No pienso lastimarte Camus, tan solo busco medir tu agilidad y velocidad, intentarás evadirme... Intenta dejar a un lado todo aquello que te preocupa para que puedas concentrarte.

Y ahí estaba nuevamente aquel guiño acompañado de esa sonrisa como queriendo tratar de decirle a Camus que todo estaría bien, como si  el caballero de Sagitario quisiera decirle que puede confiar en él.

— Es algo que puedo hacer...

Aunque Camus en realidad sentía temor, con el ataque que Aspros logró darle en su costado se dio cuenta que sus antecesores no eran rivales fáciles de vencer.
Justo cuando los rayos del sol iluminaban parte de la armadura de Sagitario no pudo evitar pensar en Shura y Aioros, justo en el momento que Saga envió a su vecino el caballero de capricornio a terminar con la vida de Aioros.

— Enciende tu cosmos Camus, demuéstrame lo que eres capaz de hacer — Sísifo le mostró a Camus una flecha dorada extendida en forma horizontal — Tu intentarás quitarla de mis manos.

— ¿Qué? ¿Solo eso?

Sísifo movió su cabeza asintiendo ante el argumento del joven de cabellos escarlata — Si eres alumno de Degel puedes usar tu aire congelado como ventaja.

Camus comenzó a desprender de su cuerpo ligeras escarchas de hielo acompañado de un pequeño anillo de hielo.
Degel observaba cada uno de los movimientos de su nuevo alumno, a pesar de que procuraba mantenerse atento a todo se dio cuenta que en el fondo le preocupaba algo.

Cuando escuchó que Sísifo gritó "Ahora" se dedicó analizar cada movimiento y detalle de Camus, el castaño intentaba esquivar las ráfagas de aire helado, el ambiente en ese lugar se volvía cada vez más gélido porqué Camus levantaba varios picos de hielo en el suelo conforme intentaba tomar la flecha de Sísifo.

— Tu belleza de alumno necesita despejar sus dudas y su mente — Se acercó Kardia a su amigo el caballero de Acuario sin dejar de mirar ese entrenamiento — Para ser la primera vez que esté frente a nosotros es muy buen oponente.

— Estoy considerando pedirle al patriarca la posibilidad de llevarlo a Blue Graad para que pueda entrenar a solas con él, su aire frío no es tan bajo como el mío... Si yo lanzara ejecución de Aurora contra él, seguramente lo dejaría en un bloque por siempre.

— Si lo enfrías de esa manera yo puedo calentarlo — Se burló el caballero de Escorpio ganándose una mirada intimidante de Degel.

— Olvídalo Kardia, sabes que no puedes hacer eso que estás pensando.

— ¡Degel por favor! Yo me refería a mis ataques de aguja escarlata... ¿Tu que imaginas? ¿No que muy correcto?

Degel dirigió su mirada a Kardia de manera molesta, aunque los destellos gélidos nuevamente hicieron que observara a su alumno de nuevo.

Camus jamás imaginó que Sísifo fuera más rápido que él, por más que intentaba poner barreras de hielo, el caballero de Sagitario seguía pasando su flecha de mano en mano evitando los ataques de Camus.

— Enciende tu cosmos Camus, concéntrate... Olvidate de todo y fija tu mente en la flecha de Sagitario — Agregó Degel mirando a Camus inútilmente vencer a Sagitario.

El joven de cabellos escarlata al escuchar que Degel le pedía olvidar sus pensamientos, intentó dejar su mente en blanco, cerró por un momento sus párpados y trató de alejar esos recuerdos de su batalla con su alumno.

Sin previo aviso aprovechó un movimiento lento de Sagitario, lanzó su polvo de diamantes congelando su brazo derecho y en ese preciso momento le arrebató la flecha de sus manos.

— Vaya, lo logró — Susurró Kardia colocando su mano sobre el hombro de su amigo — Para ser su primer día no lo hizo tan mal.

Degel no respondió nada, claro que estaba feliz por ver que su nuevo alumno había logrado dejar a un lado sus pensamientos pero necesitaba darse un tiempo para hablar con él, de sus inquietudes y sobre todo el porqué se distraía fácilmente.

Con pasos firmes y elegantes comenzó q caminar hasta donde se situaba Sage, hizo una leve reverencia para poder pedir un favor.

— Gran patriarca... Pido permiso para llevar a mi alumno a Delfos, en el entrenamiento con Sísifo lo noté demasiado distraído y quiero imaginar que debe ser por el motivo que le preocupa es el porqué está aquí.

— TIenes razón Degel, pueden partir mañana al amanecer...

❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖❄💖

Más Allá De La LealtadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora