Parte 4

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Dos meses después.

Han pasado dos meses desde el incidente del puente, mi mente está llena de estrés debido a los estudios, no tengo espacio en mi cabeza para estar pendiente de la historia y vida del Chico Del Puente, luego de la conversación en la florería con la Sra. Ester me di cuenta que no tengo tiempo para dármelas de investigadora privada y en realidad ¿para qué ? ¿que fin tendría todo eso?, lo importante es que Amaro no murió y bueno ya está, no puedo solucionar su vida, a penas puedo con mi estrés y ya solo quedan 6 meses para dar la prueba de acceso universitario y quiero enfocarme en lograr mi objetivo, siempre quise estudiar enfermería y necesito varios puntos para lograrlo, aunque mi colegio es de gran prestigio y tenemos una buena educación, los mejores profesores, a ratos siento miedo de no poder obtener el puntaje necesario. He estado haciendo últimamente muchas pruebas de reforzamiento y estudiando bastante, trato de concentrarme lo más posible, pero no he podido dejar de pensar en el último incidente en mi casa con Mike. Mike es mi amigo de la infancia, el asiste a la iglesia donde antiguamente yo participaba y digo participaba por qué desde que murió Micky ya no fui más. Mike, es un chico Cristiano, sus ojos son  de color miel como los míos, es muy delgado, siempre lo han molestado por eso, pero sus facciones son muy lindas, no era alguien tan extrovertido o popular como Dante, pero tenía gran talento para la música, tocaba el piano y la guitarra extraordinariamente. Con Mike nos conocemos desde niños, siempre hemos sido buenos amigos, nuestros padres eran demasiado cercanos y cómo íbamos a la misma iglesia, decidieron ponernos en el mismo colegio, claro que Mike era un año menor que yo, así que estaba en un curso inferior al mío.
La verdad es que últimamente siento mis hormonas demasiado desordenadas, siempre he tenido arrastre entre los chicos, nunca al nivel de Mía Valenzuela, la chica más hermosa de la escuela, hasta yo me enamoraría de ella si me gustaran las mujeres, pero si creo que soy muy bien parecida, a pesar de esto no estoy con nadie y actualmente la mayoría de mis compañeros están en pareja, muchos ya no son vírgenes y la verdad muchas veces me limite a estar con alguien, por esta "relación con Dios", aunque ya no sea tan cercana a Dios, siempre me quedo eso que me decía papá y mamá de no andar jugando con las personas, que mejor era esperar a la persona indicada, pero nunca he estado enserio con nadie, Voldemort solo fue un pololeo infantil, con suerte nos dimos unos besitos inocentes y ahora, no se si es por que cumpliré pronto 18 años, pero tengo ganas de estar con alguien, la verdad creo que desde el último incidente con Mike, me di cuenta que ya no soy una niña y qué tal vez ya es tiempo de estar con alguien.

- Pecas, te digo que está película es la mejor del mundo Marvel, te va a encantar, no cómo estás películas mamonas- Mike señala el televisor, con Mike siempre compartimos la pasión por las películas y cuando nuestros padres se reunían en casa, aprovechamos de venir a mi cuarto y ver películas, a mi me encantan las pelis románticas a Mike no tanto. Siempre que viene a casa nos ponemos al día de lo que cada uno vive, porque aunque íbamos al mismo colegio no siempre nos veíamos.

- No lo sé, para mi nada superará a Dr. Strange- le hablaba sin mirarlo, mientras comía grandes cantidades de palomitas y bebía mi bebida mirando la televisión intentando prestar atención a Mike y a la película que daban en el momento.

- Esta peli será épica, debemos ir al cine a verla alguno de estos dias- pone su mano para que la choque, en señal de aprobación - lo miro con cara de emoción, hace mucho no voy al cine, así que me levanto para chocar su mano, pero en ese movimiento toda la bebida se da vuelta sobre mi polera.

- ¡¡Rayos!!- grito entre risa y rabia, intentó dejar las palomitas en la cama y buscar algo para secarme- Mike ríe a carcajadas.

- Eres tan torpe como siempre - lo miro con ojos en blanco.

- Ay... si si, ayúdame mejor - le digo dandole un pequeño golpe.

- A ver déjame secarte....- dijo Mike sacando un pañuelo del bolsillo, pero en cosas de segundos, no se en que estaba pensando o más bien no estaba pensando, pero ya me había sacado la camisa para limpiarla y quede en sosten frente a Mike, tenía tanta confianza con Mike que a ratos olvidaba que ya no éramos niños. Me voltie y el quedo frente a mí, sus ojos bajaron rápidamente a mis pechos, que ya no eran tan pequeños como cuando jugamos a la escondidas a los 10 años.

El chico del puenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora