Capítulo 41

1.7K 101 0
                                    

Afortunadamente no tardamos demasiado en terminar de bañarnos y alistarnos, esta vez sin distracciones. 

Ahora nos encontramos yendo a un restaurante que se encuentra dentro del hotel de la mano con Caden y de mi otra mano se encuentra Sky con Kayla y Stephan. Los últimos dos se encuentran hablando y riéndose, mientras que Sky nos cuenta a Caden y a mi algo sobre como una abeja le picó la oreja a Stephan de camino a la piscina y como se le hinchó del tamaño de un tomate, todo una aventura. Me alegro que se haya divertido con ellos.

Llegamos al interior del restaurante y cada uno se sienta alrededor de la mesa a esperar a que vengan a darnos el menú para poder pedir nuestra comida. Una vez se acerca un mozo y nos da los menús, pedimos y nos ponemos a charlar entre nosotros sobre ningún tema en particular. Veo como Sky, Caden y la pelirroja hablan y se ríen entre ellos como si nunca los hubieran separado por años, es increíble como ha avanzado su relación en tan pocas semanas. 

Minutos después, llegan con nuestra comida y cada uno empieza a comer a la vez que intercambiamos palabras cada cierto tiempo. Una mano se posa sobre mi rodilla y miro a Caden, que me da una de esas sonrisas que me encantan y luego se acerca a mí.

-Te amo brujita- me dice por lo bajo haciendo que sonría y me recueste en su hombro mientras seguimos comiendo

Pasamos varios minutos así hasta que, de un momento a otro, los vidrios de los ventanales explotan saliendo en todas direcciones e incrustándose en nuestra piel, intento cubrir a Sky con mi cuerpo para que no se corte pero algunos le llegan sin yo poder evitarlo. Caden se coloca sobre ambas para protegernos al igual que Stephan sobre Kayla. Alzo la mirada para ver que es lo que provocó la explosión, hasta que veo como hombres con armas y máscaras entran al lugar, disparando al techo haciendo que la gente se esconda debajo de las mesas. 

Maldita sea, no puedo tener ni un día de paz. Mal día para darles libre a los de seguridad.



...

Los hombres enmascarados hicieron que nos acostemos en el suelo boca abajo y nos amarraron las manos detrás de la espalda para evitar que nos movamos. Se preguntarán porqué no estoy haciendo nada al respecto, bueno, primero porque no estoy sola, estoy con mi familia y no planeo hacer que los maten. Así que prefiero esperar a que hagan lo que sea que vayan a hacer y que se larguen sin que lastimen a nadie, no me voy a arriesgar. 

-Brujita- dicen y miro a Caden- ¿Tienes algún plan?- me pregunta y yo solo ruedo los ojos

¿Por qué todos piensan que siempre tengo un plan? A veces mi cerebro se queda en blanco saben.

Regreso a la realidad cuando siento un golpe suave en la pierna. Miro a Caden y niego la cabeza dándole mi respuesta, a lo que el suspira con frustración y mira a su alrededor. Más le vale no hacer nada estúpido.

-Caden te juro por dios que si haces alguna estupidez te mataré- le susurro pero al parecer no lo digo tan bajo porque uno de los enmascarados se gira en nuestra dirección y se acerca a nosotros

Una vez llega a donde estamos, se agacha y se acerca a mi rostro.

-Pero miren que tenemos aquí- dice a la vez que me recorre con la mirada el cuerpo, miro a Caden y lo único que puedo ver en sus ojos, es muerte... y no una muy linda

Le doy a una mirada señalando mi espalda a lo que entiende y me da la espalda, quedando sus manos a la par con las mías y luego comienza a desatarme con cuidado para que no lo noten. Regreso la vista al enmascarado y esta vez me está mirando a los ojos. Le sostengo la mirada por unos segundos hasta que se levanta y me jala, quedando yo sentada frente a el, y el de pie. Lo vuelvo a mirar y puedo intuir que está sonriendo el maldito.

LA JEFA DE LA MAFIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora