Capítulo 23

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Ten cuidado a quien le abres la puerta cuando te veas obligado a visitar el departamento pobre de tu demonio.

Jisung se vio abruptamente obligado a despertar por un fuerte dolor en su pecho, acompañado del rápido latido de su corazón, que lo hizo sentarse de un golpe, sintiendo el duro suelo bajo su cuerpo. Había tenido una pesadilla, y eso lo sabía, a pesar de no recordarla.

Esperó varios minutos, con una de sus manos sobre su pecho, hasta que finalmente su corazón se estabilizó, volviendo a su ritmo normal, lo que le permitió finalmente relajarse, notando como tenía rastros de lágrimas y saliva seca en la comisura de los labios y mejillas.

A su par, Jisung volvió a ver a Woojin, el cual tenía el torso cubierto con una chaqueta de traje oscura, la cual Jisung reconoció como la de Chan. A pesar de estar dormido, su ceño estaba levemente fruncido, como si aún se preocupara y molestara en sueños, lo que no parecía demasiado raro en el mayor.

Al mirar a su alrededor, Jisung descubrió que no había sido el primero en despertarse, notando como el lugar de Chan se encontraba vacío, así como el de Minho.

Sus ojos se dirigieron hacia la cama, o lo que parecía serlo; porque ya con la débil claridad qué parecía colarse de algún hueco de la débil pared, solo se podía ver una base astillada de madera a punto de desmoronarse, y sobre ella una delgada espuma cubierta por raídas sábanas.

Sobre ella, se encontraba Changbin completamente dormido con una expresión de total calma, como si no hubiera dormido así en semanas a pesar de las condiciones de la cama. Junto a él, se encontraba Jeongin de pie, cubriéndole su cara, cuello y brazos descubiertos con baba, en una expresión de total concentración.

Esa fue la primera vez para Jisung en observar una expresión parecida a la seriedad en la cara de la planta. Pero por otro lado, en las últimas horas, había descubierto nuevas facetas de las personas a su alrededor, e incluso de sí mismo, que nunca creyó haber descubierto.

Como ver a Changbin con pantalones de chándal y camiseta floja, por ejemplo, dejando al descubierto sus pálidos y mamados brazos.

Y observar como sus relaciones más cercanas se desmoronaban a pedazos junto a él mismo, y las personas a su alrededor...

A Minho.

Jeongin pareció notar su mirada sobre el, ya que volteó a verlo, con una gran sonrisa en sus labios, alzando su mano en forma de saludo, chorreando baba por todo su antebrazo.

Jisung le devolvió el saludo con la mano, forzando un desastroso intento de sonrisa, levantándose de su lugar en el suelo con dificultad. Podía sentir el dolor recorrer su cuerpo, así como el aire calaba sus pulmones al respirar, provocadole un dolor en el pecho junto a escalofríos qué recorrían su cuerpo, poniendo su piel de gallina. Sentía frío, y esta sensación parecía no irse a pesar de tratar de abrigarse toda la noche, e incluso ahora, por lo que agarró su chaqueta del suelo, y se la puso, dejándole lo demás a Woojin.

Eso lo hizo preguntarse si el se sentía igual, pero a juzgar su expresión, si ese fuera el caso, probablemente eso no era lo único que le atormentaba incluso al dormir. Jisung se sintió tentado a preguntarle a Jeongin acerca de si se sentía igual, pero rápidamente desechó la idea, Jeongin se veía bastante tranquilo, igual que Hyunjin, el cual ya dormía completamente abrazado al suelo en una esquina de la habitación, olvidando su anterior asco.

Quizá solo eso le pasaba a ellos por ser humanos, o solo a él por ser un fracasado.

—¿Dónde está...? —Jisung se aclaró la garganta, escuchando su voz rasposa.

—Están afuera —Jeongin respondió a pesar de Jisung no haber terminado su pregunta.

Sin embargo, el entendió, dirigiéndose hacía la puerta entreabierta qué el suponía daba a un pasillo, al ser un edificio de apartamentos, al acercarse allí, pudo identificar las voces de Chan y Minho, hablando por lo bajo bastante cerca de la puerta.

Inicialmente, Jisung pensó en retroceder y volver a su lugar, pero unas palabras lo hicieron detenerse abruptamente, usando su mejor talento de chismoso.

—¿Significa que el alma no se fue aunque estoy aquí? —La voz de Minho sonó baja y grave.

—Quizá en un par de días finalmente abandone tu cuerpo al no pertenecer allí, pero no lo sé. Todavía la puedo sentir —Chan respondió, ambos susurraban, con evidente intención de ser escuchados.

