Capítulo 24

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Al día siguiente los ánimos en el castillo estaban notoriamente distintos pero de una forma positiva. Aquello se debía a que desde temprano en la mañana la princesa Historia despertó con una sonrisa inborrable en su rostro lo cual contagió a cada sirviente que la veía pasar o la atendía. Ninguno sabía qué había hecho que la pequeña estuviera tan feliz de un día para otro pero no se quejaban en lo absoluto, verla así de feliz era algo que no veían hace años en la menor.

Quienes fueron los más extrañados por aquel cambio de humor fueron los hermanos mayores quienes acudieron a Hange para ver si sabía algo o había hablado con ella luego de que desapareciera con dirección a su habitación la mañana anterior.

— Se los prometo, majestades. Solo ayudé a que dejara de llorar porque estaba ya saben donde. Después me pidió estar a solas, no creo que esa pequeña charla haya provocado…este nivel de felicidad. -Respondió a los extrañados hermanos mientras colgaba sábanas en el jardín trasero.-

Frieda y Armin se miraron pensativos tratando de buscar la razón. Para lo único que querían saber era para agradecer en caso de que hubiese sido alguien o aprender aquello y usarlo en caso de que su hermana se sintiese mal nuevamente.

Los hermanos le agradecieron a Hange y se fueron bajo la mirada curiosa del sirviente. La última vez que vio a la princesa fue cuando habló con ella luego de que Erwin le mencionara que tal pareciera que Historia estaba haciendo una pataleta. Cuando fue a hablar la encontró donde mismo se escondía cuando pequeña, aquel lugar que se volvió su guarida a los 5 años cuando su madre falleció.

Flashback:

Hange golpeó la puerta de la habitación con suavidad dos veces, cuando a la tercera no recibió respuesta abrió la puerta lentamente. Los invitados estaban en la sala de honor dando las condolencias y a las afueras estaban los reporteros llevando la noticia de que la Reina Marie había fallecido debido a una tuberculosis que no se trató a tiempo. Los ojos estaban en el rey Erwin que no había aparecido públicamente por la noticia, pero también las noticias y la gente hablaban sobre el futuro de Frieda, la pequeña de nueve años que debería tomar el trono en algún momento.

Frieda estuvo en todo momento en compañía de Hange junto a Armin quien aún no procesaba la situación, debido a ser la mayor la pelinegra mantuvo sus emociones al límite por un momento hasta que Hange la regañó por aquello. Mientras consolaba a los hermanos Armin mencionó que Historia no estaba por ningún lado, con preocupación le pidió a la señora Springer cuidar a los cachorros reales mientras buscaba a la menor de los hermanos.

Ahí fue cuando entró a su habitación y buscó por todos lados, al ser pequeña podría estar en cualquier lado. Al rendirse volteó para retirarse hasta que sintió un sollozo cercano a la cama, debido al tamaño y altura era muy fácil esconderse ahí abajo. Y más con el tamaño de la menor. Hange no pudo evitar rodar sus ojos al no haber pensado aquello.

Se acercó a la cama y al agacharse y levantar el velo de la cama vio a la pequeña Historia sentada abrazando sus piernas con lágrimas en sus ojos.

— Princesa, sus hermanos están preocupados. -Habló con suavidad acomodándose en el piso.- ¿No quiere acompañarlos?

La rubia negó en silencio con sus ojitos cerrados con fuerza.

— ¿Por qué está escondida aquí? El polvo le hará mal.

— Mami ya no está…No quiero bajar si mami ya no va a estar. -Murmuró en una voz pequeña haciendo que el corazón de Hange se apretara.- Hay mucha gente abajo y solo quiero estar con mami…

Pensando bien sus palabras y aguantando el dolor en su corazón por ver a la pequeña sufriendo así se sentó en el piso cómodamente frente a la menor.

En óleo para la princesa. || YumiHisu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora