Vanesa
Le conté todo a Francis, todo lo que sabía de Emma y lo que había pasado con mi madre. Él me escuchaba atento, mientras jugaba con sus dedos, no habló en ningún momento pero cuando terminé de hablar respiró hondo y habló él.
-mi madre me había dicho que tu estabas con alguien que no debías. Me dijo que era ex de Antonio y ella le había hecho la vida imposible a él, por lo que Antonio le dijo, pero yo tenía que conocerla para opinar sobre ella. Desde que la conocí supe que lo que hablaban de ella era mentira, cuando terminaron estuvo atenta a ti todos los días, me hablaba preguntándome como estabas y yo sin que te dieras cuenta le enviaba fotos o videos, estuvo en todo momento pendiente de ti... Ahora debemos estar pendientes de ella-.
-necesito hablar con mi madre, pero sé que a mi no me va a escuchar, te quería pedir a ti que le digas esto, todo lo que te conté-.
-siempre cubre a Antonio, vane. Pero creo que es porque no sabe todo lo que pasa-.
-quiero hacer las cosas bien- confesé mientras apoyaba mi espalda en la pared.
-lo estás haciendo bien. Estas siguiendo a tu corazón y te juro que pase lo que pase siempre estaré apoyándote-.
Si el lo hablaba con mi madre sería mucho más fácil poder llegar a ella. Sabía que a mi no me escucharía, no me prestaría atención y el tema quedaría en nada.
Pero si Francis le contaba esto le prestaría atención y comenzaría a darse cuenta de que su hijo me ha estado mintiendo todo el tiempo.-y sobre lo de cande-continuó Francis- desde que la conocí sentí una conexión extraña con ella, como si la conociera de toda la vida. Pero jamás pensé que podría ser mi sobrina de sangre y si ya la había aceptado como mi sobrina sin saber todo esto, ahora es más mía de lo que pensaba-.
-es una Martín, te juro que cuando me lo dijo Emma no lo podía creer, pero se parece mucho a nosotros-dije entre risas.
-¿no has pensado en darle el apellido?- preguntó.
Sonreí, solo porque la idea se le había ocurrido a él. El era quien quería que cande tuviera el apellido nuestro, el apellido que nuestro propio hermano le había rechazo toda su vida.
-estamos en proceso-susurré mientras una lágrima caía por mis mejillas-necesitaba contarte esto, Francis, sentía que te estaba mintiendo, pero no sabía como ibas a reaccionar o que me ibas a decir porque sé que no es fácil que te cuente todo esto -el se acercó a mi y me abrazó, obligandome a dejar de hablar.
-eres mi vida entera, Vane. La primera persona que estuvo allí para mi, no podría darte la espalda nunca- su voz temblaba mientras sus dedos estaban en mi espalda.
-te amo- susurré mientras me aferraba aún más a su cuerpo.
-te amo, vane-contestó mientras sentía sus lágrimas caer en mi camiseta.
Y sin darnos cuenta volvíamos a la infancia, solo los dos, contándonos nuestros secretos, con la única diferencia que de pequeños nuestro mayor secreto era que a mi me gustaba un amigo de Francis y el intentaba que fuera mi novio, aunque eso jamás se logró.
-¿te acuerdas cuando te rías de mi porque al caminar te empujaba?-pregunté riendo.
-es que no caminabas en línea recta, vane-.
-cande camina igual- y sonreí aún más, porque aunque nunca lo hubiese pensado me gusta la idea de tener una hija, una pequeña copia de mi que me hiciera recordar mi infancia.
Ambos reímos y Francis se levantó para luego tenderme su mano para ayudarme a levantarme, secamos nuestras lágrimas y nos dimos el último abrazo para bajar a la sala.
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ESTA VEZ SÍ
Teen FictionEn la vida de Vanesa han pasado muchas mujeres, pero ninguna como ella, como Emma, la doctora que la atendió el día de su accidente, a quién solo le bastó una sonrisa para enamorar a la cantante. Pero el pasado es un gran enemigo, los secretos duele...