C2: Lo que Sakura no vio

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Siempre quise libertad para Sasuke así que cuando fue en busca de su propio camino no sentí más que alivio y felicidad, los caminos se abrían para todas las personas de Konoha ahora que la guerra había terminado.  Todo estaba tomando su rumbo, pero me costó digerir todo lo que sucedía así como lo que había pasado entonces por lo que cuando todo comenzó a tomar un rumbo distinto, tranquilo y pacífico, me concentré en mi mientras resolvía mis sentimientos y abrazaba el pasado junto con el presente. Cada quien se especializaba, encontraba pareja o se situaba en misiones, por mi parte las prácticas médicas acompañadas de la investigación que estaba haciendo en la psique de las personas, especialmente de las infancias, eran cada vez más complejas y en esos momentos mi compañía infalible era Haruto Himawari. A ambos nos encantaba estudiar el área médica y retroalimentar nuestros descubrimientos, era un ejercicio muy natural que nos ayudó muchísimo a la comunicación que poco a poco fue fortaleciendo nuestro lazo a dos años de haber acabado la Guerra.

Un día, recostada leyendo un libro sobre flores, al cerrar la portada de este y querer dormir, ví que la portada tenía un detalle singular, unas hojas que se entralazaban de color dorado con una flor abundante de color blanco. Sin demoro pensé en Haruto y me quedé dormida sin explorar el por qué o qué más pensaba sobre él.
Al día siguiente, lo ví, como de costumbre de blanco y con su cabello amarrado, listo para comenzar con nuestra práctica médica e inmediatamente relacioné fácilmente el pensamiento de anoche: sus ojos redondos de color dorado y su cabello, largo y fino, color blanco, con su personalidad cálida aunque fresca se asemejaban a su nombre: primavera (de Haru) al blanco (de Haruto) y al significado de su apellido, girasol, siempre persiguiendo algo brillante pacientemente.
—¿Quieres preguntar algo, Sakura?— interrumpió mis pensamientos Haruto al cual le sonreí y negué con la cabeza.—Bien... Pues yo sí. He estado pensando que ya es momento que nos alejemos un poco del ala médica, ¿no crees?
—¿Qué quieres decir?
—Sugiero que tomemos un descanso, ambos, pero de manera distinta a lo usual, ¿qué te parece? Creo que no hemos tenido tiempo de ser amigos, simplemente compañeros.
—Ya veo — dije mientras asentía y lo veía directamente a los ojos, él me miraba un poco serio—. Creo que es buena idea, justamente estaba pensando que tu nombre es perfecto para tu cara.
Ambos nos pusimos rojos ante ese comentario y yo pensaba en lo estúpido que había sido soltar ese comentario, pero para mí era parte de entrar a una amistad ya que lo veía como alguien especialmente cercano con quien podía ser honesta aún si fuera la cosa más vaga del mundo. 

Para entonces, Sakura, inmersa en sus múltiples actividades había perdido la noticia que circulaba por todo Konoha: el hecho de que Sasuke estaba de vuelta desde hace dos días. Esta situación se debía a que ella pasó la mayor parte del tiempo en el hospital y en la biblioteca, cosa que la había mantenido en línea recta en sus idas y venidas y que había hecho que sus amigas no le dijeran del regreso del Uchiha, ya que eran períodos especialmente agotadores ante las vacaciones tan cercanas. En su conversación con su compañero de área, unos pequeños dedos se sujetaron a la palma de Haruto para llamar su atención y así pedirle ayuda, Sakura se volvió y revisó unas tablas de diagnóstico que tenía en mano, se dirigió con la doctora a cargo y siguió con el trabajo del día.
Debido a la labor que tenía en ese instante, no pudo tener la oportunidad de presenciar a su querido rubio y a su amado azabache que estaban unos considerables metros atrás de la escena. Además, quién había hecho llegar al pequeño en busca de orientación había sido Naruto, aún si el primero en notar la presencia de la pelirrosa fue Sasuke.
—No tenemos nada que hacer aquí, entonces— soltó Sasuke posando su mirada al niño que habían llevado él y su amigo al hospital. Naruto comprendió que era mejor para el infante apoyarse en quiénes trabajaban ahí, por eso envió al pequeño con Haruto; sin embargo, Sasuke tenía pensado que Naruto llamaría por el nombre a la pelirrosa en cualquier momento por mera costumbre lo que inevitablemente haría que los ojos negros encontraran a los de color jade después de tanto tiempo, pero la espera a esa acción que jamás se realizó le trajo a la mente la escena que hizo que deseara haber llevado al niño personalmente con ellos: Sakura y su compañero, el chico de la última vez, mirándose fijamente, sonrojados. Nuevamente era privado de saber qué era lo que pasaba ahí.
—Debiste saludar, dattebayo. Apenas nos estamos viendo y ya te estoy haciendo favores —. Dijo Naruto con una sonrisa.
[Narra Sakura]
El mismo día Haruto y yo acordamos tener una salida, especialmente porque íbamos a comprar material para realizar actividades con los y las niñas del hospital, lamentablemente no iba fuera del trabajo pero aminora la carga. Lo sorprendente de ir fue que le acompañé a cortarse el cabello, ya no lo tenía hasta los codos, y, sobre todo, pude apreciar las múltiples perforaciones que tenía en ambas orejas y los aretes que usaba, incluso usaba un aro en el labio.
—No puede creer que eras tú cuando te vi. — exclamé mientras buscábamos un lugar para sentarnos y descansar de la carga del material.
—Ah... Es cierto — se tocó el cabello—, era buen momento para cortarme el cabello, es mejor para el trabajo, también las perforaciones... nunca las viste porque normalmente salimos a comer después de laboral entonces sigo en modo profesional — soltó una pequeña risa.
—Pero extrañamente te ves muy joven así. ¿Yo tengo modo no profesional?
—¿Me estás preguntando indirectamente si te ves más joven cuando no estás en el hospital? — arqueó la ceja en una posición seria, pero inmediatamente se comenzó a sonreír. —Lo siento, no me vino bien sentir que me decían viejo, pero hago malas bromas como uno. Aunque... Contestando: siempre te ves fresca, Sakura.
Haruto siempre sonaba honesto y confiable, por ello, que él dijera esas simples palabras me hacía sentir feliz acerca de cómo me podían ver las demás personas.
—Gracias. Igual creo que sería lindo que pudieras usar tus perforaciones, te hace más... — pensé en guapo, pero no era el halago que le quería hacer llegar — Divertido.
—Creo que es buen momento de cumplir el propósito de alejarnos del hospital y de la investigación, por eso hoy me relajé—dijo mientras recargaba su cara en sus manos y me veía con la cara un poco agachada— ¿Te parece si nos vamos a comer algo para seguir con eso?
Él fue por nuestra comida y yo por las bebidas, nos reunimos en un banco que estaba a la mitad de la zona de alimentos y así fue como nos propusimos pasar más tiempo de calidad juntos, pues compartíamos los mismos horarios además de que conocía a todas mis amistades por el tiempo que llevábamos compartiendo. Yo me sentía plena, había encontrado hasta entonces un balance de las cosas que eran importantes para mí y, de algún modo, me estaba abriendo con Haruto para aprender a tomar descansos a la vez que me la pasaba bien.

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Estoy muy emocionada porque ya empieza la trama (que para mí también es sorpresa) y no puedo esperar a que mi linda cerezo se entere que Sasuke regresó a restablecer sus lazos, jsjs 7w7.

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