capitulo 10

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Someone to you, Banners



Llegamos a su casa y se metió a su habitación muy enojado, tiro unos papeles, no sabía muy bien lo que eran solo muchísimos papeles..

—Que fue lo qué pasó Jayden?

—No lo sé.

Se sentó en la cama y se agarraba la cabeza con ambas manos apoyado sobre sus piernas.

—Como que no lo sabes?

—Solo vi que nos miraban mucho y quise salir de ahí..

—Claro claro, Jayden no soy estúpida. Dime la verdad.

—Esa es la verdad, Kate.

—No te creo.

—Bueno, has lo que quieras, Créeme o no.

—Que es lo que buscabas?

Se quedó pensando como aquella vez, apretó los labios y me miró fijamente y sonrió.

—Eres muy atenta, pequeño cristal.

Me agarro las mejillas con ambas manos y me dio un beso en la frente.

—No tienes por qué preocuparte, solo buscaba un número de teléfono para saber si ya está lista tu sorpresa.

—Otra más? No te cansas de sorprenderme, verdad?

—Es que me encanta ver tu sonrisa—.Sentí que mis mejillas se teñían de rojo.

—Y ahora también me gusta eso.

Me miro con esos ojos tan penetrantes que sentí que podía ver hasta mis huesos..

—vamos?

—vamos—.Me sonrió de lado.

Cuando estábamos por salir, me vendo los ojos con un laso, me tomo de la cintura y caminamos por el bosque. Después de caminar unos minutos me soltó.

—Estás lista?

—Mmmm a menos que me quieras tirar de un acantilado, si

—Sácate la venda, pequeño cristal.

Cuando desate el nudo del laso, pude lograr ver, un hermoso escenario de madera con vista al lago, con muchos lienzos y un caballete, era hermoso, siempre quise tener un lugar donde pudiera pintar sin importar que..

—Te gusta?—.Escuche su voz ronca detrás de mí.

Sentí mariposas en mi estómago, las cosas que hacía por mí, la manera en la que me trataba, cuando me miraba, me abrazaba, se sentía mágico, como si estuviera en casa.

Me gustan sus pequeñas cosas, el sonido de su risa, el brillo de sus ojos y simplemente su manera de sonreír, en la que él me hace hacerlo a mí, la forma en la que busca cada momento hacerme feliz, en la manera que me encuentra y gasta cada segundo en su vida para verme, en la que me trata de entender y la manera en la que me quiere.

—Me encanta--. Corrí a sus brazos.— Gracias, gracias, gracias.- lo apreté muy fuerte.

—Vale vale, no es nada, pero para ya que me vas a dejar sin aire..—Lo solté y me puse de puntillas para dejarle un beso sobre los labios.

—Creo que voy hacerte más regalos...—dijo sonriendo de lado.

—Tengo que pintar solo un cuadro, recuerdas el día que te dije que me inspiraste?

—mmm si

—Bueno, ese día pinte 7 cuadros y a la encargada le encantaron, así que solo tengo que pintar uno para el 16 de mayo.

La pequeña cajita de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora