026

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Por si no se dieron cuenta o les llegó la actualización :c publique mal un capítulo, y me di cuenta que no publique otro importante, ya lo subí, por si quieren pasar a leerlo, es el 023.

Y ahora si, publico el correcto.

SEOKJIN

—¿Por qué estoy haciendo esto? —dejándome caer en uno de los sofás, cruce mis brazos sobre mi pecho y le envié una mala mirada a Jeongin.

La aparición de sus hoyuelos solo logró que quisiera golpearlo con más fuerza—. Porque eres mi primito querido y me amas lo suficiente para hacer cosas por mi.

Bufé, esa seguro que no era una de las causas. La única razón por la que había salido con él era porque Jungkook había insistido en ello. Según lo que me había dicho, quería darme una sorpresa y la arruinaría si estaba girando a su alrededor todo el día. Así que al no tener otra cosa que hacer, me había enviado con Jeongin a tomar un maldito helado en un lugar repleto de personas que solo me causaba escalofríos.

Jeongin se deslizó frente a mí y soltó un suspiro—. ¿Qué quieres hacer ahora?

—Irme a casa.

—Eso no va a poder ser, Jungkook me pidió que te mantuviese entretenido por algunas horas más —se encogió de hombros—. Además, hace mucho tiempo que no salimos juntos.

Si, había una razón por la que no salíamos juntos y era que no soportaba a Jeongin y su hiperactiva personalidad mucho tiempo. Pero mamá había dicho que decirle al chico de frente que era insoportable era de mala educación, así que solo evitaba salir con él para no verme obligado a recordarle ese detalle.

—¿Quieres un helado? —preguntó por centésima vez.

—No.

Gimió bajito—. ¿Por qué?

—¿Sabes la cantidad de grasas saturadas que tienen esas cosas? Joder, comer uno de esos es como tragarse una bomba de tiempo, no quiero morir de un paro cardiaco siendo tan joven por culpa de un helado.

—Estoy seguro de que eso solo sucedería si comes muchos de ellos. —replicó.

—Si, bueno, disculpame por ser precavido pero no quiero que mi colesterol se dispare —me defendí—. Y eso que ni siquiera comencé a hablar de su alto contenido de azúcar.

Levantó las manos, enseñándome las palmas mientras se ponía de pie—. Bien, yo si quiero uno —soltó—. Vuelvo enseguida, trata de no espantar a nadie en lo que no estoy.

—No te prometo nada.

Lo observé alejarse hacia la tienda de helados mientras me acomodaba en el sofá, jugueteando con las bolsas de azúcar que estaban dentro del pequeño recipiente en el centro de la mesa. Levanté la mirada, confundido, cuando tres figuras se empujaron en el sofá frente a mi, dos de ellas empujando a la tercera hasta que estuvo encerrada entre sus cuerpos.

Elevé una ceja, observando a mis tres no-invitados. Dos chicas, obviamente gemelas, sus rasgos eran muy parecidos y aunque no podía distinguir el color de su cabello, podía  decir que era claro y del mismo tono. No me fue difícil reconocerlas, era demasiado bueno en eso de recordar personas y las había visto antes, cuando tenían unos diez años pero no habían cambiado mucho.

—Kim Heeyeon y Kim Yongsun —murmuré antes de observar a su pobre víctima, quien tenía una expresión de querer besar sapos a seguir a esas dos. Reconocerlo a él fue muchísimo más fácil, había visto rasgos similares últimamente—. Eres el primo de Jungkook, ¿verdad?

Asintió—. ¿Tu eres su novio?

—Eso dice él —murmuré antes de mirar entre ellos con curiosidad—. Voy a arrepentirme de decir esto pero, ¿qué quieren?

Socialmente Torpe [KookJin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora