Flotantes Pétalos Negros (Drarry) [Spanish Ver]

Nuestros Slytherin y Gryffindors Favoritos

con La Insana Obsesión de Draco por el Chocolate

No habían pasado ni dos minutos desde que Draco y Harry consiguieron convencer a Sirius de que trasladarse al piso franco de Le Havre era una buena idea, cuando sus amigos irrumpieron en la habitación de Draco con sus varitas ardiendo. Pansy había derribado la puerta, obviamente sin esperar que Draco estuviera allí porque estaba de pie con los brazos llenos de libros y los ojos muy abiertos. Blaise, que estaba charlando con un Ron de aspecto confuso, se detuvo y se quedó mirando. El resto de sus amigos se quedaron congelados donde estaban sin la expresión de culpabilidad que debían tener. La falta de espacio en sus brazos tampoco pasó desapercibida. Harry se apartó del rubio, con los brazos en alto, como si quisiera decir que no tenía nada que ver con lo que estuvieran haciendo sus amigos.

Por primera vez en mucho tiempo, Draco se sintió increíblemente molesto con todos sus amigos.

"Barbas de Merlín. Por supuesto que ni siquiera tenéis la decencia de parecer arrepentidos". Luego azotó la cabeza hacia Pansy, mirando con desprecio. Sabe que debería estar contándoles lo del Señor Tenebroso aterrorizando la Mansión y preguntándoles a Ron y Hermione si les parecería bien que sus familias se mudaran a le Havre con Sirius y Remus, pero a Draco le molestaba demasiado la perspectiva del más mínimo desorden en su habitación. "Será mejor que limpien eso".

"Por supuesto", respondió Pansy rápidamente. Buscando su varita, escorrió la puerta y la revisó dos veces para ver si había alguna mancha sucia.

Levantándose, Draco tomó cuidadosamente los libros de los brazos de Pansy y los colocó en su escritorio. Si ella estaba dispuesta a derribar su puerta, Draco no dudaría en que dispersara los libros como una idiota desorganizada. Conjuró cuidadosamente otro escritorio, mirando y haciendo señas a los demás para que dejaran sus libros. Uno a uno, los alumnos avanzaron torpemente. "Sinceramente, sois despreciables. Irrumpiendo en mi habitación y tirando la puerta abajo de esa manera. Apuesto a que no os habríais tomado el tiempo y el esfuerzo de guardar todos estos montones. ¿Y qué es todo esto? ¿Vale la pena un regaño?"

"Draco, te pareces mucho a mi madre", dijo Ron inesperadamente.

Mientras Draco escupía indignado, Blaise y Theo reían, cada uno enlazando los brazos con Ron. "Sabía que había otra razón por la que nos llevamos bien, Ron".

"¿Qué? No es algo malo".

"Por supuesto que no lo es. Pero no soy, ni mucho menos, una figura maternal", resopló Draco. Dirigió la cabeza hacia Harry. "Estás de acuerdo conmigo, ¿verdad, Harry?"

El moreno parpadeó. "Sí, claro."

Draco tomaría una respuesta positiva vacilante antes que ninguna respuesta cualquier día. "¿Ves?"

Hermione puso los ojos en blanco de forma dramática, pero fue Pansy la que le refutó. "Harry siempre va a estar de acuerdo contigo cuando lo dices así".

Draco entrecerró los ojos. "¿Es así?"

"¿Ves? Igual que mamá", insistió Ron. "Tan cabreada por mantener las cosas limpias y retando a la gente a ir contra ella. Apuesto a que si Harry lo hiciera, Draco le golpearía la cara con el objeto más cercano".

Sintiéndose un poco interpelado, Draco frunció el ceño. "Gracias por ofrecerte. Si Harry dijera algo, a partir de ahora te abofetearé a ti en su lugar". Luego puso una mano en la cadera, mirando fijamente a sus amigos. "¿Entonces? Explicad qué hacéis todos aquí, ¿no? No os esperaba hasta dentro de un día. Otros dos, si alguno de vosotros encontró una tienda especialmente buena y quiso volver a comprar regalos".

Pansy corrió de repente hacia delante, cogiendo la mano de Draco con entusiasmo. Chilló. "Vale, no te asustes".

"Por supuesto que no. A cualquier cosa que hayas hecho, ni te perdono ni hago lo que quieres. Absolutamente no".