—¿Por qué no le dijiste a Jisung sobre tu decisión? —Luego de unos segundos, Chan volvió a hablar, esta vez con un tono más cauteloso, como si dudara preguntar.

—Yo... —Un suspiro interrumpió las propias palabras de Minho —Pensé que sería lo mejor así, de todas formas tu y yo sabemos que nunca pertenecería ahí.

Jisung frunció el ceño, ¿hablaban de su decisión de volver al infierno? Su corazón dio un repentino vuelco de solo pensarlo, teniendo el mismo interrogante de Chan, ¿por qué no se lo dijo a él? El era su persona más cercana después de todo. El era su Seungmin, no Chan.

Su cuerpo se congeló al notar como las voces se habían detenido, así como el sonido de unos pasos aproximarse a su posición, lo que lo hizo apartarse con rapidez, corriendo a lanzarse sobre su lugar con fuerza, sintiendo sus rodillas golpear contra el suelo.

Despertando de un salto a Woojin, y sobresaltando a Jeongin desde su lugar en el suelo junto a Hyunjin, este era el siguiente en la lista de llenar de baba.

Jisung inmediatamente fingió buscar algo en el suelo al escuchar la puerta ser abierta, y los pasos de Chan y Minho acercarse a ellos en silencio. Temía que ambos se hubieran dado cuenta de que los había estado escuchando a escondidas, y si los mirara a la cara, probablemente sería visible en su expresión.

No podría ver a Minho con un rostro inexpresivo, mucho menos luego de escuchar su conversación con Chan.

Afortunadamente, Woojin, como siempre, llegó a salvar el día, sentándose sobre su lugar en el suelo, llamando la atención de todos a su alrededor.

—¿Pudiste descansar bien, hyung? —Jisung preguntó con preocupación, notando las oscuras ojeras bajo los ojos del mayor, así como su palidez enfermiza y ojos enrojecidos.

—Espero que tu lo hayas hecho al menos —Woojin respondió en voz baja, observando con una expresión pensativa la chaqueta ahora en su regazo, antes de mirar de reojo a Chan, probablemente asociando la situación.

—Es importante que no se esfuercen mucho aquí, ustedes al ser humanos, todo al ambiente los afecta y debilita, aunque probablemente más a ti. Woojin tiene más protección al ser guardián —Chan advirtió, observando atentamente a Woojin, a pesar de que su advertencia también iba dirigida a Jisung.

—¿Por eso el aire se siente doloroso? —Jisung no dudó en aprovechar el momento para preguntar —Siento que mi pecho duele y siento frío.

Jeongin al escuchar ello, se levantó de un salto, deteniendo su atención en Hyunjin para correr hacía el, empezando a cubrirlo con baba con una rapidez impresionante. Dejando a Jisung estático sobre su lugar.

Sin embargo, no fue el único en dirigir su atención hacia el, Minho había apartado sus ojos del suelo y ahora miraba a Jisung con atención, como si lo escudriñara en busca de alguna herida superficial.

—Deja que Jeongin te cubra con eso, aliviará los síntomas, el aire de aquí es mil veces peor que respirar polvo fino —Chan volvió a mirar de reojo a Woojin —Ambos deben cubrirse con eso.

—¿Qué haremos ahora, señor Guarnición? —Jisung volvió a preguntar, descubriendo como su cuerpo repentinamente empezaba a sentirse más aliviado luego de que la baba de Jeongin cubriera su rostro y cuello.

—Decidimos salir a explorar un poco los alrededores y ver si podemos retirar el dinero de Changbin —Chan respondió, ignorando completamente el apodo, era probable que ni siquiera lo hubiera notado —Iremos Hyunjin, Minho y yo, ustedes se quedarán aquí junto a Changbin y Jeongin.

Hyunjin, al escuchar ser mencionado, inmediatamente se despertó de un salto, quedando sentado en el suelo con ojos somnolientos y expresión alerta. Su talento de chismoso, hacía de utilidad en momentos así.

—¿A dónde iré? No quiero que me vean con ustedes y crean que soy igual de pobre —Hyunjin frunció el ceño, mirando con desconcierto a su alrededor.

—Iremos a buscar una forma de salir de aquí —La parca no se inmutó ante el comentario, empezando a quitarse la corbata de su traje, guardandola en su bolsillo, quedado solo con la camisa blanca y los pantalones de vestir —Ustedes quédense aquí y traten de no llamar la atención.

