Piel Canela. |NamTae|

Capítulo 3.

Ya llevaba una semana sin empleo. Comenzaba a desesperarse. Necesitaba encontrar trabajo lo más pronto posible, porque si no, el seguro de desempleado vencería en 30 días.

Taehyung se encontraba en el pequeño comedor de su sencillo departamento, con el periódico entre manos, revisando la sección de empleos.

Rápidamente cambió de sección, cuando su hermana salió de su habitación.

- ¿Pasa algo Jennie?- preguntó Taehyung nerviosamente, encarando a su hermana.

- Nada. Quería un poco de agua, ¿Tú estás bien?

- Si, sólo buscaba algo que hacer... El periódico tiene buenas notas.

- Oye... No es que no te quiera aquí, ni nada, pero, ¿Cuándo regresas a trabajar?

- ¡Oh!, Si...- Estaba sin palabras. No le gustaba mentirle a su hermana, pero era necesario. No quería que pensara que su desempleo se debía a ella- el señor Kim me dijo que me tomara el tiempo necesario.

- Pero ya llevas una semana. Estoy bien, no debes preocuparte tanto.

- Me preocupo porque eres mi hermana y te quiero. Ahora ve por tu agua- dijo haciendo señas con su mano, indicando que continuara con lo que debía hacer- sé que el señor Kim lo entenderá- murmuró lo último.

*****

- ¿Qué fue lo que pasó ahora?- preguntó Jackson, jefe de recursos humanos y amigo de Namjoon.

- Esta asistente que contrataste, es... ¡Ahg!, ¡No puede hacer nada bien!- respondió Namjoon, casi gritando y perdiendo el control.

- Es sólo cuestión de días, debe acostumbrarse a tu ritmo de trabajo.

- ¡Tú me habías dicho que era egresada militar y que estaba acostumbrada a ese ritmo de trabajo!- Namjoon se acercó intimidante a Jackson amigo- No importa, ya la despedí. Hazle venir en dos días por su pago de días trabajados. Y consigue a otro asistente.

Jackson se fue de la oficina. Namjoon estaba bastante enojado, serio y distraído como para seguir trabajando. Volteó hacia el lado izquierdo de su grande oficina y se encontró con algo terrible.

Yoy, su pececito no flotaba. Se acercó corriendo y más de cerca comprobó que ya el animal no se encontraba en este mundo, había pasado a una mejor vida. ¡Lo olvidó!, ¡Olvidó alimentarlo!, Bueno, nunca lo alimentaba. Taehyung siempre lo hacía.

Rápidamente se acercó al perchero detrás de la puerta, debía ir con las personas del aseo para que sacaran al pez de la oficina y limpiaran la pecera. Tomó su saco y se lo puso viendo al espejo.

- ¡No se mueva señor Kim!- dijo poniendo el saco en el bien formado cuerpo de su jefe.

- Es increíble.

- ¿Perdón?

- Es increíble que este traje es perfecto para mí. A mi medida... Bueno, a mí todo se me ve bien- dijo Namjoon con orgullo y una sonrisa en sus labios- ¿Usted que opina, Taehyung?

- Se ve... Muy bien. Usted es perfecto, señor Kim.

No dudó en soltar una sonrisa tierna y nostálgica. Kim Taehyung, aquel chico que estuvo trabajando con él durante cinco años, el mismo tiempo que tenía bajo el mando de la compañía de celulares más grandes del país.

Taehyung, ese chico aveces distraído, sonriente y bastante positivo como trabajador. Aveces lo llegó a considerar un amigo, alguien íntimo a él.