¡Gyu, Juguemos A La Casita!

15=Kang Mina.

BeomGyu estaba nervioso. Más que nervioso, estaba ansioso. Faltaban solamente dos días para el día del parto de TaeHyun y tenía un miedo. Bueno, tampoco así, pero, ustedes ya saben. BeomGyu siempre era así de nervioso y atento.

—Amor. —La voz de TaeHyun se hizo presente en el cuarto donde yacía un BeomGyu ido de si mismo—. Amor, Beommie. —Dijo de nuevo TaeHyun, acercándose a su novio y pasando su mano por su cara—. ¿Te sientes bien? Hace días que estás muy denso, me preocupas.

BeomGyu lo miro y se preocupo también por el estado de preocupación (válgame la redundancia) de su novio en estos momentos. Tomo ambas manos del menor y lo acercó a él para que se siente en la cama y acaricie estas mismas y ambos sonrían al verse a los ojos.

Aunque ya tenían nueve meses juntos como una pareja oficial, no quita el hecho de que aún se sigan sonrojando por cosas tan simples y tan normales entre parejas.

Ellos aún eran nuevos en actos amorosos y BeomGyu tenía cierta timidez con el menor a pesar de ser siempre él en dar el primer paso.

—Estoy nervioso. —Confesó luego de un rato de estarse viendo—.

—¿Por lo de la cesaría programada? —BeomGyu asintió—. Amor, ya hemos hablado de esto, por favor, no te preocupes, ¿sí?

—Para tí parece fácil decirlo, pero, para mí no es fácil afrontarlo. —Dijo BeomGyu con cierto apagón de voz—. Mira, se que me has dicho muchas veces que me este tranquilo, pero no puedo, TaeHyun. No puedo, estoy nervioso, ansioso, preocupado, pero sobretodo, me siento alegre porque por fin voy a tener en brazos a mi bebé. —Dijo riendo levemente—.

—Mina también quiere conocerte. —Dijo TaeHyun, sobando su panza—. Dice que serás un buen padre.

—¿Eso dice? —TaeHyun asintió—. Por algo tomas clases de paternidad con mi papá y mi mamá. —Dijo TaeHyun riendo—.

—Oye, mi reputación sigue intacta. —Dijo BeomGyu—. Además, ya te dije porque lo hago.

—Lo sé, cielo. —TaeHyun acarició sus mejillas—. Pero ten por seguro que con o sin clases de paternidad, vas a ser el mejor papá del mundo y Mina estará agradecida por eso al igual que yo.

BeomGyu sonrió el grande y se acercó a los labios de TaeHyun para besarlo, besarlo, besarlo y besarlo hasta que ambos cayeron acostados sobre la cama donde BeomGyu continuo besando a TaeHyun por horas hasta que les agarro el sueño y se quedaron dormidos mientras BeomGyu abrazaba la panza de TaeHyun y sonreía.

Sí, era una linda manera de dormir.

—Entonces, sino me equivoco, la raíz cuadrada de nueve es, ¿ochenta y uno? —Dijo BeomGyu—.

—Hasta que le atinas, menso. —Dijo Taemin, palmeando la espalda de BeomGyu—.

—Lo siento, sabes que no te ido a la escuela desde que TaeHyun cumplió los cuatro meses de embarazo. —Dijo mirándolo—. Al menos pasé.

—Sin saber nada. —Dijo Taemin riendo—.