—¿No puede ir Woojin en vez de mí? El infierno me abruma, me había acostumbrado a tener mis poderes suprimidos en la tierra —Hyunjin replicó, quitándose parte de la baba qué cubría su rostro con una mueca.

—Si los diablillos y demonios se aprovechan de los que son más débiles, imagina lo que podrían llegar a hacerle a un humano —La voz de Minho sonó baja y ronca, llamando la atención de todos.

—¿Y qué? —Hyunjin se encogió de hombros con indiferencia, haciendo a Woojin fruncir el ceño y a Chan dirigirle una mala mirada —Como sea, igual iré, no porque los obedezca o crean que pertenezco a su grupito de pobres, es porque quiero salir de aquí.

Diciendo eso, se puso en pie con una mueca asqueada, terminando de quitarse el resto de baba del rostro, usándolo como fijador para acomodar su cabello hacia atrás de forma elegante.

—¿De casualidad no tendrás alguna crema facial o jabón? —Minho se quedó perplejo ante la pregunta que le dirigió Hyunjin, sin saber que responder. Aunque la respuesta era evidente.

—Ya vámonos, no perdamos tiempo —Chan suspiró, dándole el aspecto de un padre cansado —Si Seo Changbin intenta escapar cuando se despierte, Jeongin, quedas a cargo de dormirlo. Antes revisé sus bolsillos y tomé su tarjeta, así que es probable que se indigne.

Jeongin fue el único que asintió a la petición de forma energética, lanzándose en un abrazo de despedida hacia los tres, los cuales lo apartaron con incomodidad antes de marcharse, cerrando la puerta con fuerza detrás de sí.

—¿Y si nos comemos a MongMong? —El pesado silencio qué había comenzado a formarse en la habitación fue interrumpido por Jeongin, qué había empezado a cubrir de baba a Woojin, observando con ojos soñadores a Changbin quien lucía profundamente dormido.

—¿Quién es MongMong? – Aunque Jisung no estaba en lo absoluto interesado, aún así preguntó, prefería ello al silencio absoluto que le permitía pensar demasiado.

—La rata de Changbin, aunque no le gusta que le digan rata, hemos estado hablando toda la noche y nos trató muy mal a todos —Jeongin respondió, finalmente alejándose de Woojin al terminar su trabajo, dejándolo igual de cubierto de baba qué Jisung.

—¿Quién se cree él para dejarme su chaqueta y actuar como el líder aquí? —Woojin no pareció prestar atención a las palabrerías de Jeongin, completamente perdido en su mundo, lo que despertó el interés de Jisung.

—¿Por qué odias tanto a Chan? El parece un buen tipo —Jisung se preparó para recibir una mala expresión de parte del mayor, o incluso un golpe. Pero para su sorpresa, Woojin solo lo miró con una mueca cansada.

—Chan puede que no quiera ser una mala persona, pero es una parca y eso ya lo convierte en una —Incluso Jeongin había empezado a prestar atención a las palabras de Woojin tanto como Jisung, lo que quizá lo motivó a seguir —Las parcas son seres frívolos qué no entienden el valor de la vida, y el sin importar que tanto lo intente, nunca lo sabrá.

—Aún así no es culpa de Chan, no podemos elegir lo que somos ni como nacemos —Jisung frunció el ceño, fijando sus ojos en el suelo, temiendo ver la expresión de Woojin —Así como tu no pudiste elegir ser el guardián de Hyunjin, Jeongin una planta zoofílica, Chan una parca... O Minho un diablillo.

—Y aún así, ¿cómo está tu relación ahora con Minho? —Auch, golpe bajo —Los humanos y las creaturas sobrenaturales están destinados a la tragedia, por eso envidio a Jeongin y a Hyunjin, incluso aunque tengan una relación media extraña.

—Innie ama a Hyunjin —Jeongin confirmó, esta vez desviando la atención hacia el, sorprendentemente, su semblante era apagado, dejando completamente de lado su actitud alegre y brillante de momentos atrás —Pero Hyunjin no ama a Innie, Hyunjin siempre amará a alguien más.

—¿A qué te refieres? –En primer lugar, Jisung ni siquiera esperaba que Hyunjin amara a alguien en primer lugar.

—Hyunjin tiene un pasado detrás de él, y la razón del porqué es un dokkaebi quizá tenga relación con eso. Sin embargo, a nadie de los guardianes anteriores se la ha contado alguna vez —Woojin respondió, esto de alguna forma se había convertido en una sección de chismes de personas a su alrededor —Aunque Hyunjin parezca un completo imbécil, en realidad es bastante reservado con su pasado de humano, probablemente porque no lo recuerda. Incluso se desconoce el arma qué lo originó.

