Capítulo trece

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"Al alcanzar la fuerza necesaria regresará a su respectiva era"

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"Al alcanzar la fuerza necesaria regresará a su respectiva era"

Nuevamente resonaba aquella palabras en su mente; en tan poco tiempo se ha vuelto indispensable en su vida porque poco a poco se ha acostumbrado a su presencia.
Desde aquél día que la madre de Régulus le mencionó su destino, Camus se ha mostrado demasiado nervioso y esto a Dégel comenzaba a preocuparle.

- Y si... ¿Me niego a enseñarle? ¿Se quedará más tiempo? - Susurró el caballero de Acuario mirando a su alumno quien seguía abrazado a sus piernas observando la vista panorámica del santuario.

Dégel había llevado a Camus al Star Hill para que pudiera despejar sus pensamientos, sus preocupaciones.
A pesar de no poder hacerle frente a su destino ante las ilusiones de Arkhes había algo que incomodaba al joven de cabellos rojizos.

- Dégel sama...

Ante su llamado, Dégel hizo a un lado su libro para poder escuchar a su alumno, se acomodó sus anteojos y dirigió su mirada - No es necesario tanta formalidad conmigo y lo sabes Camus, ambos tenemos el mismo rango.

- Pero de diferente época y además aquí el caballero que lleva la armadura de Acuario eres tú, no yo.

- Cuando estemos a solas solo dime Dégel y ya - Contestó con seriedad colocándose justamente a su lado derecho.

No sabía porqué pero sus latidos se aceleraban cada vez que tenía la más mínima interacción con aquel joven de cabellos rojizos, sin duda ese color se estaba volviendo su favorito.

- Está bien, Dégel - Le respondió intentando no mirarlo a los ojos - Quiero hacerte una pregunta.

- Dime.

Si todos se dieran cuenta de aquel temor envuelve el corazón del caballero de la preciosa urna, no podrían aceptar el hecho de que Camus se preocupe por alguna extraña razón. No cuando fue el quien estuvo dispuesto a cortar todo lazo sentimental con su alumno en la batalla que se desató en el santuario antes de guiarlo a la técnica suprema de los caballeros de hielo.

- Tu - Se quedó en pausa unos momentos - ¿Serías capaz de ponerte en el lado enemigo?

Aunque no pudo pasar la prueba con la pitonisas, aún guardaba esa corazonada en  su interior donde algo le decía que tenía que formar fila en el lado enemigo.

- Creo que sería lo último que hiciera en mi vida pero... Debería una buena razón para hacerlo, sabes que nuestra lealtad es para nuestra diosa y nada más.

Camus se quedó callado unos momentos, cerró sus párpados y dejó que la brisa del atardecer moviera sus largos cabellos rojizos al compás del viento.
En realidad no recordaba mucho sobre aquellos temas que trató en el templo de Delfos pero si algo era seguro es que sería tratado como un traidor si regresaba a su era y él sencillamente no quería eso.

Dégel se dió cuenta de su preocupación, se inclinó a su altura quedando de frente a Camus y por alguna extraña razón su instinto lo llevo a tomarlo del mentón para poder mirarlo a los ojos, a esos bellos luceros parecidos a unos hermosos rubíes, unos que destellan con los últimos rayos del sol.

- No sé que es lo que revelaron las pitonisas pero de algo estoy seguro y eso es que debes volver a tu época tarde o temprano... No sabemos que pueda ocurrir en el espacio y tiempo que tú estés en el pasado, quizá esto pueda ser perjudicial en la historia que cada uno de nosotros tenemos escrito.

Camus estuvo por responderle pero la llegada repentina del patriarca del santuario interrumpió esa plática, Dégel la sentir la presencia de Sage, soltó rápidamente el mentón de su alumno y dió unos pasos adelante haciendo una reverencia.

- Algo me decía que ustedes dos estaban aquí.

- Siento haber traído a Camus en este sitio gran patriarca, sin embargo lo hice porque mi alumno no se encuentra muy bien.

- Es normal que aún no se adapte en nuestra era - Sage se acercó al joven de cabellos escarlata y colocó su mano sobre su hombro - ¿Saben? He estado considerando que ambos se vayan mañana rumbo a Blue Gradd, quizá el ambiente frío y los majestuosos hielos perpetuos lo ayude a sentirse como en casa.

Dégel no pudo evitar sentir como una extraña corriente recorría su cuerpo acompañado de un ligero hormigueo en la palma de sus manos. La situacion no era sencilla porque no podía controlarse ante ese joven de cabellos escarlata y ahora estando a solas con el sin duda sería algo muy extraño de descubrir y quizá hasta fascinante.

- ¿Por cuánto tiempo? - Pregunto Camus mientras se levantaba del suelo.

- Pueden irse unos días, después necesito que regresen, los espectros de Hades han despertado y han comenzado a dar problemas en muchos sitios.

- Gracias gran patriarca - Le respondió Dégel acomodándose los anteojos - Haré todo lo que esté en mis manos para que Camus logré dominar sus habilidades.

- Supongo que el viaje a Delfos no salió muy bien del todo - Contesto Sage mirando a Camus.

- No - Interrumpió Dégel - Según por las palabras reveladas por Arkhes, Camus no pudo hacerle frente a su destino, por lo tanto no recuerda mucho de aquello que se le reveló y también la causa por la cual se encuentra en nuestra era.

Dégel omitió las últimas palabras de la líder de las pitonisas, cuando ella mencionó sobre aquel destino que los une... Aún no encontraba las razones para comprenderlo.

- Comprendo - Sage se dió la media vuelta mientras seguía hablando - Sísifo cuando fue a ese lugar también tuvo que hacerle frente a su destino, recuerda que el futuro es incierto jovencito y el presente es un regalo... Ahora regresen al templo de Acuario y que tengan un buen viaje.

Después de decir esto Sage se fue alejando de ellos, Dégel dirigió su mirada al contrario quien ahora se encontraba admirando las primeras estrellas de la bóveda celeste.

- ¿Sabes Camus? - Hablo Dégel - una de las razones por la cual me convertí en santo de oro es por una promesa que le hice a un amigo mío, junto con su hermana llevan en lo alto aquel pueblo que me cobijó desde hace muchos años atrás y hasta la fecha aquella promesa sigue en pie.

- Al menos tuviste compañía y seres que te dieron su apoyo y su afecto... Nosotros no tuvimos esa misma oportunidad, a veces pienso que quizá me deje llevar demasiado por querer cortar ese vínculo entre mi alumno y los sentimientos de su madre que descansa en el barco bajo el hielo.

Las palabras de Camus sonaban tristes, su mirada cambio repentinamente, Dégel tomó sin querer la mano del joven de cabellos escarlata.

- Desde que me platicaste la razón por la cual guiaste a tu alumno entiendo tu sentir, te prometo que haré todo lo que esté a mi alcance para ayudarte en lo que necesites, solo te pido paciencia porque jamás había tenido un alumno bajo mi tutela y mí alumno no es cualquier persona... Es mi sucesor de la siguiente era.

- Gracias Dégel - Le respondió devolviendo ese gesto con una sonrisa en su rostro.

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