Capítulo 28

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Ten cuidado con las niñas zorro qué se aferren a tu pie, en sí con todas:

—¿Por qué reaccionan así? —Jisung ladeó la cabeza con confusión, pasando su mirada de ellos a la niña —¿No es adorable?

—Es una gumiho, Jisung —Woojin señaló lo obvio.

—¿Y qué? ¿No son como perros o algo así? —A pesar de las características un poco "anormales" de la niña, este no pudo verle peligro alguno.

—Los gumiho son unos imbéciles astutos y engañosos, usan artimañas para engañar a los pobres idiotas que les hacen caso para devorarlos y conseguir su humanidad —Changbin explicó sombríamente, observando con fijeza a la niña, que le devolvió la mirada con igual intensidad.

—O sea, son como perros —Jisung ignoró por completo sus palabras, inclinándose levemente para quedar casi a la altura de la niña —¿Cómo te llamas?

Woojin, varios metros atrás, hizo una expresión de horror, compartiendo el mismo sentimiento de Changbin ante la amabilidad e indiferencia de Jisung respecto a la criatura potencialmente peligrosa qué tenía aferrada a su pierna.

—Heowol —La niña respondió, con una voz aguda y llorosa —¡Perdí a mis padres!

Jisung, por alguna razón, no pudo despegar su mirada de los profundos amarillentos ojos de la niña, observando atentamente como su pupila se iba encogiendo poco a poco, hasta asimilarse a los ojos de un felino, asintiendo lentamente ante sus palabras.

—Muy bien, Heowol, tus oppas te ayudarán —Al escuchar la respuesta de Jisung, Changbin no disimuló en lo absoluto su desagrado —¿Dónde recuerdas haberlos visto por última vez?

Al escuchar su pregunta, la expresión entristecida de la niña cambió drásticamente, formando una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios, imperceptible para los ojos de los demás, menos para Woojin, quien observó con expresión helada rastros de sangre seca en las diminutas uñas de la niña al empezar a arrastrar a Jisung de la mano hacía el lugar donde supuestamente había perdido a sus padres.

—Te apuesto veinte mil wones a que piensa guiarnos hacía su cueva y devorarnos —Changbin se acercó disimuladamente a Woojin, soltando una risa burlona, cosa que no le agradó en lo absoluto a este.

—Estos no son los bosques remotos del mundo mortal o las antiguas dinastías —A pesar de la aparente seguridad de sus palabras, Woojin se contradijo mentalmente, sintiendo un vuelco en su pecho al observar la forma en que la niña rápidamente había tomado el control de Jisung, guiandolo a él, y por consiguiente a ellos dos a través de las criaturas y paredes ruinosas, llegando a un área cada vez más vacía.

—¿Perdiste a tus padres por aquí? —Una punzada de desconfianza golpeó a Jisung al notar como cada vez iban acercándose a una zona desierta, donde la presencia de monstruos se hacía más escasa, y el pesado silencio iba reinando.

La inquietud de Jisung aumentó al solo recibir un fuerte apretón en su mano como respuesta de la niña, haciéndolo contraer su rostro en una mueca de dolor, pero temiendo ponerse en peligro, decidió permanecer en silencio, no podía saber todavía las intenciones de la niña a pesar de su desconfianza.

—Esto tiene que ser una puta broma —Changbin soltó, debatiéndose entre la incredulidad y la burla, al notar hacía donde los conducía la niña, tratándose de un camino de tierra seca qué los llevaba hacía un lugar subterráneo donde conforme caminaban, este se hacía más oscuro —Larguemonos de aquí, ese maldito zorro piensa devorarnos.

Woojin sin dudar, coincidió, decidido a marcharse, disponiéndose a buscar a Jisung, sintiendo la confusión apoderarse de él al notar que este tanto como la niña habían desaparecido en cuestión de segundos.

Compartiendo una mirada de preocupación, ambos hicieron su mejor intento de posición de ataque, estando alertas a su alrededor. Hasta que un súbito golpe en la parte trasera de su cabeza hizo caer a Changbin contra el suelo desmayado, dejando a Woojin con unos pocos segundos de horror antes de que este sintiera también el mismo dolor sordo, y cayera inconsciente encima de Changbin.

[...]

Un tarareo suave a lo lejos parecido a una canción infantil, hizo a Jisung abrir los ojos con pesadez, sintiendo un repentino dolor en la parte trasera de su cabeza, en sus pulmones y en su pecho qué lo hizo volver a cerrar los ojos nuevamente, replanteándose seriamente volver a desmayarse.

Hasta que los recuerdos de sus últimas acciones lo interrumpieron... Una niña gumiho había agarrado su mano... Los había guiado a su cueva y...

Ignorando las múltiples punzadas de dolor que se extendieron por todo su cuerpo, Jisung se obligó nuevamente a abrir los ojos, esta vez pudiendo distinguir poco a poco el ambiente qué lo rodeaba, empezando con que se encontraba en el suelo, atado con las manos contra su espalda en un fuerte nudo, y a su par, Woojin y Changbin sufrían el mismo destino, estos todavía sin recobrar la consciencia.

Al observar un poco más a su alrededor, la única fuente de luz hizo a Jisung desviar los ojos hacía allí, tratándose de Jeongin, quien se encontraba sentado también en el suelo, meciendo entre sus brazos a la perturbadora niña zorro, qué tarareaba la canción casi con afecto.

Junto a ellos se encontraba una lámpara rosada, de lo que alguna vez fue una muñeca, y ahora solo era un palo con fragmentos de plástico por donde desprendía una tenue luz rosada, qué iluminó un poco a su alrededor, permitiendo a Jisung observar como en realidad parecían encontrarse en una cueva, con sus paredes rocosas y suelo sucio... Putamadre, Changbin no se equivocaba.

Tratando de disimular sus movimientos, Jisung movió débilmente sus manos, haciendo el intento de liberarse, viéndose frustrado al notar como el nudo más bien pareció apretarse con más fuerza contra su espalda. Cambiando al plan B, Jisung trató de establecer contacto visual con Jeongin, aprovechando que la niña zorro le daba la espalda, también fallando estrepitosamente al notar como a pesar de sus intentos, la mirada de Jeongin se mantuvo fija en la niña, arrullandola casi con cariño.

Bien, eso era todavía más raro y perturbador.

Completamente resignado, Jisung volvió a tironear de las cuerdas a pesar del dolor qué lo recorrió, deteniéndose repentinamente al notar como Changbin empezó a removerse, dando señales de despertar.

—¡Se los dije, malditos imbéciles! —Jisung quiso darse un cabezazo contra el suelo y morir inmediatamente ante el grito de Changbin, seguido de sus maldiciones dirigidas hacía el cielo y la tierra, sin ser consciente de su situación.

Sin embargo, antes de que Jisung siquiera tuviera la oportunidad de callarlo, la niña zorro se volteó a mirarlos, con una gigantesca sonrisa siniestra cubriendo su expresión, mientras sus diminutas manos se siguieron aferrando a Jeongin qué al también notarlos, les sonrió.

—¡La comida se despertó! —Heowol, Jisung recordó repentinamente su nombre, para el momento en que esta se relamía los labios con avidez, observándolos con evidente hambre.

—¡Los amigos no son comida! —Jeongin, al escuchar las palabras de la niña, se dirigió hacia ella con un tono de regaño, no viéndose intimidado en lo absoluto por el hecho de que probablemente esta lo había secuestrado a él y luego a ellos —¡Las cabras sí!

—Pero, ¡mamá! —La niña replicó, aferrándose con más fuerza a la chaqueta del uniforme de Jeongin, removiendose como si fuera una niña común haciendo una rabieta —¡Tengo que alimentarte con ellos para que seas mi mamá!

—Esta es la vista más horrible que mis ojos han tenido la desdicha de ver —Changbin escupió con asco, empezando a removerse como gusano, tratando de liberarse del nudo de la cuerda, golpeando a Woojin en el proceso, quien emitió un quejido todavía inconsciente.

—Jeongin es su mamá... —Jisung trató de hallar lógica en sus mismas palabras —Me pregunto quien será el papá... Espera, ¿eso significa que Jeongin estuvo embarazado de un zorro y luego lo parió? ¿Cómo lo amamantó? ¿Cómo quedó embarazado?

Changbin golpeó su cabeza contra el suelo repetidamente, lo que le hizo cuestionarse seriamente a Jisung si lo hacía de forma accidental o intencional, a juzgar por sus quejidos llenos de frustración.

Varios metros más allá, Jeongin y la niña zorro parecían mantener una intensa discusión acerca de que podría ser considerado comida y que no.

A ese punto, Jisung había perdido todo el miedo anterior a su situación, pasando a la incredulidad y al aburrimiento, el nudo en su espalda empezaba a molestarle más al respirar de lo que ya lo hacía el aire del infierno.

Afortunadamente, algún ser más allá del infierno pareció escuchar sus plegarias, ya que todos a su alrededor detuvieron sus laboriosas actividades, incluyendolo a él mismo, al escuchar un fuerte estruendo provenir de una de las paredes de la cueva y trozos de roca y polvo volaran por todos lados, haciéndolos toser y dificultando su visión.

—Ya era hora de que esos estúpidos inútiles llegaran —Tratando de no ahogarse con su propia saliva al toser, Jisung distinguió entre los segundos de confusión qué se armaron a su alrededor, la voz de Changbin a su par, lo que le hizo sentirse aliviado.

Solo a un cierto grupo en específico él podía dirigirse como estúpidos inútiles.

—¿Dónde están? ¡No veo una puta mierda! —La voz de Hyunjin se escuchó a lo lejos, seguido de rápidos pasos y más toses qué sonaban a su alrededor.

—¡Veo algo! —Minho gritó entre la apenas claridad qué se iba formando mientras el polvo se iba asentando —¡Carajo, me mordió!

Una fuerte ráfaga de viento peinó a Jisung y lo hizo volver a cerrar los ojos, para volver a abrirlos momentos después, descubriendo como ya el polvo se había alejado, y el ambiente se podía ver más claro, permitiendo ver a Hyunjin y a Chan de pie con un gigantesco agujero en la pared rocosa detrás de ellos.

Mientras que Minho, todavía chillando, trataba de librarse de la mordida de la niña zorro, qué no daba señales de soltarlo todavía en el regazo de Jeongin. Probablemente este se había topado con ella mientras los buscaba a tientas entre la confusión.

—¡Te dije que tenía razón! —A pesar de los hilillos de sangre que resbalaban del brazo de Minho donde se encontraba atrapado, este no pareció verse desanimado en gritarle a Hyunjin, quien parecía bastante ido en su propio mundo, observando con fijeza a Jeongin, quien le devolvió la mirada.

Esto le hizo cuestionarse fuertemente a Jisung el porqué la estúpida planta no había dormido a la niña de una vez apenas lo secuestró, quizá debiéndose a su propia ingenuidad.

—Dijiste eso después de perdernos y terminar escapando de un grupo de trolls apostadores —Chan carraspateó, acercándose a ellos en el suelo con movimientos lentos, tratando de no llamar demasiado la atención de la niña.

Jisung, al lucir como el más cuerdo, fue el primero en ser liberado, con un rápido movimiento de manos de Chan, soltando el nudo con bastante facilidad, lo que le permitió finalmente respirar profundamente y empezar a buscar en sus bolsillos la navaja que había recogido anteriormente, dándose cuenta con decepción que no la tenía, quizá cayéndose mientras era secuestrado. Genial, ahora tras de idiota, desarmado.

—¿Qué le pasó a Woojin? —A pesar de que la parca se encontraba liberando a Changbin, su mirada y rostro lleno de preocupación se encontraban fijos en Woojin, qué se encontraba en una extraña posición en el suelo, todavía inconsciente y con el uniforme anteriormente vino, ahora blanco y sucio.

—La maldita mocosa zorro nos noqueó a todos —Changbin respondió, haciendo un vago intento de ponerse en pie antes de caer nuevamente sentado con una mueca de dolor.

—¡Ayúdame, maldito dokkaebi! —La atención de todos se desvió a Minho, quien todavía seguía apresado en la mordida de la niña, mientras Hyunjin parecía todavía absorto en sus pensamientos y Jeongin solo lo miraba, con aspecto ausente.

Sintiendo nuevamente un impulso de estupidez que lo hizo actuar sin pensar, Jisung empezó a gatear por el suelo, tratando de acercarse sin ser demasiado notado por la niña hasta que estuvo a una distancia suficiente como para lanzarse sobre ella y tratar de apartarla de Minho, empujando a Jeongin a un lado, quien emitió un chillido, finalmente haciendo despertar a Hyunjin de su transe.

Desafortunadamente, ese impulso solo alcanzó unos pocos segundos, los suficientes para que Minho pudiera liberarse, y el fuera empujado por la niña contra el suelo, llevándose la lámpara consigo y apagando toda fuente de luz en la cueva, quedando completamente a oscuras.

Al chocar su espalda contra el suelo, Jisung no pudo evitar soltar un quejido al sentir como el palo y los restos de plástico y vidrio se clavaban en su espalda, sin embargo, ni siquiera tuvo tiempo de poder vivir su dolor adecuadamente, ya que un pie, a pocos centímetros de su cara lo hizo empezar a arrastrarse, tratando de evitar la pelea qué se había formado casi encima suyo.

Siendo Hyunjin y Minho aparentemente los participes de ella, a juzgar por sus voces y gritos. Al retroceder más, Jisung trató de divisar algo a su alrededor, encontrando solamente oscuridad y el rocoso suelo de la cueva, qué le raspó las manos al arrastrarse más, chocando directamente con Changbin, quien emitió un quejido soltandole un puñetazo en la barbilla qué lo dejó viendo estrellas por varios segundos.

—Ah, eras tú —Al darse cuenta de a quien había golpeado, Changbin resopló, sin tener la mínima intención de ayudar a Jisung a levantarse del suelo.

—¡Mamá! —El agudo chillido de la niña hizo a Jisung retorcerse de dolor al impactar el sonido directamente en sus tímpanos.

Pero esa ya no era su preocupación más grande, ya que la niña ahora verdaderamente estaba furiosa a juzgar por los golpes y quejidos qué sonaron con más intensidad, eso probablemente debido a que Jeongin se había escabullido de su lado.

—¡Hyunjin, ayúdame! —Jisung a duras penas pudo distinguir la silueta de Minho chocar contra una de las paredes de la cueva con una mueca de dolor, convirtiéndose ahora en el muñeco personal de la niña, que aprovechando la distracción de Hyunjin por Jeongin, continuó sus ataques en Minho.

—¡Changbin, enciende la luz! —Chan imploró al brujo, a pocos centímetros de Jisung, haciéndolo darse cuenta de que este todavía sostenía a Woojin en sus brazos, protegiéndolo de la pelea qué se desarrollaba, mientras este todavía permanecía inconsciente.

—¿Me ves cara de interruptor, o qué? —Changbin contestó con renuencia, todavía negándose a moverse.

—¡Mierda, hazlo! —Chan insistió —¡No puedo atacar en completa oscuridad!

Soltando un suspiro, Changbin asintió, haciendo emanar de sus manos una fuerte luz que casi cegó a Jisung, iluminando toda la cueva y permitiéndole finalmente observar lo que se desarrollaba a su alrededor.

Hyunjin, al tener más luz, aprovechó para darle una rápida revisada a Jeongin antes de empujarlo hacía ellos, volviendo nuevamente al ataque de la niña, quien tenía a Minho defiendose a duras penas. El dokkaebi parecía querer asegurarse de que Jeongin estuviera bien antes de dejarlo ir, incluso si eso incluía dejar a Minho lastimandose.

Maldito hijo de perra.

Al notar a Jeongin acercarse para atender a Woojin, Chan lo dejó en sus brazos, también preparándose para atacar. Era increíble como una sola niña podía dar pelea a un dokkaebi y a una parca con bastante determinación. Ya que ella, aunque si se podía notar herida, todavía peleaba con la misma fiereza, lanzando golpes y arañazos a diestra y siniestra, evitando por completo las sombras oscuras de poder qué parecían emanar de Chan a la hora de atacar, quien aparecía y desaparecía entre ellas, y las ráfagas de aire de Hyunjin, qué revolotearon por toda la cueva, incluso golpeando a Jisung, qué cayó nuevamente boca arriba al suelo por la fuerza del impacto.

A pesar de las punzadas de dolor que recorrían todo el cuerpo de Jisung, este se negó a mantenerse quieto, echándose un último vistazo rápido a sí mismo, aprovechando la tenue luz antes de volver a arrastrarse con cuidado, rodeando a Changbin en el camino, quien tenía el rostro sudoroso y una expresión de cansancio, a pesar de solo mantener diminutas esferas de luz por toda la cueva.

Vaya poder el del emo, pasó de gótico a Tinker Bell.

Tratando de no distraerse, Jisung continuó con su camino, viéndose obligado cada tanto a esquivar los ataques y ráfagas de viento qué se desviaban, amenazando con golpearlo, hasta que finalmente llego a su objetivo. Un golpeado y herido Minho, qué a duras penas todavía podía mantenerse sentado con la espalda apoyada sobre una de las paredes de la cueva. Era increíble como este en un margen de horas luego de ser brutalmente golpeado, nuevamente había vuelto a ser herido.

Minho al observarlo, de inmediato trató de acercarse, haciendo una mueca de dolor al moverse, a lo que Jisung se apresuró a sostenerlo, antes de que cayera de cara contra el suelo.

—Te ves horrible, ni se te ocurra ponerte a llorar —A pesar de la gravedad del momento, Jisung no pudo evitar comentar, sintiendo una opresión en el pecho al observar varios hilos de sangre que bajaban de la cabeza de Minho, manchando su rostro.

–Esto no es nada a quebrarme un brazo por caer de una ventana —La risa de Minho pareció hacerlo sentir más dolor, lo que le preocupó a Jisung.

—Debemos salir de aquí —Jisung lanzó un breve vistazo a Jeongin y a Woojin, el segundo empezando a despertarse, todavía en shock.

Sin embargo, antes de que alguno de los dos tuviera la oportunidad de hacer un movimiento, la niña fue empujada desde la pelea, aterrizando justo en la pierna de Jisung, donde se aferró con fuerza mientras lloraba y gritaba.

—¡Tengo a la zorra! —Jisung chilló con horror, tratando de llamar la atención de Hyunjin y Chan al mismo tiempo que movía sus piernas como loco, tratándose de deshacerse de ella, fallando al notar como esta incluso clavaba sus uñas en su pantalón.

—¡Quiero a mi mamá! —Seowol, continuó gritando, señalando a Jeongin, qué continuó llenando de baba a Woojin con una expresión ansiosa.

—¡Esa no es tu mamá, es mi mascota! —Hyunjin finalmente se dignó a acudir en su ayuda, jalando por las piernas a Haewol, tratando de separarla de Jisung, quien continuó pateando mientras Minho siguió arrastrándose por orden de este.

—¡Es mi mamá! —La niña siguió gritando, apretando más su agarre en la pierna de Jisung, sacándole un grito de dolor —¡El dijo que sería mi mamá!

—Me dio pena —Jeongin finalmente saltó en su defensa, apartándose de Woojin para que Chan lo cargara, recibiendo Chan golpes suaves de este antes de rendirse con una mueca adormilada, aparentemente la niña le había pegado en una zona importante.

—¡Pero no puedo estar sin mamá, no puedo! —La niña continuó el lloriqueo qué ahora se había convertido en berrinche, al mismo tiempo en que Jeongin prácticamente apañó a Minho, y al instante se puso a llenarlo de baba, evidentemente bajo presión debido a la niña.

—¿¡Por qué no puedes estar sin mamá?! —Jisung lloriqueó, sintiendo sus garras clavarse más —¡Yo tampoco tengo mamá y estoy bien! Bueno... Algo así.

—¡Tu estás feo! —La niña lloró, ofendiendo completamente a Jisung, que trató nuevamente de patearla con indignación.

—¡Mamá tampoco tiene mamá! —Jeongin, en medio de su laboriosa tarea de casi revivir a Minho, no dudó en lanzar su aporte a la conversación.

—No puedo creer que toda esta puta mierda está sucediendo por esa estupidez —Todos voltearon su atención a Changbin, qué les devolvió la mirada con una expresión de pocos amigos, y con buena razón, ya que este parecía estar a punto de desmayarse en cualquier momento, y solo para mantener luz para que todos discutieran en paz.

—¿Entonces puedo estar sin mamá? —Jisung sintió que podría llorar de alegría al finalmente librarse de las garras de la niña, sintiendo como esta poco a poco lo soltaba.

—Mocosa, literalmente nací de una puta daga ensangrentada, ¡por supuesto que puedes estar sin mamá! —Hyunjin también había detenido sus intentos de jalar a la niña, teniendo una expresión de querer estrangularla en cualquier momento.

—Mi mamá está en Cancún con su nuevo novio de mi edad ahora mismo, tampoco tengo una —Woojin murmuró semiconsciente, haciendo a Hyunjin soltar una risa burlona.

—Ese novio soy yo.

—Cierta la maldita boca, duende idiota —A pesar de que Woojin casi susurró, fue escuchado por todos, haciéndolos soltar algunas risas, aligerando el ambiente de pelea qué se había formado.

—¿Ya puedo apagar la luz? —Changbin se removió con impaciencia, recibiendo el silencio como clara negativa.

—¿Qué pasó con tu mamá? —Tratando de convencerse de que esto lo salía por el chisme a pesar de momentos antes patearle la cara a la niña, Jisung trató de entablar conversación, acercándose a ella de manera cautelosa.

—Desapareció, me dejó aquí hace mucho tiempo —Haewol respondió, afortunadamente apagando su espíritu de lucha por uno más apagado.

—¿Esta es? —Para sorpresa de todos, Minho fue el que habló, sentándose con dificultad en el suelo, apartando a Jeongin, rebuscando algo en sus bolsillos con una mueca de dolor. Hasta que finalmente lo encontró, extendiendo la palma hacía la niña.

—¡Mamá! —La niña de inmediato soltó a Jisung, abalanzandose sobre Minho, quien le dio el objeto.

Sintiendo curiosidad, Jisung observó más de cerca, descubriendo qué se trataba de una diminuta esfera brillante, la cual la niña sostuvo entre sus manos con delicadeza... Era la perla de su madre.

Ver dramas de fantasía mitológica finalmente había servido de algo.

—¿Cómo la encontraste? —Hyunjin pareció genuinamente sorprendido, probablemente no tanto por el hallazgo, si no de la utilidad del mismo.

—Me cayó encima de la mesa de apuestas cuando nos empezamos a perseguir, así que la guardé —Minho contestó, pasándose el dorso del brazo por la frente, limpiando restos de sangre, la cual empezaba a secarse.

—¡Encontraste a mamá! —Antes de que él pudiera apartarse, la niña zorro se lanzó sobre él, apretándolo en un fuerte abrazo qué le hizo soltar un quejido.

—Me acabas de quebrar dos costillas más —Minho sollozó, lanzándole una mirada de auxilio a Jisung, quien soltó una risa temblorosa, dividiéndose entre la preocupación y la gracia ante la estúpida situación.

—Tu madre no empezará a formarse hasta lunas después —Chan se dirigió a la niña, quien lo observó con una expresión atenta. Nadie podría decir que habían estado peleando a muerte hacía dos minutos —Debes ser paciente y proteger la perla, esta no debe mancharse de sangre, si lo hace, tu madre nunca volverá.

Al escuchar las instrucciones, la niña asintió energéticamente, finalmente separándose de Minho, quien soltó un suspiro de alivio.

—¡Gracias por ayudarme a encontrar a mamá! —A pesar de ser literal un monstruo y tratar de matarlos no hacía mucho, demostró que aún así tenía modales, inclinándose brevemente en una señal de agradecimiento, tal y como lo hacían normalmente los humanos.

—No es nada, gracias a ti también por casi reventarme los órganos —Minho respondió, haciéndole un gesto de despedida a la niña, quien ya parecía lista para irse.

Sin embargo, esta antes de alejarse, se detuvo un momento donde Jeongin, también abrazándolo con fuerza y susurrandole unas palabras antes de irse, dejándolo con una expresión conmocionada.

—¿Qué te dijo? —Hyunjin frunció el ceño, acercándose a Jeongin apenas la niña se alejó, desapareciendo en cuestión de segundos.

—Me dijo que lamentaba el destino qué sufrí —La planta respondió sacudiendo la cabeza —¿Se refería a mi amor fallido con Nayeli?

—No le prestes atención a sus palabras, los zorros son conocidos por sus artimañas y mentiras —Hyunjin respondió, cambiando rápidamente su expresión de una preocupada a una más relajada, agarrando la mano de Jeongin para jalarlo y ponerlo de pie —Larguemonos de aquí, con suerte no habremos perdido el autobús.

—¿Ya puedo apagar la luz? —Changbin nuevamente preguntó, empezando a tambalearse a causa del esfuerzo.

—Nop, guía el camino de regreso —Hyunjin respondió, sin inmutarse ante su estado.

—Creo que tengo algo clavado en la espalda —Jisung murmuró, también tratando de ponerse en pie con dificultad, sintiendo como un líquido cálido bajaba por su espalda.

—Levántate la camisa, veré que hay ahí —Chan, siendo despachado por Woojin al este finalmente tener la fuerza para ponerse en pie, todavía con las mejillas rojas debido a su cercanía con él. Se aproximó a ayudar a Jisung.

Mientras Woojin se dirigió a ayudar a Minho a levantarse, dándole una última examinada a sus heridas, las cuales ya lucían con mejor aspecto. Era increíble como ambos, a pesar de sus diferencias, podían ponerse de acuerdo para ser los guías y cuidadores del equipo. Aunque Woojin había pasado inconsciente los últimos acontecimientos ocurridos, teniendo todavía un oscuro hematoma en uno de los costados de su frente, afirmando enérgicamente qué se encontraba como nuevo.

—¡Putamadre, Chan, me arrancaste la espina dorsal! —Jisung chilló con dolor al sentir como un pedazo de quizá la lámpara fue retirada de su espalda por la parca.

—Quédate quieto —Jisung casi saltó cuando escuchó la voz de Minho justo detrás suyo, pasando sus dedos cubiertos de los residuos de la baba de Jeongin qué este había dejado en él, por las heridas de su espalda, haciendo que este se sonrojara.

Al sentir su cercanía, Jisung al instante trató de cubrirse, sintiendo una repentina vergüenza sin razón, como si nunca hubiera visto al diablillo prácticamente desnudo y viceversa.

—Vamos, los demás se están alejando, avísame si sientes que te vas a desmayar —Terminando de cubrirlo, Minho le bajó la camisa, ofreciéndole su mano para que caminaran juntos, algo que Jisung aceptó sin dudar, sintiendo como su corazón amenazaba con salirse de su pecho, y un repentino nerviosismo lo recorría.

Era increíble como podía sentirse de esa forma, a pesar de haber salido momentos antes por los pelos de una situación mortal donde probablemente perdió medio litro de sangre y sentía todo su cuerpo doler. Ese era el efecto de Minho sobre él.

—¡Changbin se desmayó! —Woojin alertó, metros más adelante, seguido de la oscuridad instantánea qué nuevamente los envolvió.

—¡Ya lo recogí! —Chan avisó también, probablemente refiriéndose a haber cargado al brujo en sus brazos.

Vaya privilegio, del cual Jisung no se sintió tentado en lo absoluto.

Wrong Devil | Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora