Capítulo 12

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Asegúrate de que tu demonio tenga un buen respaldo cuando lo invoques, las líneas telefónicas de asistencia y atención al cliente del infierno son una mierda:

—¿Así que todo esto empezó porque querías provocarle celos a Seo Changbin de alguna retorcida manera?

—En resumen, sí. —Trató de fingir vergüenza al sentir le mirada incrédula de Woojin sobre él.

—No entiendo qué le ven de bueno a ese tipo, es un emo con músculos y magia, nada destacable —comentó Hyunjin y chasqueó la lengua—. Lo único importante que tiene es el estatus de su familia.

—¿Changbin viene de una familia importante? —Casi saltó del asiento en cuanto se abrió la oportunidad de recolectar más información de su amor.

—Los Seo son una de las familias más importantes y antiguas de Corea del Sur, conocí a algunos de sus antepasados antes, son igual de aburridos y amargados como él —respondió el dokkaebi, acariciando el cabello de Jeongin como si de un perro se tratara. Aparentó no notar la mala mirada de Woojin clavada sobre él, probablemente molesto por distraer a Jisung del tema principal—. Se especializan en dos ramas,legeremancia y conjuros, de las más poderosas de la magia. El bicho negro está registrado como un practicante de conjuros, así que es posible que su hermana sea una legeremante.

—¿O sea que usa una varita o algo así? Ah, cómo quisiera que Changbin me la clavara. —Soltó un gran suspiro.

Todos los presentes, excepto Jeongin, hicieron una mueca de asco.

—Usan grimorios, como con el que te estafaron, tampoco es como que creen magia de la nada —dijo Minho esta vez, evidentemente acostumbrado a esa clase de preguntas y comentarios de Jisung.

—Mercado Shinhwa... ¿Quién diría que lo terminarían cerrando? Carajo, cómo adoraba ese lugar.

Todos contemplaron a Jeongin recostándose con comodidad en el regazo del visual sin percatarse de la manota en su pierna.

«Vaya planta más marrana...»

—Era sucio e ilícito, debieron cerrarlo hacía bastante, especialmente por casos como el de Jisung —contrarió Woojin con una mueca.

—El ángel y demonio que se encontraban ahí habían mencionado algo acerca del robo de almas, ¿saben algo de eso? —preguntó el pelirrojo, no porque le importara, sino por el chisme.

—Escuché algo. Casos de almas del infierno robadas para traerlas al mundo humano, algo como lo que te pasó a ti, pero de forma intencional. Lo que había en ese mercado probablemente era una de las redadas que han estado ocurriendo, inclusive la seguridad ha aumentado, hasta conmigo —murmuró Hyunjin de forma distraída, no pareciendo darle mucha importancia al tema.

Tenía la clara intención de exasperar a Woojin con su falta de interés, cosa que logró hacer.

—El mamado que me llevó a su casa estaba diciendo algo sobre eso el día que me compró. —Por primera vez, en toda su existencia, había dicho algo medianamente útil.

—Los brujos son los más afectados con las medidas que están tomando, tal vez solo mencionó eso. —Woojin trató de restarle importancia, o, más bien, no quería indagar mucho en el tema—. Como sea, ¿podemos hablar acerca de cómo carajo este diablillo tiene alma?

—Excelente pregunta. —Minho sonrió con falsedad.

Los colmillos blancos sobresalieron de los dientes delanteros haciéndolo lucir como un conejo salvaje.

Un desnutrido conejo salvaje.

—Guarnición había dicho algo de que estaba muy limpio como para estar en el infierno, aun así, nos dio el número de asistencia para ayudarnos. Quizá no es tan relevante. —Jisung evitó mirar a los ojos de Woojin cuando mencionó a su ex.

Wrong Devil | Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora