Capítulo 45: harry

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—¿Me quieres ayudar a alcanzar a la otra fila?—pregunto Blaise.

Draco parpadeó y levantó la cabeza.

En ese momento había estado perdido en su propio mundo; un mundo oscuro el cual no estaba muy alejado de su realidad actual. El Gran Comedor era el mismo salón frío, sombrío y encantado que había sido antes de ver a Theo morir, pero ahora él se sintió mucho más sensible al frío en el aire y al ambiente desolado. Si hubiera sido por él, no hubiera regresado al Gran Comedor, pero Hermione había insistido, y ¿adónde más podría haber ido? Después de que se calmo, se restregó el rostro con furia, determinado a quitar cualquier evidencia de lagrimas. Su rostro ahora estaba rojo y dolorido, pero al menos no estaba húmedo.

No quería que nadie más que Granger lo supiera.

Ella lo había dejado solo por el momento, intentando de encontrar a Potter y también para conseguir algo de té para, según sus propias palabras, "hacerlo sentir mejor", pero deseaba que se hubiera quedado. No se lo pidió, pero hubiera querido que se quedara. Pensaba demasiado cuando estaba solo, y ninguno de esos pensamientos era reconfortante. Preferiría no pensar en absoluto.

—Draco —dijo Blaise. —¿Me escuchaste? ¿Me quieres ayudar a llevar a Theo?

Él asintió, no confiando en su voz. Siguiendo a Blaise, regreso al mismo lugar donde había visto a Theo morir, y él siguió allí; ensangrentado, pálido, e inmóvil. Miles, Tracy y Millicent siguieron de pie a su alrededor, cambiando de peso hoscamente, sin saber qué hacer. Alguien había movido a Theo, su cuerpo estaba tieso y plano sobre el suelo frio, su cabeza descansaba sobre el suéter manchado de sangre.

Draco dio unos pasos vacilante y respiro hondo, esforzándose mucho para mantener la compostura. Se puso de cuclillas junto a Theo, el hedor a sangre invadió sus fosas nasales, pero reprimió el impulso de vomitar. Con cuidado, Blaise y él levantaron a Theo, cada uno pasando los brazos de él por sus hombros antes de ponerlo de pie y comenzaron lentamente a caminar hacia la línea de la fatalidad. Theo era muy pesado, en peso muerto, pero Draco se negó a permitir que su estatura se viera comprometida.

Él mantendría su espalda erguida. Lo mínimo que podría hacer es mantener su espalda enderezada.

—Blaise —dijo Draco, en una voz ronca. —Creo… creo que deberíamos ponerlo cerca de Tonks y Remus.

Blaise simplemente asintió. Al parecer, su voz también lo había abandonado

Cuando llegaron donde Tonks y Remus yacían, bajaron a Theo con cuidado junto a ellos en una camilla. Dando un paso atrás con sus piernas temblorosas, Draco miro fijo a los tres cuerpos a pesar de que no quería hacerlo. Tonks y Remus parecían estar ahora más pálidos; de alguna manera, más muertos . Pero Theo… su expresión seguía teniendo un poco de vida, seguía con el ceño fruncido por el dolor y seguía teniendo un poco de rubor en sus mejillas.

—¿Crees que sabíamos que nos preocupamos por él? —Soltó Draco. —¿Crees qué sabía que… qué él era importante?

—Sí, lo sabía.

—Pero yo nunca…

—No tenías que hacerlo.

De nuevo silencio. Todo siempre estaba disuelto por el silencio. Marcado por el silencio. El silencio no era nada, pero era todo porque cazamos por las palabras en el silencio. Pensamos en silencio. Nuestros mentes se esfuerzan en el silencio. Y sin embargo es horrible. Es vacío. Es solitario. Necesario para la nada.

Aislamiento [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora