C11: Regreso

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El grupo que buscaba chakras de distinto tipo intentaba obtener un mensaje de la Diosa en la que creen bajo el nombre de "facción albo", la cual era una secta escondida entre la cotidianidad del pueblo del fauto al que habían ido Naruto y compañía en busca de Sakura. Debido a que actuaban entre las sombras, los templos y el feudos de la región sólo fueron puestos bajo vigilancia anbu, además de que se hicieron cargo de la mitad de los gastos por los incidentes que hasta la fecha se habían experimentado. Lo anterior hacía prófugo a lo que aparentemente era un clan extinto, no se habían instalado formalmente donde habían capturado a la pelirrosa por lo que el peligro seguía suelto.

En el hospital de Konoha, Sakura dio un paseó que la dejó en la azotea, antes de que pudiera apreciar del todo la vista, su cuerpo se tenso, preparó su puño y lo lanzó hacia atrás; Sasuke lo detuvo dejando entrever una ligera sonrisa con la cual el cerezo se sonrojó aún más. Encogiendo los hombros pidió perdón, aún tenía la sensación de que iban tras de ella, su mano se extendió y rozo la palma de la mano que la detenía hace un momento la cual también se relajó.

—¡Dime que está aquí! —se escuchó gritar a Ino mientras subía las escaleras, detrás de ella habían otros pasos, las manos que se rozaban se separaron y Sakura escondió su sonrisa para mirar a donde su amiga llamaba. Sakura no era la única que aún estaba tensa por lo sucedido, cuando sus amistades no la llegaban a ver en el cuarto donde le hacían un seguimiento de su salud o reposando en casa, rápidamente salían en búsqueda de su figura.

Ino suspiró y detrás de ella Naruto saludó a sus mejores amigos, aliviado de que estuvieran ahí juntos: —Tienes que hacer la costumbre de avisarnos dónde estás hasta que acabe la misión, ¿sí? —comenzó a decir el rubio y después sonrió con malicia — Sino cuando te vuelvas a sentir mal no volveremos a dejar que sea Sasuke el que se encargue de traerte tooooodo el camino de regreso.

—Aunque quién sabe para cuál de los dos sería más castigo — susurró Ino mirando con complicidad a Naruto, pero sus miradas fueron remplazadas por una de susto ante el azote de puerta en sus narices que les dio el pelinegro combinado con el grito de "¡Tontos!" que les había dado Sakura. Se escuchó como ambos se fueron corriendo por las escaleras, pero antes de desaparecer por completo Naruto les gritó "¡Por eso son tal para cuál, ambos dan miedo, dattebayo!".

Sakura soltó una carcajada dulce mientras Sasuke solo se rió un poco haciendo que los ojos jade se plantaran en él, era un deleite de verlo sonreír, el pelinegro solo frunció el ceño, no entendía qué lo emocionante de su reacción: —Quizá... Tú sabes, aún me sienta mal y necesite que me cargues, no debo de presionar las vendas — dijo Sakura con una cara pícara, pero con sonrojo intenso en sus mejillas.

Antes de volver a darle el triunfo de haber ampliado su sonrisa, Sasuke abrió la puerta y con la cabeza le indicó que era hora de bajar por lo que con cara de puchero la prófuga camino hacía él: —Esto es por tener la cabeza baja — dijo el Uchiha suavemente para después darle un beso fugaz en el cabello, después apresuró el paso para comenzar a descender y sin voltear a verla agregó: —Pero regresas sola por mentirosa.

Habían pasado tres días desde que Sakura había dejado de ir al hospital para hacerse algún chequeo y Sasuke había escuchado de sus amistades que se turnaban para ir a visitarla, querían pasar tiempo con ella para así ayudar a que se sintiera segura en su propio hogar. Es por ello que ahora él había decidido visitarla, más aún porque tenía presentimiento que ninguno de sus compañeros se había atrevido a hablar de lo sucedido y era hora de ir sacando el tema.

Tocó la puerta y retrocedió mientras esperaba, le dio la bienvenida un rostro sorprendido que inmediatamente susurró su nombre: —Sasuke-kun. Antes de que diera un paso delante, la huésped le cerró la puerta, sin comprender, el pelinegro esperó unos cinco minutos, pero después intentó colgar la pequeña bolsa que traía consigo en la manija de la puerta que, en una cuestión de segundos, volvió a girar.

—Sasuke-kun — volvió a decir Sakura mirando directamente los ojos ónix los cuales la evitaron y en respuesta le entregaron el pequeño regalo de visita, ella lo tomó con ambas manos: —¿Quieres pasar?

El ambiente fue en un inicio incómodo puesto que la visita estuvo en ciertos momentos esperando en la sala mientras la anfitriona colocaba los dangos que le habían traído en un pequeño plato, así como servía un poco de té para ambos. Cuando todo estaba en su lugar, se quedaron sentados a un lado del otro, pero mirándose de frente, Sasuke rompió el silencio antes de sorber de su taza: —¿Así recibes a todas tus visitas?

Tras una pequeña risa, Sakura negó con la cabeza: —Perdón, arreglé algunas cosas que tenía tiradas, no esperaba a nadie al medio día. Gracias por esperar.

Sasuke tomó el palillo que sostenía las bolas de masa y se lo ofreció a Sakura, cerró los ojos y suspiró ante el recuerdo de la mano lastimada de su compañera: —¿Cómo están tus dedos? — recordó cuando la vio recostada, con la palma de su mano llena de sangre por las agujas que tenía en ella, pero cuando abrió los ojos para encarar la respuesta Sakura se había impulsado para morder la parte rosa del dango; la tomó, se tapó la boca y retrocedió lentamente. Nuevamente el Uchiha había sonreído.

Ambos platicaron de lo sucedido, la pelirrosa le aseguró que sus heridas ya no eran nada de qué preocuparse, pero sintió que algo faltaba en la conversación: —Antes, cuando estábamos en la comida con todas... — al ver que Sasuke la miraba con atención desvió su mirada al piso; — sé que quizá no somos nada, o no tengo por qué decir algo... pero las cosas que mencionaron no tienen importancia, como te había dicho yo no tuve realmente tiempo de pensar en algo más en ese entonces...

—Por los estudios, lo sé. No tienes por qué preocuparte — la interrumpió, pero ella negó con la cabeza ruborizándose: —No podía pensar en nada más porque seguía enamorada de ti.

—¿Y Haruto? —preguntó sin despejar sus ojos negros de ella. Sakura levantó la mirada y lo encaró con un ceño fruncido, ¿esa era su respuesta hacia la honestidad de sus sentimientos?

—Bueno... He planeado ir a verlo a dónde está, no sé si ya les han informado, pero él intentó quitarme del camino cuando me internaron tomar sólo que me llevaron a mi porque yo lo alejé, no tenía por qué salvarme... 

—Al menos yo no sabía, pero no me refería a eso— aclaró Sasuke, recargó su rostro en el respaldo del sillón sin dejar de verla; —Sakura, no quiero tener puntos débiles.

Creyó que se iba a enfrentar a una cara de tristeza, pero Sakura sonrió: —No sé a dónde quieras llegar, pero todas las personas tienen  algo que aprecian y si te atreves a compartir lo que sientes yo creo que es una fortaleza. Cuando estaba a manos de ese tipo, me aterraba que lo que querían de mí les hiciera daño a ustedes, pero confiaba en que irían y tú confiaste en mi fuerza para que ambos pudiéramos salir de ahí, creo que algo malo nos dio un buen resultado.

—Gracias —le respondió Sasuke. Sakura sabía que con esa simple frase había aceptado los sentimientos que ella tenía hacía él; sin embargo, normalmente venía algo después de esa palabra, ésta vez no, simplemente quedaban dos miradas que se sostenían a lo que los ojos jade se cerraron.

—Sasuke-kun, voy, voy a besarte — advirtió Sakura y cortó todo espacio que quedara entre ellos y sus labios, sellándolos suavemente, dando solo un roce.

El pelinegro cerró los ojos y disfrutó el ligero toque que sus labios habían recibido, pero esta vez tenía que dar más; si con las palabras que él había dado no se sentía satisfecho, entonces se explicaría mediante acciones. Puso su mano en la nuca de Sakura, la acercó más y correspondió el beso.

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*El artista de la imagen es ohringood, lo pueden encontrar en Twitter (◕‿◕✿).

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