Una pequeña siesta fue lo suficiente para recargar energías para la noche. A pesar de estar sentada sin moverse durante la sesión de posado, su cuerpo de igual forma se cansaba de estar en la misma posición por horas. A pesar de que Ymir le diera descansos largos.
Quizás estaba creciendo luego de haber cumplido los 18.
Se puso sus zapatos para salir de la habitación con dirección a la cocina para llevar cosas para comer y beber en la pérgola junto a Ymir. Pensaba en llevar té junto a algunas cosas dulces para que se disfrutara el ambiente.
Salió de la habitación y bajó las largas escaleras con lentitud, estaba empezando a oscurecer por lo que el movimiento dentro del castillo estaba disminuyendo. Los trabajadores comenzaban a detener sus labores para irse a su merecido descanso luego de mantener el castillo funcional y dispuesto a cualquier petición de la familia real, aunque siempre estaban los que no pegaban una siesta en la noche en caso de cualquier cosa.
Al pasar por una de las puertas traseras sintió como alguien abría desde afuera, la curiosidad ganó y la rubia giró su rostro hacia las grandes puertas, ahí vio a su hermano con su traje de equitación indicando que venía de los establos.
Armin traía la gorra debajo de su brazo y su rostro estaba algo sudado. Cuando el sol estuvo en su punto máximo el príncipe se encontraba entrenando a su caballo provocando que ambos se cansaran antes de tiempo debido al calor. El rubio saludó con un movimiento de cabeza y se acercó a su pequeña hermana para acariciar su cabeza.
— ¿Cómo es que siempre que voy de vuelta tú vas a otro lado? -Bromeó haciendo que Historia soltara una diminuta risa.-
— El castillo es grande como para que pase seguido.
Armin rió y al segundo que su risa terminó recordó algo haciendo que todo su movimiento corporal se detuviera y con curiosidad mirara a la menor a los ojos.
— Ahora que lo recuerdo, ¿Qué tal te fue con Ymir? No me has contado nada aún cuando te cubrí la espalda. -Dijo fingiendo tristeza total pero no ignorando el teñido rojo en las mejillas de Historia.-
La menor miró para todos lados nerviosa, sus ojos captaron la sala de visitas y tomando la muñeca de su hermano lo arrastró allí con el argumento de que aquello no podía ser hablado en los pasillos por obvias razones. Si su padre se enteraba que Historia había salido al lago y específicamente con Ymir a solas estaría en graves problemas.
El mayor cerró la puerta con delicadeza para que nadie escuchara que estaban allí y no abrieran la puerta para preguntar si necesitaban algo. Volteó para ver una vista poco común, su hermana estaba tímida, como si tuviera un debate interno debido a aquella pregunta. Armin se preocupó pensando que algo había salido mal.
— Rayos, Hisu, ¿Pasó algo malo? -Preguntó asustado acercándose a ella.-
Historia negó rápidamente con su cabeza pero aquello no logró convencerlo.
— No, para nada. -Respondió mientras movía sus manos en forma de nerviosismo.- Salió todo bien, bastante bien de hecho.
— Me alegra oír eso. -Sonrió aliviado.- Hubiera sido incómodo que tu cita hubiera salido mal.
Historia detuvo todo movimiento al oír aquello. Miró asustada a su hermano y este cambió su rostro a uno asustado también.
— ¿Cómo…?
— ¡¿No era una cita?! -Exclamó asustado abriendo sus ojos hasta su tope colocando sus manos sobre su cabeza.- Quizás interpreté mal tus acciones, yo pensaba que…
— No, Armin, espera. -Habló intentando calmar a su hermano.- Yo no lo consideré cita y creo que Ymir tampoco pero…¿cómo llegaste a esa conclusión?
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En óleo para la princesa. || YumiHisu.
FanfictionRoyal AU. "Cuando dos personas están destinadas no importa el tiempo que pase, siempre se vuelven a encontrar." Ymir Fritz, una artista del pequeño pueblo de Dauper, es llamada para realizar los retratos de la familia real, gobernantes de la isla Pa...