Emma
-joodeer! esto no sale - gritaba Vanesa desde el baño.
-¿no sale qué? - pregunté entre risas.
-Emma, estoy llena de marcas - abrió la puerta del baño y me mostró su espalda.
-nadie te va a ver la espalda en los conciertos, punto a favor - reí bajito mientras me acercaba a ella - quédate aquí te pondré un poco de crema -.
mi chica obviamente no se quedó allí y cuando volví con la crema ella estaba estirada boca abajo en la cama, con el sujetador y el tanga puesto, pero esperando a que yo volviera.
-te podré esto, va a ayudar con el dolor, porque luego te va a doler... Lo siento - hablé bajito mientras dejaba un beso en el centro de su espalda. - te voy a hacer un masaje para que estés mejor y para yo no sentirme tan culpable ¿vale? - vane solo reía bajito, ambas estábamos cansadisimas, pero valía la pena - y no vayas a gemir que te conozco -.
Desabroché el sujetador para luego dejar caminitos de crema por toda su espalda y enfocándome más en las marcas rojas y algunas con sangre que tenía en la espalda, se nos había ido la mano y mucho, pero no voy a negar que lo disfrutamos entre risas y gemidos.
Vane solo soltaba jadeos roncos de satisfacción cada vez que mis dedos llegaban a sus hombros, mi intención - aparte de aplicarle la crema para las heridas y el color rojo de las marcas - era relajarla para que pudiera hacer su viaje tranquila y comenzar la gira con todas las fuerzas. Y a eso me dediqué casi media hora.-¿por qué paras? - preguntó mientras se apoyaba en sus brazos para lograr mirarme.
-porque debemos levantarnos de la cama, vane, hemos estado desde temprano despiertas. Cande y patri llegarán pronto -
Vane asintió, obviamente con mala cara, pero se levantó. Se vistió con un chandal mío, que ni yo sabía que existía y bajó a la sala.
-iré a ordenar las últimas cosas para luego dejarlas en el coche, así cuando llegue Ana nos vamos rápido, necesito llegar a Málaga y dormir mil horas para comenzar la gira -.hablaba ella mientras buscaba fresas y así, con la mano derecha llena de fresas y dejándome un pico en los labios, salió de casa.
Vanesa
Desordené toda la casa, sólo porque buscaba unos papeles que necesitaba y cuando los encontré me di cuenta que era tarde para ordenar todo, dejé todo tal y como estaba, cerré las maletas y di la última vuelta por casa, mirando por los rincones para ver si algo me faltaba.
Cuando todo estaba en orden bajé a la sala, busqué entre todos los vinilos que tenía hasta encontrar uno de sabina y lo puse para que sonara por todos los rincones de casa, los únicos momentos tan míos que podía vivir, podía sentir que estaba en una nube y que nada podría bajarme de ella. Di vueltas por la sala, bailando sola al ritmo de las canciones, tan plena, que aún no podía creer que había llegado a ese momento en la vida donde todo va bien, donde la felicidad abunda y tenía plenitud en todos los sentidos.
El disco terminó de sonar y abrí los ojos, había pasado tan rápido la hora, reí y tomé mis cosas para dejarlas en el coche, cuando eso ya estaba listo me dispuse a ir a casa de Emma.-vaaaneeee-gritó cande mientras corría para abrazarme.
-hola enana ¿que tal estuvo la mañana con patri? - pregunté tomándola en brazos, aún con el dolor de mi espalda.
-hemos ido a comprar chuches y luego a los juegos. Luego tomamos "sayuno" con la tita Ana.-.
-qué guay! Supongo que no me has decepcionado y has desayunado pizza - susurré.
-no, vane, solo contigo "sayuno" pizza - me confesó con susurros.
Reímos y me fui a la mesa, donde estaban patri y emma comiendo pizza, supongo que el almuerzo.
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ESTA VEZ SÍ
Teen FictionEn la vida de Vanesa han pasado muchas mujeres, pero ninguna como ella, como Emma, la doctora que la atendió el día de su accidente, a quién solo le bastó una sonrisa para enamorar a la cantante. Pero el pasado es un gran enemigo, los secretos duele...