C6: Aclaraciones

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Ese día la lluvia amenazaba con no parar, pero Sasuke parecía tener la misma terquedad. En la semana que había estado fuera, alejado de tener una nueva conversación con el cerezo, pensó en lo importante que son para él las facetas de la pelirrosa y el hecho de perdérselas le generaba un dolor intenso, quería apoyarla adecuadamente. Recordó el pasado, ¿cómo es que a los diez años había sido tan fácil elogiarla, decirle que era inteligente, y ahora ni siquiera podía admitir frente de ella que había cometido un error?

El azabache se dirigía empapado al hospital central de Konoha y mientras se adentraba al lugar en busca de indicaciones para ver a las heridas de la noche anterior pensó en las palabras de Sai y Naruto advirtiendo que Sakura podía ser un posible blanco de los criminales. En su apuro, ya cerca del área de rehabilitación, una mano le hizo seña de que parara: —Hey, eres el amigo de Saku, pero me temo que no puedes pasar sin autorización — le indicó Haruto. La cara de Sasuke tomaba una forma más calmada al tener que aterrizar a su realidad.

—Los incidentes de hoy tienen que ver con la misión en la que estoy, tengo que pasar — se explicó Sasuke viendo por encima del hombro a quien le impedía pasar. Haruto frunció el ceño: —Lo siento, tenemos indicado que nadie debe de pasar, ni siquiera el equipo siete. Si requieres información, ve a la sala de control, ahí Tsunade-sama te podrá dar lo que necesites.

Sasuke tenía que mantenerse a raya para la misión, no debía de dominarlo la parte de él que quería saber de Sakura, no ahora. Asintió y se fue a donde le indicó el peliblanco, pero no había nadie ahí, descansó un segundo en la butaca que se encontraba en la sala de control y decidió esperar, pero por el apresurado viaje que no lo dejó dormir, el recargar su cabeza en ambas manos lo hizo cerrar poco a poco los ojos.

—Hey, despierta, — Sasuke percibió esas palabras, pero le costó abrir los ojos por lo blanca que era la habitación —¡Sasuke-kun! — se levantó de golpe e hizo que Sakura se irguiera y se alejara un tanto, pero no lo suficiente pues ambos quedaron de frente, casi rozando sus narices. Los ojos jade se ampliaron a más no poder, en sus mejillas estalló un color rojo y su cuerpo dio un salto hacía atrás, poniendo una buena distancia con el recién levantado.

—Vine porque Haruto me dijo que pasaste a la estación de las pacientes con muy mala pinta — se explicaba Sakura alejando la mirada y dejando ir hacia delante los mechones que no alcanzaban a juntarse en su coleta. —Supongo que descansarás después de la información que te demos, ¡qué remedio! — dijo dándole la espalda e intentando que la conversación se centrara en lo profesional, pero antes de que se alejara más, Sasuke pellizcó su bata de forma que Sakura se quedó quieta, ¿es, es la mano de Sasuke? se preguntó.

—Me alegra que estés bien, — hizo una pausa para centrar su mirada en Sakura quien había volteado levemente, lo suficiente para verlo por el rabillo del ojo, ahora sus orejas estaban tan animadas como sus rosas mejillas —Estaba preocupado por ti.

—No creo que tú vayas a estar bien si te dejas la ropa empapada — dijo Sakura y regresó su mirada al frente en el momento que su bata se liberó del agarre. Soltó una risa ligera. —Detrás del estante hay un pequeño armario, ahí hay ropa y desde aquí no podré verte. Además, — tomó asiento de espaldas al lugar donde se dirigía Sasuke a cambiarse de ropa — espero que esa no haya sido tu única preocupación sobre mí.

Tsunade entró a la habitación junto a Shizune lo que hizo que Sakura volteara y su vista logró captar el momento en que Sasuke estaba terminando de ponerse la playera blanca por lo que infló los cachetes y cerró los ojos con fuerza. Uno, dos, tres... Tres personas estamos aquí, ¡no tengo que ponerme así por un poco de piel, shannarooo! se decía así misma Sakura. —Bien, si ya pasó tu deleite, haznos favor de actualizarnos a mí y a Sasuke.le dijo Tsunade y la pelirrosa maldijo con todas sus fuerzas el momento en que se llegaron a conocer tan bien ambas, a pesar de que fuera obvia su reacción.

Creo que lo principal es que las chicas que fueron atacadas se encuentran bien y los atacantes se reconocen por usar túnica grisácea, pero, lo malo: el principal objetivo son quienes pueden realizar prácticas de rango S. Ahora, he notado que las bolsas de chakra están quemadas, lo que me hizo pensar que las lesiones que presentan los cadáveres son métodos que hacen que el cuerpo se sobrecargue por las emociones tan fuertes que se experimentan durante la tortura, además, creo que de algún modo impiden que el cuerpo deje fluir esa energía vital generando que exploten estos catalizadores de chakra... miró a Sasuke y se aclaró la garganta para seguir: En términos simples, es como si se cerraran las vías que permiten a la electricidad fluir en una batería lo que hace que los contenedores excedan su capacidad y se deshagan al verse sobreforzados por no poder liberarla... Eso pasa con el cuerpo de las víctimas.

Después de unos veinte minutos, la sala de control había quedado vacía y, a pesar de los avances, aún faltaba que el resto del equipo siete diera sus informes para poder hacer un movimiento. Por lo pronto, se concentrarían unidades anbu  cerca de los posibles objetivos.

La lluvia seguía cubriendo todo, Sakura y Sasuke se encontraban en la salida secundaria del hospital: ¿Esperarás a que cese la lluvia? preguntó Sakura sin dejar de mirar las nubes.

Sino no tendría ningún sentido haberme cambiado. Gracias, por la ropa.

Sakura se acercó e inclinó su cabeza para ver directamente a los ojos a Sasuke, esquivando los mechones que seguían mojados y rebeldes frente a los ojos color ónix, tomó uno y lo alejó, quisiera haberlo acomodado, pero eso habría tomado más movimientos que la apenarían. Él comprendía que los ojos del cerezo le pedían hablar: No creo que seas una mala ninja, en ningún aspecto, pero sí creo que me he perdido grandes partes de ese camino dijo Sasuke alejando suavemente la mano de Sakura y mirando las nubes que se aligeraban. Y no, nunca estuve sin razón alguna tan cerca de alguien como ahora.

—Gracias. Supondré que era cierto el que ambos teníamos que contestar a la pregunta, bueno, yo he estado ocupada persiguiendo mis sueños como para pensar en alguien más.— dijo Sakura sonriendo de par en par.

Ahora solo caían pequeñas gotas y Sasuke se dispuso a dar los primeros pasos para ir a la oficina del Hokage a dar el informe de su expedición, además de los detalles que podrían estar vinculados con el descubrimiento de Sakura, pero ella lo paró un segundo con su voz: Después... ¿no podríamos hacer algo después, los dos?

El pelinegro dio dos pasos atrás, se puso frente al cerezo y con sus dos dedos le dio un golpecito en la frente para decirle: Pronto... ¿Verdad? se adelantó Sakura y prosiguió: El día que lleguen Naruto y Sai, ven a la tienda de yakiniku que está a la vuelta del lago, ¿vale?


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