01 - NATHANIEL

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Todo comenzó en Londres, el lugar donde estuve viviendo toda mi vida hasta ahora. Era un lugar increíble, tenía un grupo de amigos excepcionales. Desde otros ojos podría decirse que disfrutaba de una vida perfecta. Mi padre era dueño de una empresa y siempre se encargó de que tuviéramos la mejor educación y que no nos faltara absolutamente nada. Y no lo iba a negar, mi vida marchaba bien, no podía quejarme de casi nada, pero el problema era que yo no estaba bien.

Me di cuenta de esto un día cuando quedé con mi grupo de amigos, mis amigos de la infancia, quince años de amistad; se dicen fácil. Recuerdo que ese día fuimos a una discoteca que solíamos visitar desde bastante jóvenes, era uno de los planes que más disfrutábamos. Aunque en algún momento dejó de ser divertido para mí, pero tenía que continuar fingiendo que sí lo seguía siendo. Al principio estaba tan feliz de volver a verlos que solo pensaba en eso, pero conforme pasaban los minutos y los veía reír, beber alcohol y divertirse con distintas chicas por un momento sentí como si fuera un espectador en este mundo y me estuviera viendo a mí mismo desde lejos y pensé: buah, ese tipo no encaja ahí.

En ese momento me di cuenta, ya no era parte de ese grupo de amigos. Me sentí abrumado, nunca había pensado que en algún momento me llegaría a sentir así estando con ellos, pero mientras más tiempo compartíamos, más lo pensaba y solo tenía ganas de salir de allí corriendo para estar solo. Me sentía increíblemente incómodo.

—Nathan, ¿estás bien? —uno de los chicos me preguntó, probablemente mi cara era un poema con todo lo que pasaba por mi mente a la vez en ese preciso instante.

—Sí, todo bien. Voy a ir al baño, ya regreso.

Necesitaba estar solo al menos por un momento, los pensamientos en mi cabeza no eran muy claros, llegué al baño y me eché agua en la cara mientras mantenía los ojos cerrados por unos segundos. Suspiré y miré mi reflejo en el espejo, llevaba veinticuatro años en esta ciudad y quince de estos fueron junto a ese grupo de chicos que son unos increíbles amigos, no es que esté cansado de ellos, es que ya no me siento parte de ellos.

Había algo en mí que cambió, como si una parte de mi alma me estuviera pidiendo más.

Vive más, Nathaniel.

Sé más atrevido.

Comienza a vivir tu propia vida.

El momento es ahora.

Quizás necesitaba un cambio de ambiente, estaba comenzando a vivir mi etapa de adulto luego de finalizar la universidad y no estaba siendo algo tan sencillo como me espera. Además, me estaba aburriendo de las tonterías que había estado haciendo durante los últimos siete años de mi vida.

Llevaba desde mi adolescencia sintiendo que actuaba como alguien que no era solo por tratar de encajar. Mis padres querían que jugara al fútbol, jugué al fútbol y me convertí en uno de los mejores del equipo. En el colegio tuve que adaptarme al estilo de vida que mantenían los demás chicos porque mis intereses eran distintos a los de ellos y a veces eso era tema para burlas. No sé en qué preciso momento empecé a desconectar con mi escencia, pero de ahí en adelante comenzaron las fiestas, las chicas, el alcohol, los gustos costosos porque eso era lo que impresionaba, esos eran los únicos temas que salían a conversación. Luego mi papá quería que fuera su sucesor en la empresa y me preparé profesionalmente para eso ignorando cada una de las cosas que a mí me gustaban, de todas formas ya había olvidado lo que era, me había acostumbrado a fingir y ser lo que los demás esperaban que fuera.

Más allá del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora