Capítulo 29

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Viajar al infierno con dokkaebi arrogante, puede ser más útil de lo pensado.

—Si vuelves a permitir que me duerman, te romperé la otra costilla —Jisung amenazó, cayendo rendido en su asiento con un suspiro, sintiéndose increíblemente adolorido y cansado.

—Creo que eso lo podrás hacer por ti mismo —Minho pero sonrió inocentemente, dejando ver rastros de sangre en la comisura de sus labios. Era increíble lo mucho que los había golpeado -literalmente- el infierno en cuestión de días.

Dando un breve vistazo a su alrededor, Jisung descubrió como no solo él parecía estar casi dormitando, Woojin, Jeongin y Changbin ya prácticamente se habían dormido apenas tomaron asiento, siendo Hyunjin y Chan los únicos despiertos y alertas, en caso de cualquier peligro. Y Jisung podía entender el cansancio perfectamente, después de salir de la cueva, todos tuvieron que correr con todas sus fuerzas para apenas llegar al autobús, el cual recién empezaba a arrancar afortunadamente, llegando apenas.

—¿Cómo sabias que esa era una perla de gumiho? —Sin poder dormir contener la curiosidad, Jisung se halló a sí mismo preguntando, con la vista fija en la ventana, por donde solo se alcanzaban a ver edificios altos y en ruinas bajo el cielo rojizo, teñido de un color más oscuro.

—No lo sabía, simplemente me dí cuenta que tenía algo importante y la tomé —Minho contestó, también echando un vistazo por la ventana, poniendo repentinamente nervioso a Jisung por la cercanía. Especialmente al notar como ambos habían empezado a hablar en un tono inusualmente más bajo —De todas formas, me alegra haber sido útil.

—Lo vas sido durante todo el viaje, sin ti hubiéramos muerto en la cueva, o en la ciudad —Jisung trató de animarlo, sintiendo sus palabras apresuradas y torpes.

—Era lo menos que podía hacer, ustedes terminaron metiéndose en ese lío por mi culpa.

—Hey, no te lleves muchos créditos, fue mi culpa en primer lugar, por mi estupidez. Realmente no sé en qué estaba pensando —Jisung golpeó el hombro del contrario de forma juguetona, frunciendo el ceño si sentir esa parte dolorida a pesar de él haber dado el golpe.

—Está bien, todo adolescente hubiera hecho lo mismo por su crush satánico —Ambos soltaron una pequeña risa, sintiéndome como el ambiente empezaba a aligerarse.

—Cualquieras adolescente en mi lugar por supuesto que no habría hecho algo así, luego de haber pensado profundamente por primera vez en mi vida, pude darme cuenta de mi estúpida y errónea actitud. Hacia Changbin... Y a ti —Jisung bajó la mirada hacia sus manos, jugando con sus dedos de forma nerviosa.

—Finalmente eres consciente de tu estupidez desde que naciste —Jisung casi saltó del susto a escuchar la voz medio adormilada de Changbin, sentado en los asientos en frente de ellos. Vaya, lo había olvidado por completo.

—Lamento hacerme comportado como un patán todos estos años, seguirte a todos lados, acosarte, allanar tu casa, robarme a tu planta y... Todo en general. No era consciente de mis acciones por estar en mi propia burbuja de estupidez, invadir tu privacidad de esa manera es algo que no tiene justificación —Jisung sintió como sus mejillas se calentaron, al finalmente tener el valor de admitir sus errores en voz alta —Sé que estuve muy mal y me arrepiento, realmente fuiste muy piadoso al no haberme puesto una orden de alejamiento o convertirme en una rata.

—Créeme que lo intenté —Changbin murmuró, poniéndole los pelos de punta a Jisung —Como sea, me da igual. Yo no lamento haber tratado de maldecirte, aunque me haya rebotado la maldición, era lo menos que te merecías.

—¿Qué?

—Bueno, sigan hablando sus estupideces, seguiré durmiendo —El brujo respondió por última vez, volteandose para el lado de Woojin a su par en busca de comodidad.

—Wow, eso realmente fue una charlar profunda —Jisung finalmente terminó su reflexión, sintiendo como la estupidez nuevamente volvía a su ser —Nunca creí mantener una conversación con él por más de treinta segundos, y para ser sincero. Mi se siente para nada increíble.

—¿En serio? —Minho inquirió, sin poder disimular su interés.

—Sip, creo que los tipos satánicos no eran mi tipo después de todo —Jisung de sorprendió a sí mismo ante la seguridad de de sus palabras.

—Entonces, ¿cuál es tu tipo? —Minho lo observó con una expresión ansiosa y atenta. Lo que aumentó el nerviosismo de Jisung, haciéndolo querer esquivar la pregunta, a pesar de saber perfectamente la respuesta.

Y nunca poder decirla.

—Hoy andas muy preguntón, ¿Qué acaso no te quedaste sin energías en la cueva? —Jisung respondió, dándole otro pequeño empujón a pesar del dolor en su hombro.

—La cueva... —Minho asintió, cambiando su rostro a uno pensativo, como si recordara algo —Antes, cuando mencionaste a tu madre... ¿Ella murió no es así?

—Realmente amaneciste muy preguntón —Jisung reiteró, esta vez sin la misma sonrisa de la vez anterior —¿Cómo sabes que murió?

—Ver dramas no era lo único que hacía en tu casa cuando no estabas —Minho respondió, con un deje de culpabilidad —Estuve husmeando la habitación de tu hermano mayor, ahí encontré varias fotos.

—Ahh, claro —Jisung asintió con deje distraído, tenía mucho tiempo de no pensar en eso —La verdad es que por mucho tiempo creí que mi madre murió en el parto, al tenerme a mí. Hasta que cuando tenía unos doce años, quizá, descubrí accidentalmente qué mi madre en realidad no había muerto de esa manera, si no que se había suicidado semanas después por depresión post parto. Cuando encontré fotos suyas cargandome a mí.

—Wow, realmente debió haber sido muy duro para tu familia —Minho no pudo evitar ocultar la sorpresa, luego de curiosear por toda la casa de los Han, había llegado a la conclusión de que la figura de su madre era algo ausente incluso en recuerdos familiares, pero nunca creyó que hubiera muerto de esa forma.

—Lo fue, ahí finalmente entendí el porqué Jinyoung hyung cuando éramos niños solía tratarme muy mal, me culpaba por su muerte. O porqué mi padre antes era más distante conmigo. Por supuesto, eventualmente cambió —Era la primera vez que Jisung le confesaba eso a alguien, y eso lo hizo sentir vulnerable y cohibido, haciéndolo removerse con inquietud —Pero está bien, luego descubrí sus razones, ella era un alma libre, una artista, qué ansiaba recorrer el mundo y capturarlo a través de sus fotos. Se casó con mi padre al sentirse presionada por su embarazo de Jinyoung hyung, y tenerme a mí... Creo que fue la gota que colmó el vaso.

—¿Hablaste con tu padre alguna vez de eso? —Casi se forma inconsciente, Minho se encontró tomando las manos de Jisung entre las suyas, evitando que este continuara removiéndose.

—Nah, ni siquiera sé dónde está su columbario, las únicas veces que he podido ver a mi padre recordarla de alguna manera es en Chuseok, ¿puedes creer que su comida favorita era el gomgkuk? Lo descubrí un día cuando me puse a revisar la habitación de mi padre, todavía guarda álbumes con fotos de ella escondidos en su armario —A pesar de sentirse cohibido, Jisung no pudo evitar continuar hablando, sintiéndose confiado y escuchado al sentir la atenta y dulce mirada de Minho sobre él —Desde entonces supe la razón del porqué mi padre siempre ponía gomgkuk en las ofrendas de Chuseok.

—¿Cómo te sientes respecto a ella? —La pregunta de Minho lo sorprendió un poco, haciéndolo quedarse en silencio por un momento. A pesar de descubrir todo, Jisung nunca había pensado en con profundidad sus sentimientos hacia ella.

¿La odiaba porque lo había abandonando a él, a su hermano y a su padre? ¿Por hacerlo sentir envidia cada vez que miraba a sus compañeros abrazar y hablar de sus madres? ¿La extrañaba a pesar de nunca haberla tenido en su vida? ¿Anhelaba poder siquiera recordarla como lo hacía Jinyoung y su padre?

Lo cierto es que todos esos pensamientos, habían quedado atrás hacía muchísimos años, y ahora solo quedaba el sentimiento lejano de abandono, del remolino lleno de emociones que llegó a sentir años antes.

