LA JEFA DE LA MAFIA

Capítulo 26

Regresamos alrededor de las 9 y una vez dentro de la casa yo me dirijo hacia mi habitación para alistarme para la entrega no sin antes cerrar la puerta con seguro para que nadie entre. Saco la ropa que voy a ponerme y me cambio en cuestión de minutos. Camino hasta el armario y abro el cajón en donde se encuentran todas lar armas que necesito, así que saco dos pistolas con silenciadores y cojo seis cuchillos y los guardo en mis botas y las pistolas en la fundas que tengo amarradas en mis piernas. Termino de maquillarme media hora después y decido irme para llegar a tiempo.

Abro la puerta del cuarto luego de coger mi celular y el bolso con el dinero y bajo las escaleras procurando no hacer ruido. Llego a la puerta principal y antes de cerrarla le doy una rápida revisada a todo el interior y sin más salgo. Subo a mi auto, pongo el bolso en el asiento del copiloto y conduzco hasta el lugar de encuentro que es a tan solo unos diez minutos de aquí.

Una vez llego, salgo del auto sin apagarlo y me apoyo sobre el capó a esperar a que el imbécil de Braulio llegue con mi cargamento de armas. Ese idiota no es muy confiable por lo que estoy alerta en todo momento por si se trata de una emboscada. Unos treinta minutos después, miro la hora en mi celular y marcan las diez en punto a la vez que escucho el rugir de varios motores.

Veo que baja del auto con suma elegancia y cierra la puerta despacio para después acercarse a mi. Tras el están sus hombres, unos veinte calculo. Ellos se dejan ver, los míos en cambio, están escondidos en todo el alrededor listos para atacar si es necesario y son veinte también.

-Me gusta la puntualidad - le digo

-Gracias señorita- me responde con su típica sonrisa coqueta haciéndome rodar los ojos como siempre

-Bien, al grano..., dame el cargamento - le ordeno

-¿Cuál es el apuro preciosa? - me dice - ¿Tanto miedo me tienes? - me pregunta haciéndome reír

-No me hagas reír Braulio, sabes como son las cosas, a la Señora no le gusta esperar - le digo manteniendo mi expresión seria

-No creo que a tu '' Señora''  le importe que nos demoremos un par de horas ¿verdad? - me pregunta acercándose a mi a paso lento

-La verdad, si - contesto- Ahora dame las armas para largarme de aquí - exijo empezando a molestarme

-Mmm... no creo que eso vaya a ser posible querida- me dice colocándose atrás mío a la vez que siento su arma en mi nuca

-¿Cuál es la necesidad de una masacre el día de hoy? - le pregunto cansada de estos jueguitos

-No es una masacre lo que va a ocurrir, solo tu muerte... y luego el de la Señora - me responde quitándole el seguro al arma

-Vaya querido, me sorprende tu poco instinto de supervivencia, esperaba más de ti....- le digo a la vez que le hago una señal a mis hombres y luego todos sus hombres están muertos

Aprovecho su distracción y con un movimiento le quito la pistola y le apunto en la frente. Su gesto de asombro me hace sonreír.

-¿Decías? - le pregunto con tono burlón

-Eres una perra - escupe con rabia

-Lo sé, pero soy una perra muy astuta, así que la próxima vez procura saber con quien te metes, porque podría tocarte la mismísima jefa de la mafia italiana- le digo- Arrivederci figlio di cagna- me despido y disparo sin titubear

-No hubo tanta acción como esperé, pero me conformo - digo a la vez que me encojo de hombros - Bel lavoro ragazzi, prendete questa merda e possono andare (Buen trabajo chicos, recojan esta basura y pueden irse) - les digo a todos mis hombres