Wrong Devil | Minsung

Capítulo 16

Un niño con cara de tigre definitivamente es más agradable que tu demonio, para la próxima invoca uno de esos mejor:

—Así que ese es el efecto del sol en la piel.

Minho observaba la piel rosada del rostro de Jisung con interés mientras caminaban de vuelta a casa de la competencia. El atardecer adornaba el cielo.

—Me sorprende que no te hayas quemado la piel antes basándonos en las condiciones tercermundistas en las que vivías, pero me quedaré con la duda.

Sus ojos se fijaron involuntariamente en el sonrosado color que habían adoptado las mejillas de Minho, desplazándolo de su palidez excesiva.

Con la piel tostada, el alborotado cabello rojo y el tono almendrado de sus ojos sin duda pasaría como un humano común y corriente. Inclusive, durante todo ese tiempo, había ganado el peso suficiente como para verse saludable y «atractivo» o, mejor dicho, menos rata calva en su opinión.

—Ven, te ayudaré a quitarte los lentes, seguro deben incomodarte. —Se detuvo a mitad de la acera y le hizo una seña a Minho para que se inclinara y así tener mejor acceso a su cara—. Se te torció uno hace horas, pareces bizco.

—Iugh, tus manos están sucias, ¿no me dará sífilis? —El rostro de Minho se contrajo en una mueca asqueada y mantuvo distancia entre los dos a pesar de su incomodidad.

—Solo tengo sudor de Changbin. Me robé la toalla que usó para limpiarse el rostro y eso cuenta como agua bendita. Así que acércate y cállate.

El rostro de Minho se arrugó todavía más. Dio un paso hacia atrás con renuencia.

—¡No quiero sudor de ese cerdo-conejo con esteroides! ¡Con razón tus manos olían a culo!

—¡Déjate de estupideces, Lee Minho!

Dio un paso al frente en señal de amenaza, consiguiendo que Minho diera otro paso hacia atrás.

En poco tiempo empezó una persecución con Minho corriendo y gritando por las calles sin fijarse adónde iba y Jisung detrás de él mientras le advertía que lo iba a echar de la casa si no se dejaba atrapar. Recibió miradas de todo tipo en el trayecto.

Finalmente se detuvieron en un patio de juegos donde Minho chocó con una fila de niños que estaban jugando. Estos lloraron en cadena, como un efecto dominó, lo que lo hizo frustrarse y llorar también. Cuando Jisung dio con él lo encontró sentado en un columpio berreando con varios niños a su alrededor, todos ellos trataban de consolarlo colocando juguetes en su regazo o compartían miradas extrañas entre sí.

—¡Minho!

Trató de contener la risa al toparse con tal escena.

Se mantuvo de pie a unos metros de distancia, como si temiera acercarse.

—¡Hyung! —Uno de los niños, el que sostenía un tigre de felpa con que el que trataba de consolar a Minho, se apresuró a ponerse de pie y saludarlo respetuosamente—. ¿Usted es amigo de este hyung llorón?

—¿Por qué está llorando?

Intentó analizar la situación. Le preocupaba que en cualquier momento se acercaran los padres de los niños; estaba oscureciendo; no quería terminar en la estación de policía por una denuncia por pedofilia.

—Hyung llorón tropezó con algunos de mis amigos y ellos comenzaron a llorar, entonces él lo hizo también. —El niño parecía ser el líder y portavoz del grupo.

—¿Cómo te llamas?

—Kwon Soonyoung, hyung ardilla —respondió el niño con una leve sonrisa. A la par, sus ojos formaron medialunas que junto con sus abultadas mejillas lo hacían parecerse a su tigre de felpa (en el cual Minho ahogaba su llanto mientras se abrazaba con fuerza de él).