—No lo sé, simplemente me pregunto como sería su rostro fuera de las fotos. ¿Era de ese tipo de personas que solo lucen bien en cámara? Heredé su nariz y sus mejillas —Jisung soltó una risa, consiguiendo lo mismo en Minho —De cualquier forma no puedo hacer nada al respecto, ella tomó su decisión en un momentos difícil... ¿Sabes lo que le pasa a las almas qué se suicidan, no? Me lo dijiste una vez.

—Son castigados por renunciar su vida útil antes del tiempo —Minho respondo, con un hilo de voz.

—De cualquier forma desearía que realmente no fuera castigada y tuviera la oportunidad de reencarnar y vivir la vida que siempre quiso, sin presiones de los demás, ni un destino infeliz —Volviendo nuevamente la vista a la ventana, este descubrió como el cielo se había ido apagando poco a poco, hasta que se había convertido en una carpa de oscuridad rojiza, dejándolos a ellos también a oscuras debido a la ausencia de luz a través de las ventanas.

—Desafortunadamente, el castigo es cruel para esas almas, lo único que podrías desear es que haya decidido olvidarte —Minho respondió, acercando su rostro más al de Jisung para poder observarlo mejor, debido a la oscuridad qué los rodeaba.

—Mi madre no es la única persona a mi alrededor qué se ha quitado la vida, ¿sabes? —Quizá fue la oscuridad, o simplemente la inmensa confianza que le trasmitía Minho, pero Jisung solo pudo continuar hablando, ignorando completamente qué criaturas desconocidas a su alrededor también lo escuchaban —Hace un poco más de un año, un compañero mío se suicidó. Puede que suene duro, pero no fue un sorpresa para nadie, a pesar de nunca haberle hablado, también era consciente de su trágica vida, y cuando decidió terminar con ella... Realmente se sintió como si fuera olvidado, y nunca hubiera existido en realidad. Ahora con la muerte de mis demás compañeros, se siente como si la muerte por alguna razón siempre estuviera alrededor, algo irónico, ya que justo ahora está detrás nuestro.

—Después de vivir varios meses en el mundo humano, creo que no hay palabras más acertadas para referirse a la muerte que "siempre está detrás de nosotros" —Minho asintió lentamente, su rostro había adquirido una seriedad tan grande, como de las pocas veces que Jisung había podido notar.

—Supongo que por eso también querías regresar aquí, ¿no? —Jisung se sintió tan intimidado por la mirada profunda de Minho sobre él que bajó la cabeza, como si sus palabras fueran graves acusaciones hacia él.

O un reclamo, lo que quizá era.

—El hecho de que la vida que se posee se pueda acabar, aquí puede ser un privilegio más grande de lo que piensas. Para criaturas que llevan milenios viviendo, eso es casi como una misericordia. Quizá por eso se ha vuelto tan común el comercio de almas.

—¿Están hablando mucha mierda, no creen? —Ambos casi saltaron del susto al escuchar la voz de Hyunjin, quien los observaba con una expresión aterradora desde su asiento —Duérmanse de una puta vez o mandaré a Jeongin.

Jisung y Minho compartieron miradas, asintiendo silenciosamente a sus palabras, después de todo, realmente no era una broma con que se encontraban increíblemente cansados.

El bostezo de Jisung se vió interrumpido, haciéndolo casi toser al sentir un repentino y cálido peso sobre su hombro, dándose cuenta de que se trataba de la cabeza de Minho, que solo se restregó suavemente contra él antes de cerrar los ojos, dejándolo estático y con el corazón a punto de salirse de su pecho.

Jisung escuchar la suave respiración de Minho, que cada vez se iba haciendo más pesada, la calidez de su cuerpo apoyado sobre el suyo, y su tenue aroma a... Quemado.

Bien, realmente necesitaba descansar. Tratando de buscar una posición cómoda, finalmente se recostó con su cabeza lo más lejos posible de la de Minho, cerrando los ojos mientras intentaba apagar la incertidumbre en su cabeza. Cosa que logró con éxito, ya que en cuestión de pocos segundos, se había dormido profundamente.

Y sin darse cuenta, su cabeza se fue deslizando lentamente, hasta que finalmente encontró su camino recostada a la de Minho.

[...]

Minho despertó con el peso de algo equivalente a una rata gorda, peluda y cálida sobre su cabeza. Evitando sobresaltarse apresuradamente al darse cuenta de que solo se trataba de una rata de cabello moreno y mejillas sobresalientes. Era su Jisung.

Tratando de no despertarlo, Minho movió poco a poco su cabeza del hombro de este, sosteniendo la cabeza de Jisung en sus manos por un momento antes de recostarla suavemente sobre su hombro, permitiendose más movilidad.

Afortunadamente, Jisung no mostró señales de despertarse luego de re acomodarlo, cosa que alivió a Minho, era increíble como el sueño de este se había vuelto mucho más liviano en el infierno a comparación en la tierra, despertándose por el mínimo ruido a su alrededor, y siempre mostrando una expresión inquieta en su rostro. Lo que le sorprendió que esa vez fuera la excepción, durmiendo plácidamente, con un rostro relajado.

—¿Cuánto falta para llegar? —Changbin preguntó, arrastrando sus palabras en una expresión perezosa. Parecía tan incómodo como todos los despiertos en ese momento.

—Si vuelves a preguntar eso dentro de los próximos cinco minutos, te arrancaré la cabeza —Hyunjin amenazó como respuesta, siendo un contraste su rostro hostil a comparación del suave y delicado toque de sus caricias al cabello de Jeongin, que lucía completamente dormido con la cabeza apoyada en su regazo, y el resto de su cuerpo en una posición incómoda.

A pesar de la asquerosa actitud del dokkaebi hacia todos en general, Minho, y probablemente el resto del grupo, no eran ajenos a la cercanía y trato especial que este sentía hacia Jeongin, incluso llegando al punto de ponerlos en peligro con tal de protegerlo.

Algo que Minho entendía perfectamente y no podía culparlo, él era igual.

—No debe faltar mucho —Minho respondió, dándole un breve vistazo a la ventana, notando como los edificios por los que pasaban se iban haciendo cada vez más y más altos y esplendorosos bajo el cielo rojizo claro. Habían pasado una noche en el autobús.

—¿Tienes idea de como buscar a la persona que nos ayudará? —Chan aprovechó para preguntar, pareciendo notar el mismo detalle que Minho, al tener sus ojos fijos en la ventana.

—Claro, y no es una persona, es un demonio... Malditamente raro —Las palabras de Hyunjin no hicieron más que agravar la preocupación en el rostro de Chan —Donde haya una gran y ostentosa fiesta, todo lo contrario a pobreza, él estará.

Para su mala suerte, ninguno tuvo el suficiente tiempo para preocuparse y pensar demasiado en ello, gracias a los violentos movimientos del autobús y el fuerte ruido que este produjo, dando a indicar de forma trabajosa que estaban a punto de estacionarse. Despertado a todos los pasajeros que dormitaban, incluyendo a a Jisung, Jeongin y Woojin.

—Larguemonos de una vez —Apenas el autobús dejó de dar fuertes giros, Hyunjin se puso en pie, arrastrándome a Jeongin medió dormido.

—¿Ya llegamos? —Minho casi tuvo que reprimir una mueca de dolor al sentir el fuerte giro que dio su corazón al voltear a mirar a Jisung y tener su rostro tan cerca.

Debía de alejarse cuanto antes.

Siguiendo su propia restricción, Minho asintió ante la pregunta de Jisung, poniéndose en pie con rapidez e invitándolo a hacer lo mismo. Chocando ligeramente con Changbin, que le lanzó un insulto entre dientes.

Al bajar todos del autobús, entre quejidos, muecas y bostezos, no pudieron evitar detenerse y admirar con asombro la gigantesca ciudad que los rodeaba. Tratándose de enormes edificios, calles y construcciones tan enormes, modernas y lujosas que no parecían tener fin, haciéndolo cuestionarse casi con seriedad el si todavía se encontraban en el infierno.

Incluso las distintas criaturas que pasaban a su alrededor en autos y motos lujosas, lucían completamente distintas a lo que Minho estaba acostumbrado, vistiendo ropa que sin duda era nueva y limpia, con enormes logos de marcas aparentemente caras y ostentosas, acompañadas de zapatos y bolsos de igual valor.

—Esto me recuerda a Gangnam —Woojin comentó, con una expresión de perplejidad en su rostro, recibiendo un asentimiento por parte de Jisung.

