14

2.1K 330 294
                                    

El día había resultado más normal de lo esperado, había recibido un par de miradas preocupadas de sus compañeros, pero ninguno se acercó a Hakkai, cosa que este agradecio porque realmente no quería que nadie se metiera en su problema.

-¡Hakkai!

La vista del azulado se poso en Chifuyu, quién al parecer lo había pasado a visitar.

-¿Fuyu? Que haces acá?. Normalmente vas directo al salón de Baji para...-Le dio una mirada examinadora.- De hecho, que tanto haces en el salón de Baji?

-Un poco de todo, entre lo más importante ver que su tarea de castellano no esté escrita en idioma Keisuke.- Dijo riendo.- En fin, te traje tu jugo favorito.

La vista de Hakkai se detuvo en la cajita y automáticamente vio la información nutricional, llevaba haciendo eso toda la mañana. Cuando Sumi  le había ofrecido un par de dulces, este vio desesperado por detrás de los envoltorios, rechazando automáticamente la comida.

Saco un poco de onda a la chica, pues era la primera vez que veía a su amigo haciendo eso.

-Je, gracias Chifuyu.- Soltó una risa nerviosa.- Y dime, que necesitas? Acá estoy para servirle.

-Nada muy relevante, quería venir a verte...por lo que publicaron de ti...tu sabes.

Hakkai se tenso al recordar aquellas "confesiones", aún no comprendia quién podria ser capaz de escribir cosas así.

-Chifuyu...

Cual gato asustado, el recién nombrado pego un saltito.- Si...?

-No le cuentes de eso ni a Baji, Ni a Kita, Kazutora, o cualquiera que sea cercano a Taka-chan. Fue muy difícil convencer a Kitara de que no se uniera a la app y hasta donde tengo entendido Baji no le da mente a esas cosas. Este es solo MI problema, si Taka-chan se entera querrá entrometerse y no deseo eso.

-Hakkai, esto es acoso escolar, n-no puedes dejarlo así como así. Déjanos ayudarte!

-¡No!- Se paró repentinamente dando un golpe en la mesa.- Este es solo MI problema, YO lo tengo que resolver...además, olvidas que estuve años soportando golpes de Taiju? Unos cuantos comentarios no me harán daño.

-Hakkai...- Chifuyu estaba por darle un sermón a su amigo, pero fue interrumpido por un castaño de cara linda.

-Hey grandulon, como estas? Vi lo que te confesaron ayer, una lastima la verdad.- James, se acercó al azulado agarradole los hombros.- Aunque...si te dijieron esas cosas es por algo ¿no?

-A que va eso niño?- Exclamó Chifuyu con cierto tono molesto en su voz.- Nadie merece ser tratado de esa manera. Y quien eres tú a todo esto?

-La verduras pregunta es, ¿quien eres tu pequeño? La clase del preescolar es en el primer piso.

-¿Disculpa? Tengo tu edad imbécil.

James cambió su expresión a una mucha más arrogante, con la finalidad de ver cuan facil era colmar la paciencia de Chifuyu.

-¿Enserió? Mmm, cuanto puedes chiquitin? Uno con sesenta quizás? ¿Si tomabas leche de niño? Porque creo que te hizo bastante falta.- Soltó una risa soberbia y se le quedo mirando unos segundos.- ¡Ya se quien eres! Siempre estás detrás de un pelinegro alto cual perro con correa.

Ese último comentario saco de quicio a Chifuyu, pues no había cosa que le molestara más que le dijieran que era el "perro" u "esclavo" como otros le decían, de Baji.

-Veamos si puedes con este perro maldito idiota.- El rubio estaba apunto de atacar, cuando vio la expresión en el rostro de Hakkai.

Entre señas le decía "Chifuyu no..", no tuvo más remedio que aguantarse las ganas de golpear al imbécil que tenía enfrente.

-Seria bueno que fueras a tu puesto en ves de estar provocando a otro compañeros James.- Soltó Hakkai.

-Seria un buen plan grandote, pero Mitsuya me buscaba hace un rato y tu entiendes que hay prioridades que cumplir.- Salió del salón, dejando a Chifuyu con la cabeza ardiendo y a Hakkai con una duda.

¿Para que lo llamaba Mitsuya?

-Quien era el estúpido de cara arrogante?-Preguntó Chifuyu

-James Suzuki, se unió a nuestra clase hace poco. Es un verdadero dolor de cabeza.

-¿Suzuki?- El rubio se partió en risa.- TIENE APELLIDO DE MARCA DE AUTO JJAJAAJA.

Mientras Hakkai observaba a Chifuyu reír como desquiciado y hacer mil bromas con el apellido de James, trataba de buscarle respuesta al porque Mitsuya lo necesitaría.

Todavía no hacía algo tan relevante en el club como para que el pelimorado le pidiera consejos ni algo por estilo.

Y Mitsuya tampoco era un idiota, si llevaba a James a su salón, Kitara le arrancaría hasta los pelos del sobaco.

Le iba a preguntar seriamente a su Taka-chan en la salida, ahora lo más importante era sacar a Chifuyu de la sala, estaban por tocar el timbre y este todavía estaba en el piso retorciéndose de la risa.

CelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora