La beta enamorada del alpha

capitulo 20

Luna
No puedo creer que mí hija muriera, vamos camino a casa, y en lo único que pienso es en mí hija, aún no puedo creerlo.
-Ya estamos en casa amor- dice Thiago y yo salgo de mí burbuja de pensamientos.
-Okey, ahora solo deseo descansar- digo.
-Esta bien- dice
-Oye Thiago, mañana quiero ir a la tumba de mí hija- digo, veo como el se pone tenso, pero al instante asiente, eso me resulta sospechoso, pero decido ignorarlo, él no tendría razón para mentirme, ni nada por el estilo, se que él ama a Anto tanto como yo y que sería incapaz de hacerle daño.
Decido descansar, supongo que a sido un día largo, muchas emociones juntas por hoy.
Thiago
Ese mismo día mandé a hacer una tumba, obvio estaba vacía, todo sea para que yo y luna seamos felices, esa chiquilla no arruinara mis planes de formar una familia con luna
1 año después
Luna
Otro año más sin Anto, ahora me encuentro embarazada, voy a tener un varón, recién tengo 1 mes, y Thiago no lo sabe.
-señora, le llegó está carta- dice alisia, una de las muchachas que trabaja de sirvienta.
-Um okey, gracias- digo y agarró la carta, alisia se retira y yo me siento a leer la dichosa carta.
En serio crees que Anto está muerta? Ve a su tumba y la encontrarás vacía, verás que el alpha lo único que ha echo es mentirte, Anto está viva, y está lejos por culpa del alpha.
Quedó sorprendida por la carta, es una pésima broma la verdad, no se quién será, pero que poco corazón tiene, jugar con el dolor de una madre de esa manera, no tiene perdón.
Las lágrimas corren por mí mejilla, de repente entra Thiago y me mira sorprendido.
-Qué sucede?- dice, dudo en mostrarle la carta, pero algo dentro de mí me dice que no lo haga.
-Nada, solo es que extraño a anto- digo y escondo la carta.
-Amor, ella nos cuida junto a nuestra diosa luna- dice y me da un beso.
-No quisiera dejarte, pero tengo que salir- dice y yo asiento.
Son las 11 de la noche y yo estoy dando vueltas en la cama, la incertidumbre de saber si lo que dice esa carta es verdad me ganan, Thiago no volverá hasta mañana, así que todo estará bien si me salgo.
Me cambio y me dirijo al cementerio, en donde Anto está enterrada, agarró una pala y empiezo a cabar, al abrir el cajón veo que está vacío, empieza a llover y con cada gota, cada recuerdo me inunda, el recuerdo de lo que pasó en el acantilado me pega de golpe.
-Anto no murio- murmuró
-Hijo de puta, maldita seas- grito.
Voy por ti Anto, todos pagarán por lo que te hicieron.
Todo es mí culpa, todo por no querer dejar de ser la beta enamorada del alpha