En el club de costura todos tienen una misión, algunas se encargan de bordar, otras de diseñar y otras de cocer.
Mitsuya Takashi era el líder, ayudaba a sus compañeras en lo que necesitan y se encargaba de dar las actividades de cada una.
Hakkai no...
Mitsuya no comprendía como alguien a quien acogió con toda la alegría en su club y en técnicamente su vida, se volvería un maldito imbécil.
Después de aquel fatídico día, James se volvió en un dolor en el culo para el pelimorado.
Cuando le dijo
<<Serás mi perro por el bienestar del Shiba>>
No pensó que sería tan literal, Mitsuya estaba atado al amercicano-japones con una correa invisible, tenía que acabar todo lo que este dijiera, amenzando con hacerle algo a Hakkai si es que no obedecía.
-Mitsuya, lindo ven para acá porfavor.- James chasqueo los en llamado del recién nombrado, se encontraban jugando naipes con unos amigos de James en las mesas centrales de la escuela.
-Prefiero quedarme acá. Gracias.
-Takashi no te estoy preguntando si quieres venir. Te lo estoy ordenando.- Sin previa respuesta agarró el brazo del pelimorado sentandolo a la fuerza en su regazo.- Compórtate perrito, la vida del grandote depende de ello.- Dijo susurrando a su oído.
Mitsuya lo miro con disguto, el único regazo en que le gustaría estar era el de Hakkai, quién llevaba días sin aparecer en aquella institución, no había rastro de él, cosa que tenía nervioso al pelimorado.
-Tu mascota es medio malcriada James.
-Si, creo que le hace falta un buen regaño.
-¿Regaño? Lo que necesita es un castigo para que aprenda a comportarse.
Si James era una persona desagradable, sus amigos el doble. La verdad Mitsuya no tenia ni la puta idea de donde habían salido, puesto que ellos ni eran estudiantes de aquella escuela.
-Creo que si merece un castigo ¿no crees perrito?- Agarro el mentón del pelimorado, quedando su mirada legada a la de el.- Contéstame o mando unas visitas a la casa del azulito.
-M-Me voy a comportar.- Respondió con desagrado.
-¿Comportar que? Di la frase entera Takashi.- Apretó las piernas del contrario con fuerza, causándole un malestar.
-Me voy a comportar...amo.- Mitsuya se sentía asqueroso, sentía un desagrado horrible a la manera que lo estaban tratando, desagrado, usado. Necesitaba urgente que alguien lo sacará de ahí.
-¡Tu! Imbecil cara de mono. Déjate de jugar al mafioso.- Kitara grito desde la lejanía, con Baji detrás suyo.
Mitsuya estaba más que agradecido.
-Mmm, ya llegó la maniática.- Jamws, susurro por debajo.
-Si no es molestia, me llevo AL JEFE, del club. Tiene cosas más importantes que hacer que verte jugar poker.- Sin respuesta, agarró a su amigo del brazo, arrastrándolo hasta los salones.
-Dios, gracias por sacarme de ahí.
-De nada, ahora a lo que vine.- La castaña soltó una cachetada al muchacho.- ¡QUE MIERDA ESTA PASANDO TAKASHI!
-¡SI!
-¡CALLATE KEI!
-¡PERDON!
-De un día a otro, Hakkai desaparece, te conviertes en la sombra de James, ese imbecil comienza a traer gente nada que ver a esta escuela ¡DIME QUE SUCEDE ANTES DE QUE QUEME TODO!
-¡Y PORQUE MAMÁ SALE A ESCONDIDAS EN LAS NOCHES!
-Kei, esa pregunta es para Yuzuha. Esperate a cuando vayamos para allá.
-No se el transfondo de todo lo que me preguntaste, pero te diré lo que yo sé hasta ahora Kita.- Mitsuya respiro hondo y contó todo lo que él estaba pasando.
A ambos primos casi se les cae la mandíbula al escuchar la historia de Mitsuya.
-Kitara.
-Dime Keisuke.
-¿Sale ir a quemarle la existencia a un imbecil americano-Japones?
-Eso no se pregunta primito.
Ambos brutos estaban a punto de ir a dejarle la cara hecha mierda a James, pero fueron agarrados del cuello de sus camisetas antes de eso.
-Aguanten gemelos desastre.- Mitsuya los hizo sentarse a ambos en el piso.- Aunque me gustaría ir y ver como lo dejan hecho papilla, hay que recolectar un poco más de información. Para empezar, por qué Hakkai dejó de venir tan repentinamente a la escuela. Intenté ir a verlo muchas veces, pero el imbecil de Suzuki no me dejaba acercarme más allá de ir a buscar a mis hermanas del cuidado de Taiju.
-Oh, Kei y yo sabemos perfectamente a quien recurrir.
-¡Si! Alguien super cercano a Hakkai.
-Que pasa gran parte de la jornada escolar junto a él.
-¡Sumi!
-¡Chifuyu!- Ambos hablaron al mismo tiempo, chocando miradas con los distintos nombres.
-Kei ¡Chifuyu pasa toda la jornada escolar contigo, grandisimo tonto! Si tanto piensas en el ¡ANDA A VERLO! ESTAMOS A UN PISO DE DISTANCIA SABES?
-¡DEJAME EN PAZ MUJER!
Empezaron una inusual discusión, Mitsuya tendría que tener mucha paciencia si iba a trabajar con los primos detectives.
(...)
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