Miraba su ropa y manos llenas de tierra aun, su mirada viajo hacia el frente viendo mal por el retrovisor a Muto quien le sonrió mientras tomaba la mano de Nahoya para darle un beso, en cuanto llegaron al hogar de los gemelos Souya no espero para bajar y entrar azotando la puerta. Nahoya miro a su par con un suspiro, pronto la figura de su madre apareció haciéndole señas, se despidió de Yasuhiro con un rápido beso, la mirada inquisitiva de su madre le hizo acelerar el paso escaleras arriba hacia su habitación, al pasar por ella pudo escuchar los sollozos y quejas de su gemelo, para cuando la hora de la comida llegó Souya se negaba a hablar, peor aún lo ignoraba solamente a él.
Su madre evitó el interrogatorio correspondiente hasta que su hijo menor terminó de comer, el de cabellos azules se levantó llevando su plato a la cocina, salió de nuevo con la regadera y otras cosas al jardín improvisado en la terraza de la casa, una vez solos el interrogatorio comenzó para Nahoya.
Por más de una hora madre e hijo hablaron sobre lo sucedido ese día en la universidad, la señora Kawata no dudo en regañar a su retoño, espero a que Sou apareciera para preguntar su versión, al ver el sonrojo en el menor la mujer sonrió, la felicidad duró poco cuando Yasuhiro salió en la conversación, Souya se encargó de dejarle en claro a su par que si Muto volvía a gritarle o a intentar algo en contra del chico que le regalaba las plantitas el mismo le rompería los dientes a pesar de sus quejas.
Cuando de nuevo estuvieron solos la señora Kawata se dio el tiempo de analizar a Nahoya, su hijo evitaba verla pues ya sabía lo que diría.
— ¿Aún piensas seguir con ese tipo?, ¿en verdad lo amas Nahoya?, ¿vale la pena?— el menor miro a su madre con temor, desde que había conocido a Yasuhiro jamás se había cuestionado nada de eso, su relación hacia comenzado por insistencia del más alto, en casi cuatro años de relación Muto era quien toma las decisiones en su relación con Nahoya, incluido lo que él llamaba "tiempos fuera" los cuales consistían en él saliendo con otros chicos o chicas mientras Nahoya permanecía en casa, tenía prohibido salir o conocer a alguien más sin antes consultar el asunto con Yasuhiro.
A pesar de todo eso y las preguntas de su madre ella asintió, si bien no podía gritar que amara incondicionalmente a Yasuhiro Muto, podía decir que se sentía bien con el hasta cierto punto.
El resto de la noche pensó si en verdad lo suyo y lo de Muto era amor, si lo era entonces todo estaría bien.
Pero si no lo era en verdad estaría perdido...