Capítulo 2

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Estoy terminando de poner todo en cajas, solo me falta guardar mi teléfono en el bolso y...... listo, Dios realmente me cansé, cargar cuatro cajas mientras bajo por las escaleras no es nada lindo, créanme.

Veo la hora en mi teléfono y son exactamente las 7pm y tengo hambre, así que entro a la cocina y me subo sobre un banquito al lado de los gabinetes y cojo mis amadas gomitas, comenzando a comerlas hasta que me las acabo y desecho la bolsa en el tacho para luego subir las escaleras y entrar a mi habitación. Camino hasta el baño y me despojo de mi ropa para tomar una ducha y relajarme mientras pienso en la mudanza.

La verdad es que me da igual irme, total, allá también tengo mi trabajo.

Me pongo shampoo masajeo mi cabello, para luego enjuagarlo y ponerme acondicionador en las puntas y luego volver a enjuagar mi pelo. Cierro la ducha y salgo enrollándome la toalla en el cuerpo y otra en la cabeza.

Me dirijo a mi armario para sacar mi pijama que deje ahí y me cambio. Una vez que termino de cambiarme me meto a mi cama porque ya son las 10pm y tengo sueño

Si...... digamos que me demoré sólo un poquito duchándome, pero en mi defensa, el agua estaba calientita y no quería salir. Una vez en mi cama, me acomodo y cierro los ojos para dormir.


...

Estoy sentada en la banca de un parque mientras el viento corre y Yo muevo mis pequeñas piernas en el aire porque por alguna razón no alcanzo el suelo

De pronto alguien se sienta a mi costado Y por miedo no levanto la cabeza no sé porque siento tanto miedo hacia esa persona durante unos minutos puedo percibir la penetrante mirada de esa persona pero por ninguna circunstancia levanto la vista hasta que oigo que me habla mientras me toma del brazo con fuerza

- Mocosa malcriada no debiste de haber nacido nunca, pero tú no tienes que preocuparte por nada, te voy a quitar el sufrimiento- me dice él, su voz era ronca, áspera y me provocaba escalofríos, no sabia quien era pero tenía mucho miedo

Me despierto sobresaltada abriendo los ojos mientras me siento de golpe.

-Tranquila Alessa... sólo fue otra pesadilla- me digo en voz baja tratando de calmarme, pensé que ya se habían ido

No las había tenido desde hacía años. Pero ésta vez fue diferente, el miedo que sentí cuando tomó mi brazo fue tan fuerte que me desperté. Pero sólo fue una pesadilla, solo eso, no es real, no es real.

Después de unos minutos, ya estoy un poco más calmada y giro mi cabeza para mirar el reloj y veo que son las 8:15 am. Perfecto. La maldita pesadilla me despertó temprano. Ya no puedo dormir así que sólo me queda estar tirada boca arriba en mi cama.... o ir a comprar más gomitas para el viaje. Ding ding ding las gomitas ganaron, las gomitas siempre ganan.

Bien, vamos por esas sexys gomitas.


...

Cuando llego al supermercado son las 8:30, bajo del coche y entro dirigiéndome a la sección donde están mis bebés.

Una vez al frente de ellas cojo cinco cajas de veinte gomitas cada una y las pongo en el carrito que cogí al entrar.

Se me acerca un chico castaño de ojos color miel que lleva un uniforme blanco con un pequeño logo en el pecho, se nota que trabaja aquí y no debe de pasar de veintiocho. Con ese rostro lo contrato para modelo.

-Hola ¿Puedo ayudarte en algo?- me pregunta con una sonrisa de lado en el rostro

-Ehhh, si ¿Puedes alcanzarme esas dos cajas de gomitas por favor?- le pregunto un poco ansiosa por mis gomitas

LA JEFA DE LA MAFIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora