Capítulo 6.

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¿No había nada más incómodo que hacer el ridículo con una caída en público?, Claro que lo había, y Jennie lo sabía. Taehyung iba con ella rumbo al colegio. Se le hizo raro que de la noche a la mañana el mayor la dejara en su escuela.

Sin rodeos. Le daba un poquito de pena que a sus diecinueve años, todavía la acompañaran a la universidad. No se imaginaba las caras de los demás. Pero la vida es un riesgo, sin miedo al éxito, y al que diga algo... Pues órale, a chingar a su madre.

Jennie, tensa y algo avergonzada, caminaba a lado de su hermano mayor. Estaban a una cuadra de llegar a la escuela.

Ya a unos metros de la entrada, les fue imposible avanzar, debido al tráfico que se generaba por el jardín de niños que se encontraba frente.

- Servido, señorita- dijo Taehyung con una sonrisa, entregando una lonchera a su hermana- ten, te hice una torta de huevo.

- ¿De verdad estás bien?, Vaya que te urgía trabajar.

- Cállate que estoy de buenas. Bueno... Nos vemos en la tarde, no se te olvide comprar los pasteles de arroz.

Jennie movía la cabeza en negación, como si estuviera decepcionada. Poco a poco se adentró en la institución, dejando a su mayor en la acera, viendo hasta el fondo.

Ahora Taehyung debía agarrar camino a su trabajo. De no ser porque una voz yo no tan desconocida, le llamó.

- ¿Taehyung?, ¿Cierto?

- ¡Doctor Park!, ¿Qué le trae por aquí?

- ¡Oh!... Mi hija viene a este jardín de niños.

- ¿Usted tiene una hija?- preguntó sorprendido, llevando sus manos a su boca- se ve joven.

- si treinta años te parece poco, pues...

- ¡Eso es increíble!, ¡Usted se ve más chico!

- Lo que hace la paternidad- respondió pasando sus manos, dando toques en su rostro de forma vanidosa- ¿Qué harás ahora?

- Voy rumbo a mi trabajo- respondió.

- Yo, nada. ¿Quieres que te lleve

- Gracias, pero no. Debo irme .

- Hay tráfico por una manifestación. De verdad que te llevo. No tienes por qué desconfiar. Dime donde trabajas y te llevo.

*****

¡Detestaba el tráfico!, Vaya que aveces la sociedad le generaba una gran decepción y muchas ganas de acabar con ella. Namjoon estaba estresado, de mal humor. Lunes y con una manifestación, su día y su semana empezaron con el pié izquierdo.

¿Qué clase de personas se ponen a manifestarse sólo porque una estrella de la música se iba a casar con su compañero de grupo?. La gente tenía muy poco sentido de la razón, pero bastante interés por meterse en vidas que no son las suyas.

Pero por un lado, parecía que sería un día diferente, y alegre en parte; hoy Taehyung regresaba a su trabajo, su asistente estrella de vuelta. Se sentía emocionado, era raro. Se sentía como un niño que llevaba dinero a la escuela para gastarlo en lo que quisiera. Esa emoción, esas ansias positivas le estaban invadiendo.

Después de haber ingresado al estacionamiento, tomar el elevador y llegar a su oficina. Namjoon se percató de la hora, era bastante temprano.

Una idea se le vino a la cabeza. Iba a bajar a la entrada principal a recibir a su asiente. Total, sólo era una simple bienvenida.

Bajó de nuevo por el ascensor, hasta llegar a plata baja y caminar a dónde todos entraban. Muchos le saludaban con reverencias que el ignoraba. Cuando estuvo cerca de la entrada, vió a su asistente bajar de un auto color rojo, un auto que se le hacía familiar, y que recordó cuando vió a aquel rubio bajar de éste para acompañar al castaño a la entrada.

Piel Canela. |NamTae|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora