LA JEFA DE LA MAFIA

Capítulo 17

...

-Les agradezco a todos por haber asistido a este evento con el fin de recaudar fondos para los niños sin hogar, gracias a todos por sus donaciones y se que va a ser de mucha ayuda para ellos, los invito a seguir disfrutando del evento, pasen buena noche- les digo a todos los invitados para que se vayan de una vez

Sé que es por una buena causa, pero llevo más de cuatro horas sentada en una maldita silla sin poder irme porque voy a ser la maldita dueña de la empresa. No es lindo sentir que tu trasero se vuelve plano.

-¿Tu primo sigue en mi departamento?- le pregunto a Kayla una vez que regreso a la mesa

-Si, me dijo que te dijera que revisaras tu teléfono porque te había enviado una foto- me responde y rápidamente cojo mi teléfono y veo la foto que me envió indignada

-Ese maldito imbécil- murmuro suspirando profundamente intentando no ir y matarlo

-¿Qué pasa?- me pregunta la peliroja

-Pasa que el imbécil de tu primo está en mi cama- le respondo alejándome de ella unos metros y le marco, agh, idiota, imbécil, estúpido

-¿Si?- contesta el muy descarado

-Sal de mi cama, ahora- le ordeno furiosa

-No lo creo brujita

-No te pregunté, sal ahora y deja mi cámara

-¿Sabes? hace un rato encontré tu reserva de gomitas, tienes que reforzar tu sistema antirrobo - me dice

-No se te ocurra tocarlas, estás yendo demasiado lejos, puedo tolerar que estés en mi cama y que hayas tocado mi cámara, pero tu tocas UNA sola gomita de mi reserva y puedes darte por muerto Morgan- le advierto seria, nadie se mete con mis gomitas

-Tranquila bruja, ni si quiera me gustan esas cosas- dice y me vuelvo loca

-Tu raro, no te atrevas a volver a decirme eso- le digo completamente indignada

-Tampoco me gusta la pizza- me dice y ya no aguanto

-No me vuelvas a hablar en tu vida

-Tu me llamaste- me dice con tono burlón

-Aaaghhh- cuelgo y regreso a donde está Kayla- Vámonos- le digo y caminamos hasta la limusina

-¿A dónde?- me pregunta y me detengo a mirarla

-A matar a tu primo- le respondo y entramos al auto dirigiéndonos a mi departamento para cometer un homicidio

...

-Maldito desgraciado discriminador de gomitas, mereces morir- le digo al tatuado mientras le pego en la cabeza una y otra vez- Ibas a comerte mis gomitas y luego me dices que no te gustan, eres de lo peor- llevo como media hora así, yo insultándolo y el quejándose como un bebé

-¡Ya deja de golpearme mujer!- me dice y me detengo un momento

-¿Para que quieres que me detenga, para que sigas insultando a mis gomitas? no lo creo amigo- le digo

-Ok, ok ¿perdón si?- me dice antes de que lo vuelva a golpear

-¿Qué lamentas?- le pregunto incitándolo para que siga hablando

-Lamento haberme metido a tu cama y haber agarrado tu cámara- carraspeo y pone los ojos en blanco- Y lamento haber insultado tus preciadas gomitas- me dice y me siento tranquilamente a su lado como si nada hubiera pasado