Emma
-a los 18 yo vivía en málaga con mi familia, teníamos un grupo de muchos amigos y salíamos a diario, obviamente celebrando que ya todos teníamos 18 y podíamos entrar a todos los lugares. El grupo comenzó a hacerse más grande, hasta que llegó un chico unos cuantos años más mayor que todos, pero era muy majo, todo iba bien, hasta que yo caí en sus encantos y comenzamos a tener algo, estuvimos así unos meses hasta que formalizamos todo y teníamos la etiqueta de "novios" el conoció a mi familia, pero yo nunca a la suya, sólo lo conocía a él, no sabía muy bien que hacía por la vida, pero siempre tenía mucho dinero,lo cual me resultaba extraño. Los meses fueron pasando y yo iba cada vez más embobada de él, hasta que comenzaron los celos, de parte de él, que el vestido, que el chico que me miraba, y de allí los tironeos y restricciones. Viví así unos meses, soportando su maltrato psicológico y físico, hasta que un día comencé con mareos, me sentía mal, y me quedé callada por unos días, hasta que llegaron las náuseas. Un embarazo de tres semanas, eso era lo que tenía. Cuando le conté a él, negó ser el padre, diciéndome que yo me acostaba con muchos más hombres a parte de él. Haciéndote más corta la situación... Ella - dije tomando la foto que estaba al revés y dejándola al lado correcto - es candela, mi hija, producto de un amor que nunca fué lo que yo imaginaba, vivía en un cuento, pensando que en algún momento iba él a cambiar, pero no. Candela es una niña que jamás necesitó de un padre, tiene a mi hermano y a mi padre quienes han estado muy atentos a ella y me tiene a mi, es mi vida entera y... Está con mis padres, también estuvo en el accidente y por eso debo viajar y quiero que tu - dije esta vez tomando los billetes de avión acercando uno a ella - me acompañes hoy y siempre, sin importar la etiqueta que tengamos ahora mismo -
Terminé de hablar con lágrimas en los ojos y con miedo. Vanesa tenía la foto de candela entre sus dedos y no despegaba la vista de allí, mordía su labio inferior y una lagrima corría por su mejilla.
-Vanesa, por favor, dime algo - pedí.
Su silencio me daba miedo, me hacía sentir extraña, pero a la vez sentía que era silencio porque estaba procesando todo, un silencio cómodo.
-eh... Emma... Bueno... - no encontraba las palabras para decirme algo.
Si, Vanesa Martín sin saber que decir. Muy extraño.
-vane, si quieres que me vaya, lo voy a entender - dije mirando al suelo.
-no es eso -
-pero en serio, no te sientas con la obligación de viajar conmigo - +
-Emma, shh- dijo a centímetros de mis labios y lo hizo, me besó para quitar mis nervios y darme respuestas.
-mira, si, estoy procesando todo y entiendo que no me contaras antes sobre esto, primero querías ver que esto iba en serio, normal, para protegerla. Pero sabes que lo que estoy sintiendo por ti es más serio que las cosas que estoy hablando. Yo te quiero a ti y eso significa que quiero cada cosa tuya, cada virtud, cada defecto, todo, quiero tenerte conmigo y también quiero conocer a candela, porque esos ojazos que tiene me han vuelto loca y eso que solo es una foto - dijo sonriendo.
La paz que me dió escuchar eso, no me la quitaba nadie, había contando el secreto que estaba guardando y ahora si podría entregarme completamente a ella, podía sentirme plena a su lado, con su compañía.
-¿eso es un "si, sirena, voy a viajar contigo"? - pregunte sentandome en sus piernas.
-nop, es un "si, amor, voy a viajar contigo, solo si me das un beso pero bueno, nada de picos" - dijo riendo.
Y así fué, nos perdimos en un beso lento, con los sentimientos a flor de piel y con lágrimas cayendo de los ojos de ambas. Finalizamos el beso con una sonrisa y ahora si comenzaba lo bueno, comenzaba la travesía.
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ESTA VEZ SÍ
Ficção AdolescenteEn la vida de Vanesa han pasado muchas mujeres, pero ninguna como ella, como Emma, la doctora que la atendió el día de su accidente, a quién solo le bastó una sonrisa para enamorar a la cantante. Pero el pasado es un gran enemigo, los secretos duele...