✧ Travesía ✧

C14: Drama

Sólo tenía el ceño fruncido, pero Sakura podía ver en sus ojos una llama destellante, pero no estaba intimidada, para nada. Quizá vergüenza era lo que sentía, no podía imaginar lo confuso que sería encontrar a alguien que estimas en una habitación muy estrecha, frente a un chico que es íntimo de la persona y con el torso desnudo.

Sasuke sabía que su mirada era intensa, la situación había sido tan inesperada que no podía procesarlo del todo, además, no quería ver a Haruto, era lo último que cruzaría por su mente porque cualquier cosa despertaría su ya bien conocida sed de venganza. Sin embargo, se centró como es típico de él, respiró profundamente y esperando a que los tres salieran del pequeño rincón para entrar al laboratorio que estaba continúo, pensó en las posibilidades:
1. Cosas de médica, seguramente.
2. Haruto la había convencido de hacer “algo”.
3. ¿Infidelidad?

Se sentía estúpido, jamás había cruzado por su mente el encontrarse en una situación que le empujara a sacar conclusiones de este tipo. Pensaría en Naruto, él es más probable de encontrar escenas dramáticas, escandalosas como él.

Al ponerse “cómodos”, seguían posicionados en triángulo. Sakura al centro, con los dos hombres a cada lado. Los ojos de su amado se plantaron en ella, su corazón dió un vuelco, ahora no era furia lo que percibía, no sabía cómo describir aquello que veía con certeza. Veía inocencia en los ojos de Sasuke, una confianza ciega en ella que esperaba encontrar sino en su voz, al menos en su mirada una respuesta.
—¿Creerías que te engaño? —preguntó arqueando sus cejas rosas. Estaba enojada. Sí, sabía que no era escena común para ella y Sasuke, ¡pero jamás se le hubiera cruzado por la cabeza una desconfianza de este tipo!
Una última pregunta se escapó de sus labios, no precisaba sacarlo, pero lo pensó en voz alta: —¿Tan poco confiable soy?

—¿De qué hablas? Creo que no deberías ser tú la que esté a la defensiva— correspondió el humor el pelinegro.

—¡No evadas las preguntas! —alzó la voz Sakura.

—Hmp —Sasuke puso su mano en la cintura, parecía que esto no iba a llegar a nada y él odiaba hablar cosas sin sentido: —Creo que fue una pérdida de tiempo venir a buscarte.

La pelirrosa infló su pecho, retuvo el aire y cerró los ojos, sus mejillas se colorearon. Era un idiota.

—Iré a...
—¡No! — le gritó la pareja a Haruto.

—No... — repitió Sasuke:—Hagan lo que quieran.
Les dió la espalda y salió del lugar.
Sakura dejó de escuchar los pasos del Uchiha y se fue.

Por el mediodía, Sakura y Haruto ya estaban trabajando en la investigación. Los chicos y chicas se encontraban reunidas, alistando el desayuno, menos Sasuke, quién desde la mañana había estado ausente.

—Hey, ¿anoche escucharon algo? — inició la conversación TenTen a lo que Sai suspiró.
—¡Lo sabía! El ambiente estaba muy extraño, ¿no? Bueno, nosotros dos lo notamos con Sasuke — explicó Naruto.
—Creo que Sai es quién nos puede explicar todo... —dijo tímida Hinata y tenía razón. Esa noche, el artista había invocado algunos ratones para tantear el perímetro delimitado por TenTen, pero corrió suerte de encontrar un drama que escuchar antes de ir a dormir.

—Sasuke y Sakura no han logrado consolidar su relación, al parecer han cortado.

Se escucharon tres gritos: “¿¡Que!?”; “¡TEMEEE!”; “Imposible... ”.

—Es lo que supongo, ni siquiera han formalizado su relación, entonces creo que así como se hicieron pareja y nadie entiende más que ellos, igual de fácil cortaron.

—No entiendo nada de lo que dices, pero no creo que funcione así, Sai —comentó TenTen retomando calma lo que transmitió a sus otros amigos.