Capítulo doce

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Dégel permacenia sentado debajo de un frondoso árbol mientras leía pacíficamente su libro

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Dégel permacenia sentado debajo de un frondoso árbol mientras leía pacíficamente su libro.
Kardia por su parte ya se había hartado de seguir esperando sin encontrar algo divertido y el hecho de molestar a Dégel no era la solución, no cuando en todo el camino ha intentando llamar la atención del joven de cabellos escarlata.

- ¡Oye Dégel! - Lo llamó el caballero de Escorpio mientras tomaba una manzana de los árboles que tenía en frente, sin duda no dejaría pasar la oportunidad de poder comer una de esas jugosas manzanas brillantes y grandes, de esas no había siempre en el Santuario.

- Que necesitas Kardia - Respondió el francés sin retirar su vista de su ansiado libro.

- ¿Le falta mucho a tu alumno? Ya no se que es más aburrido... Si esperar a ese bombón pelirrojo o tener que ver cómo lees.

Dégel dejo escapar un poco de aire entre sus labios intentando no perder la paciencia con Kardia, esa era la razón por la cual no quería traerlo a este viaje porque para el todo es aburrido si no encuentra algo divertido para pasar el momento.

- Espero que ya no demore mucho - Susurró cerrando su libro, levantó su mirada al cielo, mientras disfrutaba de la suave brisa fresca - Solo espero que sean noticias favorables para Camus.

De manera repentina una inmensa neblina comenzó a invadir ese espacio abierto del templo del oráculo de Delfos; en ese momento Dégel perdió de vista a Kardia y ahora se encontraba solo.

- En su corazón guarda muchas dudas.

Esa voz suave y frágil llegó a oídos del caballero de Acuario, rápidamente el francés se colocó en posición de batalla haciendo su libro a un lado del suelo.

- ¿Quien eres? - Cuestionó dispuesto a atacar, pero al ver a un lobo de pelaje blanco acercándose a él lentamente bajo la guardia.

- Tal como lo imaginé - En ese momento un destello envolvió el cuerpo de aquel lobo dejando ver a una mujer portando un largo y traslúcido vestido de color blanco, en sus brazos llevaba unas largas tiras del mismo color de su vestimenta.

- Es usted una de las pitonisas - Susurró Dégel al darse cuenta de aquella marca de color rojizo debajo de sus ojos, su principal característica es que ellas pueden volver a su forma animal en lobas blancas. Sus ojos presentaban heterocromia, su largo cabello era rizado y sobre todo rubio.

- Lamento que su acompañante no superará la prueba.

- ¿Prueba? - La respiración de Dégel comenzó a tornarse más repentina al escuchar que Camus no ha logrado salir de las ilusiones de las pitias.

- Se le mostró a ese joven portador de Acuario su destino y no ha logrado hacerle frente a su futuro... Ha caído inconsciente al suelo.

La preocupación comenzó a inquietar a Dégel quien intentó entrar al templo de Delfos para poder ir tras el joven de cabellos rojizos; sin embargo Arkhes se colocó frente al caballero de Acuario deteniendo sus pasos.

- Debe saber que Camus caballero de Acuario de la siguiente era, permanece inconsciente al no lograr superar la prueba quizá no recuerde nada de lo que se le mostró en este lugar. Procure no tocarle el tema para que no le cause confusión.

Arhkes se hizo a un lado permitiéndole el paso a Dégel, con pasos apresurados se adentro al Templo del oráculo para poder traer de regreso a su joven alumno.
La densa neblina comenzó a disminuir, justamente en el centro rodeado de las demás pitonisas se encontraba Camus.

Dégel se acercó lentamente para poder tomarlo entre sus brazos pero las palabras de Arkhes interrumpieron su labor.

- Es mejor que no se altere el ciclo del tiempo, si Camus no recuerda la razón por la cual llegó a esta era, lo mejor será que los demás no lo sepan. El futuro es incierto sin embargo el destino de este joven está escrito quiera o no.

- ¿Puedo saber quién lo trajo hasta esta era?

Cuestionó Dégel pasando sus dedos sobre las mejillas de su alumno, en su rostro podía ver ese semblante de preocupación. Daría lo que fuera por saber la verdadera razón del porque llegó a esa era y sobre todo junto con él.

- Va en contra de nuestros principios, lo único que puedo decir es que este joven al alcanzar el propósito de adquirir más fuerza y lograr bajar su temperatura al cero absoluto inmediatamente regresará a la era que le corresponde.

Con estas palabras Dégel tomo a Camus en sus brazos para salir de una vez por todas del templo y llevarlo al santuario para que se pueda recuperar.

- Una cosa puedo decirle caballero de Acuario - Interrumpió Arkhes su andar.

- Dígame.

- Están destinados a estar juntos, pero en esta era no lo será.

Con estas palabras Arkhes le dió la espalda a Dégel y tomo nuevamente su forma animal uniéndose con sus demás compañeras.
Dégel no entendió las palabras de la líder de las pitias porque en ningún momento Arkhes le mencionó quien era aquella persona; ó más bien a quien se refería realmente.

- Quizá Camus tenga una persona que lo espera en su era - Susurró Dégel saliendo del templo.

Todo había vuelto a la normalidad, cerca de ahí Kardia dormía tranquilamente bajo la sombra de un manzano.

- Kardia, es hora de irnos.

El francés movió a Kardia con la punta de su pie esperando que despertara pero el griego simplemente se giró para acomodarse y seguir durmiendo.
Dégel se dió cuenta que su compañero no tan fácil despertaría, conociendo que tiene el sueño demasiado pesado.
Lentamente bajó a Camus para poder recortarlo en el suelo dónde había pasto para que pudiera estar cómodo.

Las veces que lo ha podido mirar dormir le causaban un sensación de paz y tranquilidad, una que jamás había experimentado.
Levantó su mirada al cielo dejándose envolver por la suave brisa que soplaba en ese lugar; de alguna manera estos días ha podido experimentar esa sensación nueva y fascinante que recorre cada espacio de su cuerpo y le da un ligero cosquilleo en su estómago.
Ciertamente solo le sucedía ante la presencia de Camus y no entendía porque.

Nuevamente las palabras de Arkhes llegaron a su mente.
"Alcanzando la fuerza necesaria él volverá a su era"
Dejó escapar un suspiro en el aire, solo se basaria en enseñarle lo que sabe hasta que alcance a dominar el cero absoluto para que regrese y cada quien seguiría con sus respectivas vidas.

Camus caballero dorado de acuario solo estaba de paso en su vida y en esta era.
Sin saber que le dejaría una enorme huella en lo más profundo de su ser.

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