Wrong Devil | Minsung

Capítulo 4

No dejes que tu demonio inservible parásito lave los platos:

—Mira, en la tienda había onigiri vencido. Pero descuida, es casi improbable quetermines en el hospital. —Sacó las compras de la bolsa y dejó la comida vencida junto a dos tazones de ramen—. Hay de atún, pollo picante y salmón. Creo que el último sí te provocará diarrea. También compré un tazón de fideos de arroz y otro de jajangmyeon. Como eres el invitado hoy así te toca escoger, pero mañana no será así. —Decidió continuar cuando notó a Lee muy callado—. Sí existe eso en el infierno, ¿verdad?

—El infierno no es muy diferente de aquí —dijo, arrugando la nariz, y tomó el tazón de fideos de arroz—. Por supuesto que tenemos de estos, pero los nombres de las marcas son diferentes, y más caros.

—O sea que tú no los has probado.

Lee gruñó.

Tuvieron una charla incómoda con Jisung haciendo preguntas estúpidas y el diablillo ignorándolo. Terminaron su banquete de comida instantánea. La única cena en la que Jisung se sentía acompañado desde que su hermano mayor se fue, y la primera de Lee. Quien estaba indignado. «Mientras más gente, menos comida», pensó el huésped.

—Sigo con mi uniforme —reconoció Jisung. Se levantó de la mesa—. Deberíacambiarme. Y tú deberías ir a darte una ducha. Hueles a sobaco infernal —expresó con una mueca de asco—. Lava los platos mientras busco ropa para ti. Creo que eres de la misma complexión que mi hermano, aunque puede que la ropa te quede algogrande ya que tienes el cuerpo de un indigente, pero algo es algo.

No esperó respuesta del contrario y corrió escaleras arriba totalmente confiando, como si un tipo que desconocía no fuera a robarle el televisor.

Luego de varios minutos bajó las escaleras con un pijama en una mano y una sudadera abrazada al pecho. Se detuvo al percatarse del silencio en la cocina. O el maldito flacucho no le había hecho caso de lavar los platos o lo había hecho a una velocidad supersónica.

—¡Oye, Lee! —intentó llamar su atención. Lee se giró desde su lugar en la pila—. ¿Qué estás haciendo?

—Lo que me pediste que hiciera —obvióantes de tomar uno de los platos y pasar lalengua por la superficie.

—¡¿Qué carajo haces, maldito enfermo?! —chilló.

—¡¿No estás viendo, maldito mortal de mierda?!

—¡Chupando los putos platos!

—¡Los estoy lavando!

—¿Con tu mugrosa lengua?

—¿Con qué más lo haría? —De repente bajó su tono de voz.

—Hum. No lo sé. ¿Con agua, quizás?¿Tienes alguna discapacidad mental? No,espera. Acabo de recordar de dónde viniste.

—¿Por qué la desperdiciarían en algo así? El agua del Estigia es demasiado preciada porque es la única agua potable de todo el infierno, para las demás cosas se usa del Aqueronte. Todas las llaves se conectan con el río y para ahorrar agua se usa la lengua, ya que los platos no se pueden lavar con... pena, literalmente.

—¿Qué carajo es Estigia? —Frunció el ceño—. Oh, mitología griega, ¡lo recuerdo! Lo vi en primer año. ¿Así que el infierno es como se retrata en la mitología griega? ¿También existen los olímpicos o algo así? ¿Hades?

Lee parpadeó, tratando de comprender, y continuó el recorrido del plato con la lengua.

—Existe el bien y el mal, las criaturas y lasbestias, lo que sea de por medio. No entiendo la necesidad de los humanos de nombrar todo a su conveniencia: la mitología, la religión;todo eso existe, es lo mismo, en realidad, ustedes son los que se molestan en clasificarlo. Ni siquiera yo entiendo todo eso, solo... creen en todo. Así es como funciona, existe porque creen en ello.