—Estamos en el distrito Soberbia, este refleja el más puro sentido de superioridad y orgullo del mundo terrenal, representado a través del materialismo y el lujo —Chan explicó, no necesitando señalar demasiando conforme eran guiados por Hyunjin como para saber a que se refería.

—Finalmente... Aire libre de pobreza —Changbin inhaló y exhaló fuertemente con una expresión de profundo alivio, tosiendo de intermedio —Aquí es donde crecí, como es notable.

—También es notable el como fuiste echado de aquí —Hyunjin respondió de forma burlesca, haciendo a Changbin soltar una maldición ante su imposibilidad de defenderse físicamente.

—¿Sabes a donde nos dirigimos? —Minho preguntó con timidez, apretando fuertemente la mano de Jisung conforme avanzaban.

A pesar de ahora encontrarse en un lugar aparentemente más seguro, no dejaban de seguir en el infierno, y estar caminando al aire libre por las calles, seguía siendo peligroso después de todo, y más tomando en cuenta el hecho de tener alguna clase de fuerza desconocida tratando de atacarlos.

—Claro, si mi memoria no falla, que por supuesto no lo hace. Debemos estar solo a un par de calles —Hyunjin respondió de forma relajada.

—No te creo un carajo —Woojin acusó con desconfianza —Siempre que venías aquí visitabas casinos y desaparecías mi dinero, es lo único que me decías cuando regresabas.

—Tienes mucha razón —Hyunjin respondió, sin dar señales de estar avergonzado en lo absoluto ante la acusación —Por suerte para ustedes, pobres de mierda, su servidor tiene membresía inmortal en uno de los mejores hoteles de la ciudad. Pasaremos el día allí hasta que anochezca.

—¿O sea que todo este tiempo pudimos habernos quedado en un hotel decente en vez del cuchitril anterior? —Minho no pudo evitar sentirse ofendido ante las palabras de Changbin, a pesar de vivirlas escuchando.

—¿Realmente crees que un hotel exclusivo pueda existir en una ciudad de mierda como en la que vive este estúpido? —Minho no se sorprendió mucho al notar como nadie del grupo objetó el comentario de Hyunjin, incluyendo a Jisung, que parecía completamente perdido en sus pensamientos mientras caminaban, algo especialmente extraño en él.

Jisung nunca pensaba.

—Muy bien, reguero de imbéciles, hemos llegado —Hyunjin se detuvo repentinamente justo frente a un enorme edificio de fachada de vidrio oscuro, haciéndolos chocar los unos con los otros.

—¿Este es el lugar? —Incluso Chan no pudo evitar demostrar asombro al mirar el edificio, del cual espíritus, criaturas peludas, con cuernos, con escamas, ocho patas, picos alas, y demás; salían y entraban con exclusiva ropa cara.

—Quédense en el vestíbulo, yo me encargo —Ninguno necesitó ninguna palabra más de Hyunjin, y obedientemente lo siguieron hacia el interior del lugar.

Todos, como los absolutos chismosos qué eran, se quedaron mirando atentamente a Hyunjin acercarse a la recepción, donde intercambió palabras con una chica de rasgos de tigre, esta al escucharlo, asintió inmediatamente y le tendió una especie de daga delgada.

Como si se tratara de cosa de todos los días, Hyunjin agarró la daga y con un corte limpio, sangre brotó de su palma, cayendo sobre el mostrador de metal oscuro, el cual resplandeció al contacto de esta, iluminándose con un brillo azulado.

Esa pareció ser la señal que estaba esperando la chica-tigre, ya que de inmediato le extendió una tarjeta color plata a Hyunjin, quien se la arrebató de las manos y se alejó, acercándose nuevamente a todos con una sonrisa arrogante.

—Tenemos una suite para todos asegúrense de descansar bien, porque la verdadera acción empieza esta noche.

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Por las dudas este capítulo es nuevo, y la historia continuará en emisión. Tuve que pausarla a inicios de este año debido a que pasó por una corrección y revisión a manos de una de mis autoras favoritas goguma_wt, y hasta ahora por fin tuve tiempo de actualizar todos los capítulos.

Disculpen la tardanza, quizá no vuelva a actualizar tanto como muchos meses atrás, pero haré mi mejor esfuerzo por no abandonar esta historia. ^^

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