capítulo 37: defectos

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Draco no estaba seguro si se había despertado con un dolor de cabeza, o si había sido el mismo dolor de cabeza que lo hizo despertarse no mucho antes del cinco de la mañana. De cualquier manera, estaba allí, martillando contra el dorso de sus órbitas, y apretó los dientes contra el dolor.

Si bien no pudiera recordar nada específico, supo que había sido atormentado por las pesadillas por la mayoría de la noche; Podía sentir su crueldad en el sudor frío que goteaba por la espalda; y el instinto le dijo que muy probablemente giraba alrededor de Granger, sus padres y Voldemort. Fue probablemente porque su brazo estaba envuelto tan duro alrededor de la cintura de Hermione, y porque su pelo estaba revuelto en un ángulo extraño por su respiración agitada.

La soltó y se sentó, intentando de aliviar el dolor de cabeza chasqueando el cuello y masajeando el puente de su nariz. Al pie de la cama, Crookshanks estaba acurrucado en una bola, espiando con un ojo por debajo de su pata y observando a Draco con curiosidad.

—Lárgate, feo —susurró él, tirando las mantas y dejando la cama.

Como era de esperarse, estaba muerto de sed, y se puso algunas prendas y tomo su varita antes de dejar la habitación, con la intención de tomar un trago en la cocina e ir a buscar un frasquito de Poción para Dormir sin Sueños. Pero cuando se chocó con algo que se sintió a una persona justo afuera de la puerta en el oscuro pasillo, se sobresalto ya penas logro reprimir un jadeo de sorpresa. Manejando torpemente su varita y lanzando un Lumos , rodó los ojos cuando la luz capto la sonrisa de medio lado de la persona infractora.

—Maldita mar, Theo —siseó Draco. — ¿Estás intentando asustarme?

—Bueno, no lo estaba intentando —bromeó. —Pero sin duda fue un accidente divertido.

— ¿Qué demonios estás haciendo aquí?

—Supongo que lo mismo que tú. No podia dormir, y tengo sed. ¿O solo estás yendo al baño?

—No, voy a la cocina —dijo él, hacienda un gesto hacia las escaleras. —Vamos entonces.

—Así que ¿por qué no puedes dormir? —pregúnto a Theo. — ¿Granger ronca?

-No.

— ¿Es muy inquieta?

-No.

— ¿Es…?

— ¡No tiene nada que ver con Granger! —gruño tan fuerte como pudo en voz baja.

—Entonces son pesadillas —dijo él en un tono conocido, encogiéndose de hombros ante la mirada confusa de Draco. —Todas las tenemos. Blaise solía tener unas realmente malas; solía despertar gritando hasta que sus pulmones se quedarían en carne viva y vomitaba por horas. Supongo que es inevitable. Nunca nadie en verdad puede dormir durante la Guerra.

Draco seguía contemplando como podía responder racionalmente al comentario de Theo mientras llegaban a la puerta de la cocina, y si ambos estaban prestando atención, tal vez escucharon las voces apagadas del otro lado. Ron y Harry estaban sentados a la mesa, sus cabezas se levantaron y cerraron la boca cuando Draco empujo la puerta e interrumpió cualquiera sea la conversación que estaban teniendo. Ron estuvo de pie en un segundo, enderezándose y fulminando con la mirada a Draco, su labio se curvo hacia atrás enojado y las manos se apuñaron a sus costados. Dando unos pasos despreocupados por la sala, Draco simplemente ladeo la cabeza y mostro una sonrisa condescendiente a Weasley, mirando a su rival de arriba abajo para impresionar.

Aislamiento [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora