Capítulo 5

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Viste bien a tu demonio antes de sacarlo a algún lugar:

—¿Qué estás viendo?

Lee se sobresaltó al escuchar la voz de Jisung, quien apareció desde atrás. No lo había oído entrar.

Jisung nunca admitiría que en realidad se rompió la madre, y quizás un diente, tras ingresar por una de las ventanas traseras de la casa, queriendo llegar de sorpresa, incluso todavía continuaba con la mochila encima por apresurarse a asustarlo. Se lo topó recostado en el sofá viendo algún programa en la tele como si estuviese en su casa.

—No lo sé, un drama romántico, es bastante informativo —respondió Lee luego de reponerse—. Pero ¿por qué aún no cogen?

—¿Ah? —Jisung trató de no poner una mueca asustada. ¿Había metido a un depravado sexual a su casa? Bueno, técnicamente se había metido solo con su autorización—. ¿En el infierno hay dramas?

—Por supuesto, pero son algo diferentes a los de aquí. Estos parecen programas para niños —dijo con obviedad, algo que últimamente había estado haciendo a menudo gracias a cierto idiota—. Incluso he visto a algunos famosos de la tele en el infierno, son demonios de alta casta muy conocidos.

—Creo que lo que hay en el infierno es porno —se dijo a sí mismo—. ¿Como cuáles? Ahí está Michael Jackson, ¿cierto? ¡Sé que lo está!

—¿Cómo voy a saberlo? —Lee frunció el ceño—. Hay un tal Min Yoongi que sale mucho en la tele, también es un idol en el infierno.

—Usaremos eso a nuestro favor cuando sea conveniente —dijo Jisung, asintiendo, a lo que Lee le miró de arriba abajo con deje despectivo.

Si se tratara de jerarquía de especies, Jisung estaría casi en la base, mientras que él estaba por debajo, por allí de las babosas.

—¿Comiste? —preguntó, ansioso por tener vida social, además de Woojin por obligación y Lee por conveniencia. Quiso continuar la conversación, lo que irritó un poco a Lee, quien quería seguir viendo el drama.

—Lo que me dejaste en la mañana, y al mediodía asalté tu cocina —contestó y le subió el volumen a la tele.

—Iré a bañarme para que vayamos al centro comercial. Changbin saldrá en veinte minutos, espero que estés listo.

Lee asintió vagamente sin prestarle demasiada atención. El castaño subió las escaleras como un torbellino a su habitación.

¡Finalmente su plan se realizaría!

Con solo una mirada de amor que le diera a Lee ya estaría celoso. Tendría que maquillarle debajo de los ojos, colgarle un crucifijo al revés al cuello, pintarle las uñas de negro y ponerle el grimorio entre las manos y con ello le quitaría el puesto a Changbin del satánico del vecindario.

—¿Por qué sigues vestido así?

No pudo evitar escandalizarse al volver varios minutos después a la sala y encontrarse a Lee en la misma posición.

—¿Así cómo? ¿No deberíamos irnos ya? Dijiste que tenías prisa —contestó sin despegar los ojos de la pantalla.

—Estás usando un mono amarillo fosforescente.

—Tú me lo diste.

Jisung suspiró. Estaba a punto de debatir por eso, sin embargo, antes de siquiera poder formular una palabra, percibió movimiento en la casa de enfrente. Por supuesto que siempre iba a tener los dos ojos en ambos sujetos, no por nada lo apodaban «El Marisol».

Broma, el compa no es bizco.

—¡Corre, corre! ¡Changbin saldrá! —chilló,aproximándose a la puerta. Casi cayó de cara sobre la alfombra. El pelirrojo levantó la cabeza del sofá y miró a su alrededor—. ¡Apaga la tele!

Wrong Devil | Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora