No iba a dejarlo ir. Sabía que había hecho mal con sus acciones, se arrepentía, se sentía una basura y ahora un egoísta. Sin embargo, no se daría por vencido.
Namjoon estaba afuera del edificio donde Taehyung vivía. Fue y tocó al departamento del castaño, pero parecía ser que no había nadie, así que esperaría hasta que llegara.
Para su fortuna, la espera no fue mucha. Taehyung caminaba con la vista en el pavimento de las calles y banquetas, en sus manos cargaba una bolsa de supermercado; pero desprendía un aura de tristeza.
Namjoon salió del auto para ir tras Taehyung; éste último al ver que alguien le seguía y voltear discretamente para darse cuenta que el CEO lo seguía, decidió ir más rápido. Con lo que el castaño no contó, es que el mayor correría hasta tomarlo de la mano.
- Taehyung, necesitamos hablar- pero el mencionado se negaba a ver a la cara a Namjoon y trataba de forcejear para irse de ahí- no me iré ni lo voy a soltar.
- Sólo pierde su tiempo- dijo aún evitando el rostro de Namjoon- ¿No comprende que me ha lastimado?, ¿Qué quiere?, ¿Acaso es tan egoísta que va a pedir que no aceptará mi renuncia?
- Quiero hablar de nosotros, por favor.
- Yo no quiero hablar de eso. Déjeme ir- Taehyung comenzaba a estresarse y pegaba en el pecho del mayor para que le soltara.
- Quiero que me mire a los ojos y me lo diga- era de esperar que Taehyung no haría eso, así que Namjoon tomó fuerzas y cargó al castaño, dirigiéndose a su auto.
- ¡Suéltame!, ¡Bájame!, ¡Voy a llorar y voy a gritar!- a pesar de sus berrinches y patadas al aire, fue inútil.
El peli gris abrió la puerta trasera de su auto e introdujo a Taehyung y después él. Estando adentro puso el seguro para niños para evitar que el menor saliera.
- Taehyung...- el mayor tomó aire y las manos contrarias- sé que hice mal. Lo he lastimado y he sido un cobarde, porque no he aceptado mis sentimientos.
El menor parecía no poner atención, así que Namjoon no tuvo de otra, más que tomar al castaño de nuevo y sentarlo en su regazo.
- ¡¿Pero qué hace?!
- Lo voy a sujetar muy fuerte y no se va a mover de aquí, hasta que hablemos...
El menor suspiró rendido. Así que forzosamente puso atención, generando incomodidad y algo de tensión.
- Perdón, Taehyung. He hecho las cosas mal, he sido inmaduro, inseguro, egoísta, pero es verdad lo que siento por usted- Namjoon soltó a Taehyung, ya no sintiendo la necesidad de forzarlo a escucharlo- no sé cómo pasó, sólo me di cuenta de que su ausencia provoca en mí las ganas de nada, mi día se vuelve aburrido, monótono, sin sentido....
- Namjoon...
- Déjame terminar- calló al menor- te necesito, y no como asistente. Te necesito en mi vida. He pasado por cosas que me hacen esconder mi verdadero yo, pero contigo no puedo esconderlo. No quiero que me lastimen, por eso actué así.
- Yo nunca tuve la intención de lastimar. Siempre mantuvo intrigado el porque eras tan hermético, tan frío... Hasta que hace una semana lo comprendí... Pero tampoco voy a dejar que me rebajen.
- Esa no fue mi intención, quería protegerme.
- Yo no soy un monstruo. Y yo también debo protegerme...
Namjoon puso su dedo índice en los labios de Taehyung. Lo vió por un momento, explorando la mirada, sus ojos del menor.
Dos globos oculares donde el dolor se reflejaba y se transmitía. Con los pulgares de ambas manos borró los rastros de aquellos caminos de lágrimas formados. Ahora esas lágrimas salían de él, la culpa le invadió.
Pero ya no se iba a resistir. Ya no lo iba a negar, ni a esconder. Lo vió a los ojos por un momento para acercar de poco en poco sus rostros, hasta acabar la cercanía juntando sus labios en un beso.
Un beso lento, lleno de bastantes sentimientos. Un destello en los corazones de ambos, cuyo efecto fueron las lágrimas que cada uno soltara, ríos de lágrimas que los liberaba de todo ese dolor.
Pronto, el mismo líquido salado se hizo presente en ambos labios, que al seguir en el beso, formaban uno salado. No tenían la intención de separarse.
Taehyung al estar en el regazo de Namjoon, enredó sus brazos en el cuello del mayor, y sus piernas en la cintura de éste.
La pasión que se entregaba en esa unión, todo ese gusto acumulado, esa necesidad del uno por el otro se encontraba ahí, en ese beso que pronto los hizo separar por falta de aire.
- No te vayas de mi lado, Taehyung. De verdad te necesito conmigo, dame esa oportunidad de que conozcas al verdadero yo- decía Namjoon cuya cabeza se encontraba recargada en la del menor.
- No me voy a ir. Aunque quisiera, lo que siento por tí me lo impide- Taehyung estaba exhausto y suspiraba por causa del llanto, recargado en el pecho del mayor.
Namjoon lo tomó por los hombros para separarse un poco y poder mirarse.
Se miraban. Cada uno tenía una sonrisa en los labios, los ojos de cada uno brillaba y sus semblantes habían recuperado color, vida.
Entonces el mayor tomó la mano de Taehyung para besarla, besar cada uno de los nudillos de sus delicadas manos; para después unirlas, encajando perfectamente.
- No te vas a arrepentir de quedarte a mi lado- decía Namjoon sonriente, con esos hoyuelos que sacaron un sonrojo en el castaño.
- Sé que decisión tomé- Taehyung puso su índice en los labios del mayor, para devolverle la sonrisa, y después abrazarlo.
Todo era miel sobre hojuelas para ellos dos. Disfrutaban de la cercanía de cada uno, comodidad, cariño, sonrisas.
Pero afuera de ese auto, había una mirada que no procesaba del todo, el actuar de ellos dos.
Jennie que los veía, aparte confusa, estaba molesta con ese hombre que había lastimado a su hermano. No iba a evitar nada, pero esperaba una buena explicación de ambos.
Pero sobre todo, esperaba que si lo que veía fuera enserio, que el mayor no lastimara a su hermano. Quería ver a Taehyung feliz, era hora de que volviera a sonreír.
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Piel Canela. |NamTae|
ФанфикKim Namjoon, un empresario conocido, perfeccionista, arrogante aveces, exigente y dedicado. Con una vida poco conocida, el trabajo es su prioridad. Kim Taehyung, secretario de Namjoon, con una vida difícil, pero optimista y sobretodo paciente por ag...