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SEOKJIN

Pasándome una mano por el rostro, solté un suspiro frustrado cuando escuché el gran cuerpo de Jungkook desparramarse cómodamente en el sofá a mi lado. Había entrado a la biblioteca en un intento de huir de él, por lo que solo había estado leyendo una novela en el área de descanso. Realmente tenía la esperanza de que el chico hubiese olvidado la ubicación del edificio o tal vez que quedara ciego y no pudiese verme acurrucado en el rincón del sofá verde oscuro que había visto mejores días en el área más alejada de la biblioteca.

Destrozando toda esperanza que podría haberme quedado, Jungkook había aparecido y como si fuese algo natural, se había acomodado a mi lado, mirándome con atención. El libro en mis manos no era lo suficientemente grande ya que era solo una vieja novela de piratas que había encontrado por allí, era pequeño pero grueso en cuanto a hojas, aun así lograba cubrir gran parte de mi rostro cuando lo usé de escudo. Me molestaba que me mirara como si fuese un animal extraño que debía ser examinado, era exasperante.

Las letras giraban frente a mis ojos pero no estaba leyendo y no tuve que hacer de cuenta de que lo hacía  por  mucho  tiempo  ya  que  el  libro  fue  arrancado  de  mis  manos.  Miré  hacia  Jungkook  con  los  ojos estrechados.

—Devuélveme mi libro, Jungkook. —pedí con toda la amabilidad que pude reunir, extendiendo la mano hacia él.

Mis ojos se ampliaron y tuve  que luchar para  que mi  boca  no  cayera  abierta  cuando  en vez de devolverme mi novela, Jungkook tomó mi mano y besó la palma. Su sonrisa fue brillante cuando lo miré desorientado. Me costó unos segundos reaccionar pero en  cuanto pude  fruncir  el  ceño, arranqué mi mano de sus garras y crucé los brazos sobre mi pecho, mirándolo mal.

—¿Qué rayos estás haciendo aquí? —solté.

Su sonrisa no se perdió ni un poco ante mi tono brusco, en vez de eso solo pareció crecer—. Vine a ver que hacias.

—Sé que tu inteligencia es limitada, Jungkook, pero por lo general, cuando entras a una biblioteca -por si no lo sabías las bibliotecas conservan libros-, vienes a leer. Aunque dudo que tu sepas como se hace, no es mi culpa, así que devuélveme el libro y vete a patear el balón a la cosa rectangular con la red.

—¿Arco?

—Ese es un nombre estupido ya que es una estructura rectangular y la definición de la palabra "arco" lo describe como una línea curva o algún objeto que tenga esta forma. Los "arcos", como ustedes los llaman, están nombrados de forma incorrecta.

—¿Quieres ir a hablar de ello con el entrenador? —propuso con diversión—. Estoy muy seguro de que podríamos hacer algo para cambiarles el nombre.

Me mordisquee el labio, acurrucándome más contra la esquina mientras sacudía la  cabeza—.  No, gracias, hazlo tú si quieres.

—¿Por qué no?

—Porque no —salté del sofá, poniéndome de pie antes de apresurarme hacia uno de los estantes. Huir no serviría de nada, Jungkook parecía estar empeñado en seguirme pero al menos le compraba tiempo.

Como ya había leído la novela que Jungkook me había quitado con anterioridad, no me costaba dejar esa lectura por algo nuevo. Fue una mierda que tuviese que pasar por tres muebles enteros para poder encontrar algo que no hubiese leído. Prácticamente, había leído la mayor parte de esa selección, pronto tendría que pasar a otra cosa mientras esperaba que salieran nuevas novelas.

Había sacado varios libros y me había sentado en el suelo para examinarlos cuando Jungkook apareció. El chico me miró con curiosidad, tomando asiento frente a mi y cruzando sus piernas al estilo buda. Dejó la novela de piratas cerca de las otras pero la aparte, ya que no entraría en mi selección de lectura.

Socialmente Torpe [KookJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora