LA JEFA DE LA MAFIA

Capítulo 13

Esto se pone cada vez mejor.

-Pensé que el jefe de la mafia italiana era una mujer- le digo alzando una ceja

-Pues parece que estás mal informada nena- otra vez ese asqueroso apodo- El jefe soy yo- dice y pone su mano en mi muslo

Ya perdió una mano.

-Deberías tener más cuidado a quien le dice esas cosas, no sabes con quien estás hablando... nene- susurro con cuidado de que nadie más nos escuche

-¿Y según tú, quién vendrías a ser?- me pregunta subiendo un poco más su mano

-Podría ser alguien peligrosa- le vuelvo a susurrar al oído y luego me alejo sonriendo tranquilamente

-¿Ah si?- me dice acercándose más

-Mhmm... podría costarte caro lo que acabas de decir- le digo y me alejo un poco

Saco mi teléfono y marco el número de Vincenzo, el jefe de seguridad de mi mafia, para saber dónde están mis hombres

-Signora- responde al primer tono

-Vincenzo, dove stai?- le pregunto sonriendo para que el imbécil crea que estoy jugando

-Siamo a pochi metri da lei signora- me responde con respeto, tantos años de conocerme y saber lo que le hago a la gente que me traiciona dieron sus frutos

-Bene, dai- ordeno y cuelgo

-Y dime nena, ahora que ya cortaste ¿qué te parece si tu y yo nos vamos a un lugar más... privado, y me hablas así en italiano?- me pregunta colocando su mano ésta vez cerca de mi trasero

-Mira niño, creo que no has entendido lo que está pasando...-tomo su mano y la alejo de mi bruscamente- Te lo digo por última vez... lárgate- repito y mis hombres se acercan por detrás suyo y colocan una mano en cada uno de sus hombros

Se gira a mirarlos y luego vuelve a mirarme a mi nervioso.

-Te presento a Vincenzo y Giorgio Da Luca, chicos les presento a... ¿cómo te llamas?- le pregunto divertida por el rostro del pobre chico

-Austin Gates- responde con orgullo a pesar de estar a punto de mojar sus pantalones

Por supuesto. Hijo de Lance Gates, dueño de las empresas de exportación de autos. Me causa gracia porque su padre tiene negocios conmigo y su hijo al parecer no sabe nada de nuestro mundo, una lástima.

-Bien Austin ¿sabías que ir diciendo por ahí que eres el jefe de la mafia italiana es muy peligroso, por no decir bordeando lo estúpido?- le pregunto acercándome a el, haciendo que los hermanos Da Luca retrocedan unos pasos para darme espacio y lo comience a rodear como si fuera mi presa

Al ver que no habla me paro frente a el y tomo su camiseta en mi puño acercándolo a mi rostro.

-No me gusta que anden diciendo mentiras sobre mi- le espeto enojada, éste imbécil me está difamando

-Tu eres...- lo interrumpo

-Al fin- contesto soltándolo con una sonrisa maliciosa en mi rostro

-No te creo- me dice y rápidamente saco mi navaja y la pongo en su cuello haciendo que una hilera de sangre salga por la presión que ejerzo

-Mira niño, me estás colmando la poca paciencia que tengo - digo entre dientes haciendo más presión en su cuello, no no no, recuerda tus terapias Alessa, recuerda tus terapias, no fuiste dos malditos años a ese lugar por nada, suspiro profundamente calmándome y cierro los ojos para luego abrirlos y mirar al mocoso- Lárgate antes de que te mate- le digo y alejo la navaja de su cuello mientras retrocedo