—Una daga.

Ambos voltearon a ver a Jeongin, el cual parecía completamente perdido en sus pensamientos. Al parecer la planta tenía una personalidad muchísimo más profunda de lo que el había pensando.

—¿Qué dices? —Woojin preguntó con confusion.

—Una daga, lo ha mencionado en sueños. Sangre. Cueva. Kumiho —Jeongin empezó a mencionar las palabras de forma automática —A veces tiene pesadillas.

—Desde que nací, nunca había escuchado a Hyunjin hablar en sueños —Woojin reconoció, bastante sorprendido.

Por varios segundos, el ambiente en la habitación se sumergió en silencio absoluto, donde cada uno parecía estar pensando y reflexionando, probablemente de sus propios problemas, y de cierta forma, eso alegró a Jisung de tener que librarse de contar los suyos.

Aunque estos eran más que evidentes hasta para la rata de Changbin.

Este silencio se vió interrumpido por el sonido de unos fuertes toques en la puerta, los cuales los pusieron en alerta a todos. Especialmente cuando la persona al exterior, al no tener respuesta, empezó a intentar forzar la cerradura, con la cual no necesitaría demasiado esfuerzo para esta ser abierta.

Jisung miró a Woojin en busca de ayuda como primer instinto, encontrando una expresión igual de confundida en el rostro del mayor, sin embargo, este si se levantó de su lugar en el suelo, acercándose a pasos lentos y silenciosos a la puerta.

Jeongin y Jisung, al no saber que hacer, lo siguieron de igual manera. Existía la posibilidad de que los demás hubieran vuelto, sin embargo, de ser el caso no tratarían de forzar la entrada. Y, después de todo, ellos mismos se encontraban en el mismísimo infierno, con probables asesinos, pederastas, ladrones, pobres y psicópatas y criminales de vecinos.

—Huele feo —Jeongin comentó, haciendo que inmediatamente Jisung se oliera las axilas, empezando a dudar si era una indirecta o no.

—Abriré —Woojin se giró hacia ambos con una expresión alerta, decidiendo actuar al notar como la puerta parecía estar a punto de romperse debido a la fuerza y continuidad de los golpes.

Con lentitud, Woojin empezó a abrir la puerta, deteniendo los golpes al instante, lo que les hizo contener la respiración, literalmente podría haber cualquier cosa detrás de ella, y sería todavía más perturbadora qué Jeongin.

—Ustedes no son Lee —Los tres fueron saludados por un chico de cabello y ojos rojizos, con piel pálida y ojos rasgados. A pesar de que este tenía rasgos parecidos a los de Minho, este tenía un aire espeluznante, lo que lo diferenciaba completamente. Y la sonrisa de tiburón qué les ofreció, inmediatamente los hizo desconfiar.

Jisung había conocido personas con sonrisas insoportables qué nunca quitaban de su rostro, como Jeongin, pero por alguna razón, la sonrisa de ese tipo, era completamente diferente, siendo demasiado siniestra, incluso para Jeongin, el cual retrocedió dos pasos disimuladamente.

—¿Quién eres? —Woojin se llenó de valor, interponiendose en la puerta, tapando con su cuerpo a Jisung y a Jeongin de la vista del tipo.

—Soy su vecino, me llamo Kim —La sonrisa del diablillo empezaba poner nervioso hasta a Woojin —El estúpido fracasado de Lee, lleva desaparecido varios meses así que pensé que quizá había muerto, incluso entré en su departamento a revisar... y ver que me llevaba —Kim, si ese era su verdadero nombre, se aclaró la garganta —Y vaya mi puta sorpresa cuando vi a unos feos sujetos salir de allí esta mañana... Sujetos qué no son diablillos... Y ustedes, imbéciles, no son diablillos.

El acento del tipo sonó extremadamente raro, qué le recordó a Jisung el dialecto de las ancianas de provincias lejanas qué se ponían a discutir en el metro.

—¿Qué quieres? —Jisung se vió obligado a retroceder cuando Woojin también lo hizo, pareciendo listo para cerrarle la puerta en la cara al diablillo.

—Solo quiero ver a Lee —Kim entrecerró los ojos, pareciendo notar las intenciones de Woojin —Ustedes no son diablillos... Huelen a algo distinto... A vitalidad... Almas... Sangre... Frescura.

La respiración de Kim se empezó a volver más errática conforme hablaba, acercándose cada vez más a Woojin de forma amenazante, obligando al mayor a retroceder con horror.

—El maldito idiota de Lee siempre fue egoísta y nunca quiso compartir sus cosas... Así que yo siempre me vi obligado a robarselas —Jisung sintió como un escalofrío le recorrió su cuerpo al notar como el diablillo se relamió los labios, haciendo notar sus dientes amarillentos y puntiagudos.

Jisung no pudo evitar compararlo con Minho y sus blanquecinos y limpios dientes, haciéndolo ver increíblemente tierno y atractivo a sus ojos cuando sonreía, dejando ver sus dientes delanteros un poco más grandes, y el resto perfectamente ordenados. Incluso, a pesar de tener los caninos más grandes y puntiagudos, este no parecía un siniestro perro rabioso al sonreír, a diferencia del maldito diablillo perturbador, qué estaba solo a un paso de ingresar completamente al departamento.

Dejando helados a Woojin, Jisung y Jeongin, este último viendo todo con una expresión llena de curiosidad. Vaya idiota, no usaba su habilidad de dormir a quien quisiera cuando se necesitaba.

Sintiendo una repentina descarga de valentía, Jisung se apresuró a interponerse, quedando cara a cara con el diablillo, sintiendo la respiración de este justo encima de su nariz. Y el desagradable olor qué desprendía este, qué le recordó al retrete luego de que Minho lo hubiera tapado.

—L-lárgate, maldito imbécil —La voz de Jisung más bien sonó como un tembloroso chillido ahogado.

—Empezaré contigo entonces —Jisung de repente sintió como la bilis de su estómago empezó a subir por su garganta al chocar la nariz con la del tipo, lo que le hizo cubrirse la boca con ambas manos, tratando de contener el vómito.

Jisung sintió como la mano de Woojin apretó su brazo, tratando de interponerse entre ambos al notar las intenciones del tipo. Pero no hubo necesidad de ello, ya que alguien más los hizo empujados hacia atrás, alejando al diablillo de la puerta de un puñetazo en la nariz.

—¿Seo Changbin? —Woojin finalmente pareció salir del shock, apresurandose a ayudar a Jisung, el cual trataba de contener las arcadas. Mirando a Changbin con sorpresa.

Changbin no les devolvió la mirada, observando con fijeza al diablillo, el cual había caído al suelo, cubriendo su nariz con ambas manos, murmurando insultos entre dientes.

—Tras de pobre y feo, imbécil —Changbin masculló entre dientes, volteandose hacia ellos, precisamente hacia Jeongin qué parecía bastante interesado en que iba a salir de la boca de Jisung —Tú, planta, duerme a este idiota.

Jeongin con inseguridad, se apresuró a seguir la orden, acercándose al tipo, qué trató de escapar. Fracasando rotundamente al caer dormido contra el suelo con solo una señal de Jeongin, quien parecía bastante complacido con sus acciones.

—¿Qué harás con él? —Al notar a Jisung más recuperado, problamente gracias a Changbin. Woojin se alejó de él, acercándose al cuerpo inconsciente del diablillo en medio del sucio pasillo.

—Hammurabi —Changbin respondió, su expresión estaba completamente indiferente a pesar de la situación. Quizá por el sueño y el cansancio, el cual no se iba de su semblante, viéndose bastante enfermizo y demacrado.

Este probablemente encabezaba la lista del más en la piedra entre los siete. Y esa no sería la primera vez.

—¡No lo matarás! —Woojin replicó, pareciendo bastante aturdido.

—No pienso ensuciarme las manos con la asquerosa sangre de un diablillo, ya tengo suficiente con haber dormido en la cama de uno —Changbin respondió, observando el cuerpo del diablillo con asco —Haremos algo mejor.

—¿Violarlo? ¿Pegarle? ¿Sacrificarlo? —Jisung inquirió con bastante interés, limpiándose el rastro de vómito qué se le había escapado de su barbilla. Uniéndose a los demás que rodeaban al diablillo.

—Estuve escuchando toda la palabrería de ese idiota mientras probablemente planeaba todas las formas en las que los violaría. Y solo pude llegar a una conclusión que nos ayudará a conseguir más recursos qué esos imbéciles que andan afuera —Changbin le lanzó una mirada hostil a Jisung, lo que le hizo bajar la mirada.

—¿Nos lo cogemos? —Esta vez fue Jeongin el de la sugerencia, no viéndose en lo absoluto intimidado ante la expresión de Changbin.

—Entraremos a su cochino hueco de ratas y robaremos lo que encontremos.

—Estoy teniendo un dejavú...

Wrong Devil | Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora