Capítulo 5

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El ambiente en el castillo era el mismo que cuando recibían alguna visita de alta importancia, las mucamas moviendo todo y limpiando desde temprano, fijándose en los pequeños detalles que solo un aficionado notaría. El rey había pedido que trataran a la artista como si fuera una persona más de la familia real, que merecía un trato digno y de comodidad para que realizara su trabajo como debía.

Los tres hermanos estaban vestidos con sus mejores prendas para recibir a la invitada, quien pasaría un largo tiempo viviendo con ellos dentro del palacio.

— De algún modo me pone ansioso el tener a alguien nuevo en el castillo. -Comentó Armin sentado en una de las sillas de la sala común.- Espero que sea agradable.

— No me interesa si es agradable o no. Será simplemente parte de los empleados del castillo. -Historia jugaba con el globo terráqueo que había en la habitación, luciendo aburrida debido a que despertó temprano.-

— Tendrá que interesarte, Tori. He oído que deben tener una charla para entrar en confianza y que la pintura salga bien. -Comentó Frieda sentada junto a Armin.- Si es agradable será más fácil aguantar estar en la misma posición por horas.

La rubia bufó y siguió con su distracción. Sus hermanos mantenían una charla a la cual no quiso prestar atención alguna, no le interesaba cuando empezaban a hablar sobre cosas poco interesantes para ella, ambos compartían la fascinación por la tecnología por lo que era común verlos hablar sobre eso. La puerta se abrió, detrás de ella se encontraba Hange arreglando su ropa. Su presencia era para anunciar que el rey se encontraba en la entrada y que los herederos reales debían estar presentes ya que en cualquier momento llegaba la persona invitada. Los tres jóvenes se pusieron de pie y siguieron a Hange hasta la entrada donde Erwin estaba de pie esperando con ansias la llegada de Ymir. Cada uno se puso al lado de su padre y se quedaron allí de pie, esperando que, según lo calculado, la artista entrara por aquella puerta.

Hange salió del lugar y volvió inmediatamente poniéndose frente a la familia real, haciendo una reverencia antes de hablar.

— Majestades, la señorita Ymir Fritz de Dauper ha llegado. -Habló dejando pasar a la chica.-

Ymir entró con sus maletas en cada mano y un bolso cruzado en su torso. Una vez notó que la familia real estaba frente a ella hizo una reverencia un tanto nerviosa, provocando que el interior de su bolso se volteara. Sus pinceles, hojas y cuaderno cayeron al piso resonando en el eco de aquel amplio lugar. La sangre subió a su rostro en vergüenza cuando tuvo que agacharse para recoger lo del piso y devolverlo a su lugar.

Por su lado Armin y Frieda trataban de aguantar su risa, se les hacía adorable como el rostro de la chica se había vuelto de un rojo brillante. Erwin suspiró en silencio preguntándose si de verdad aquella chica era de quien Annie había hablado.

Pero los pensamientos de Historia iban para otro lado. El rostro de aquella chica se le hacía familiar, por algún motivo los recuerdos de cuando iba hacia el lago del castillo volvieron a su cabeza una vez notó las pecas en el rostro de la chica morena de pie frente a ellos.

Una vez todo ordenado Ymir pasó la mirada uno por uno, sin evitar mirar de manera particular a Historia. Una mirada que no pasó desapercibida por el objetivo ni por la mayor de las hermanas quien levantó su ceja curiosa pero dejándolo pasar.

— Majestades, soy Ymir Fritz de Dauper a quién han mandado a llamar. Acepto con honor y orgullo realizar el retrato de la princesa Historia. -Habló mirando a la princesa haciendo una reverencia más cuidadosa y delicada esta vez.-

— Nos enorgullece tener a alguien tan talentosa como usted, señorita Fritz. Me gustó su trabajo cuando vi el retrato de la señora Leonhart, si es que la recuerda. -Comentó Erwin acercándose a ella.-

En óleo para la princesa. || YumiHisu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora