LA JEFA DE LA MAFIA

Capítulo 34

Estoy tan cómoda en mi cama que no me quiero mover. Siento una leve caricia en mi mano que me hace suspirar por el tacto e inmediatamente se que se trata de Caden.

-¿Brujita me escuchas?- me pregunta y abro los ojos encontrándolo junto a mi con una mirada preocupada

-Hola- murmuro con la voz un poco ronca

-Hola hermosa ¿cómo te sientes? - me pregunta acariciando mi mano derecha

-Cansada- respondo - ¿Cuánto tiempo llevo dormida?

-Dormida no, inconsciente- me dice haciendo que alce ambas cejas

-¿Inconsciente? - pregunto y asiente- ¿Cuánto tiempo?

-Casi dos días, perdiste mucha sangre- me explica

-Pero si solo fue un rasponcito- le digo con el ceño fruncido

-¿Rasponcito? - alza una ceja- Tenias un hueco de una jodida bala en el brazo- me dice serio

-Por eso, rasponcito- le resto importancia

-Alessa- pone tono de advertencia

-Ya se, ya se- contesto levantándome de la cama, necesito ir al baño

-¿A donde crees que vas? - me pregunta serio- Estas herida

-Estoy bien Caden- le digo sin dejar de caminar al baño

-¿Puedes, por una vez en tu vida, preocuparte por tu salud? - me dice y puedo ver que se está enojando

-Caden, te preocupas por nada, enserio estoy b... - no puedo terminar por que siento como la bilis sube por mi garganta

Corro al baño sin importarme el dolor en mi cuerpo y vomito lo que sea que tuviera en el estómago, que asco.

-Te dije que no estabas bien, terca- me dice sobándome la espalda

-Me levanté muy rápido, eso es todo- le digo levantándome y una vez jalo la cadena, me lavo los dientes y me giro a verlo

- Que te conste que voy a llamar al doctor y no me importa si no quieres verlo, así tenga que amarrarte a la cama, te va a revisar- me dice y sin mas, se gira y sale de la habitación dando un portazo

Y después yo soy la terca.

Enciendo la ducha y luego de quitarme la ropa me meto bajo el agua. Entiendo que se preocupe, pero tiene que entender que este es mi día a día, puede que un día aparezca con una bala en el brazo y al día siguiente con una en la pierna y seguiré diciendo que es un rasponcito, porque prácticamente así me crié. Aunque haya estado en una familia común y corriente, la mayor parte de mi adolescencia me la pasé entre mafiosos, armas y sangre, así que para mi es normal esto. Puede que yo esté mal pero así es mi vida. Así crecí.

Termino de ducharme y me enrollo la toalla alrededor del cuerpo para luego salir del baño y caminar hacia mi armario para ver que ponerme. Estaba haciendo un poco de calor, así que decido ponerme un vestido azul con rayas blancas con los hombros caídos, unas sandalias marrones con cintas hasta las pantorrillas y llevar el pelo suelto.

Termino de vestirme y de cambiarme la venda, y salgo encontrándome con Sky saliendo de la habitación de Kayla.

-Alessa! - grita sonriendo y lanzándose sobre mi por lo que la cojo con el brazo bueno

-Enana! - contesto feliz- ¿Cómo estás, me extrañaste mucho? - le pregunto abrazándola por el cuello con el brazo

-Claro que siiii- contesta- La casa es aburrida sin ti, aparte, lo único que mi hermano hacía era estar triste y no prestarme atención- me cuenta haciendo una mueca graciosa que me saca una sonrisa