Celos

10

Hakkai y Mitsuya iban de camino a casa de los Shiba, por parte del azulado era un silencio total, cosa que despertó la curiosidad de Takashi.

-Hakkai, ¿Todo bien? Te noto muy callado.

-¿Eh? Lo siento Taka-chan, me quede pensando en lo ocurrido con Emma hace un rato...

-Fue algo muy extraño la verdad, espero no le haya pasado nada grave a Emma.- Mitsuya había quedado algo preocupado, en su vida había visto a Emma tan asustada.- Mañana le preguntaré a Mikey como se encuentra Emm...¡AHH!

De entre las sombras apareció un perrito extremadamente grande.

Mitsuya no se consideraba alguien asustadizo, pero si en la mitad de la noche le aparece un animalote que probablemente le llegaba a la cadera imposible no llevarse un susto.

Hakkai por su parte solo se espanto por el grito que pego el pelimorado, aunque quedó más sorprendido al notar que la mano del Takashi estaba tomando la suya.

-Pfff, Taka-chan te asusto este perrito?- Sin soltar el agarre de mano, se agacho un poquito para acariciarle la cabeza al canino.- Hola pequeñito ¿Todo bien? Es muy tarde para que divagues de noche.

-¿Perrito? ¿Pequeñito? HAKKAI ES ENORME.

-Pero puede que sea un cachorro, hay animales que son gigantes siendo bebes, ¿verdad cosita bella? A que si perrito lindo, a ver quien es un buen perrito.- Comenzó a hablarle en un tono infantil que al parecer el canino adoraba, eso hizo sentir un poco celoso a Mitsuya, el también quería que Hakkai le hablara con tono infantil.

-Hakkai, lamento sacarte de tu burbuja animal-humano, pero tenemos que ir a tu casa, mis hermanas deben estar preocupadas por mí.

-¿Celoso Taka-chan?- Dijo riendo.

-¿Q-Que? Yo, este ¡AGH! Vamonos Hakkai.- Avergonzado arrastro al más alto apurando el paso, sin notar que el perrito estaba detrás de ellos.

Cuando quedaron frente a la puerta de la casa, Mitsuya le vinieron mil escenarios donde sus hermanas la estaban pasando mal porque estaban aburridas o porque Taiju la puso a ver ver canal de la iglesia.

Al entrar se trago una sorpresa.

El mayor de los Shiba con trencitas y clips para el pelo mientras veía Monster High 13 deseos, con Luna y Mana sentadas una en cada pierna de Taiju.

-¡Hakkai, Mitsuya! Que bueno que llegaron.- Dijo Taiju.

-¡Hermano! ¡Hakkai!- Ambas niñas partieron a abrazar a ambos jóvenes, quienes gustosos recibieron el abrazo.

-¿Taiju puede cuidarnos más seguido?

-¡El es genial!

-Este...si ustedes lo dicen así, supongo que no hay problema, p-pero primero hay que preguntarle a él ¿Que opinas Taiju? ¿Te molesta si dejo a las niñas contigo más seguido?

-¡Di que si, di que si!

-¡¡Podemos ver telenovelas contigo!!

-Takashi, por mi no hay problema, tus hermanas son un encanto.- Se levantó del sillón y cargo a ambas niñas, una en cada hombro.- Además ellas NO SE QUEJAN de mi cocina.

-¡Escuche eso maldito llorón!- De la cocina salio Yuzuha, quien estaba preparando la cena.- Obviamente no se iban a quejar ¡Les hiciste leche con plátano, chocolate y kilos de azucar!...-Su mirada se dirigió directamente a un inquilino inesperado.- ¡NO PUEDE SER UN PERRITO!

La castaña mando a volar los guantes de cocina, tirándose al suelo para acariciar al animalito que se encontraba detrás de Mitsuya y Hakkai.

-Vaya, parece que alguien nos siguió a casa.- Comentó riendo el menor de la casa.-¿Quieres comer algo campeón?

-¡ESO ESO! ¡Hakkai partiste a comprar comida de perro! ¡Sácale la billetera a Taiju!

-¿Y porque debo ir a comprarla yo?

-¿Y porque con mi billetera?

Yuzuha les dio una sola mirada a los dos hermanos, eso fue suficiente para que ambos acataran las órdenes.

De mala gana Hakkai salio al exterior, iba tarareando una canción que Sumi le habia pegado cuando su celular comenzó a vibrar seguidamente.

Eran notificaciones de la aplicación de confesiones que Sumi le había mostrado en la mañana.

Cuando se detuvo eran millones de publicaciones acerca de Hakkai.

Y no eran cosas para nada amigables.

-¿Q-Qué? ¿Que es esto?.

(...)
Vieron el nuevo capitulo del manga? Quede hecha pico después de leerlo :(