14. "El Ángel"

2 0 0
                                    

La tienda había cerrado hace una horas, Will me dijo que antes del entrenamiento debía resolver un asunto familiar pero pasaría a buscarme para poder ir a entrenar y aquí estaba sentada junto a Michael que cambiaba de canal buscando algo entretenido para mirar. Harta de que no dejara un canal decidí romper el silencio.

—Dijiste que Josh era novio de Rebecca pero descubrí que no lo es — solté.

—¿Disculpa? — giró la cabeza hacia mi.

—Ayer por la mañana fui al instituto a dejar un pedido y dio la casualidad que era para Rebecca — señalé.

—¿Qué más sabes? — curioseó.

— Bueno, resulta que Rebecca terminó con Josh hace un par de días y ese idiota fue a obligarla para que vuelva con él —concluí.

—Maldición —se tiró del cabello frustrado.

—Espero que con eso te hayas dado cuenta que la mierda que le dijiste no fue para nada amable, ella iba a darte las gracias por defenderla pero tu le dijiste que si a ella le gustaba que la tratarán mal, ¿qué pasa contigo?—le golpee el hombro.

—Fui un idiota, lo admito ¿crees que debería disculparme? —preguntó dudando.

—Claro que lo creo, es lo correcto —apunté.

—Haré eso — se levantó del sofá dirigiéndose a las escaleras.

Afuera escuché las llantas de un coche frenar frente a la casa, tocó la bocina y supe que era Will. Tomé la mochila y antes de cerrar la puerta divise a Blake en la cocina junto a Olivia.

—Volveré temprano —avisé antes de que me lo dijera él. Asintió y cerré la puerta detrás de mi.

— Hola, preciosa —saludó el vampiro cuando estuve frente a él. Envolví su cuello con mis brazos y le di un beso en los labios que correspondió sin dudarlo — ¿Estás lista? —preguntó y asentí.

—Estuve pensando acerca de lo que hablamos anoche —solté ganando la atención del vampiro que estaba concentrado en el camino.

—¿En qué pensabas? —interrogó.

—Que tal vez, nosotros no somos capaces de crear una sustancia que transforme a un lobo o un Origen pero quizá exista algún psicópata que quiera acabar con todos nosotros.

— Crees que hay alguien que está detrás de ese lobo salvaje y que un Origen aparezca en plena luz del día —dedujo.

—Exacto. Imagina esto, tal vez quiere crear un ejército con estas dos especies porque desde que llevo viva no he escuchado que ningún lobo haya atacado a un humano.

—Y la situación con los Orígenes estaba controlada — frunció el ceño.

—Tal vez quiere el poder absoluto porque nada de lo que pasa en este mundo es coincidencia —sentencié.

— Pero, ¿Por qué acabar con nosotros?—preguntó más para él.

— No lo sé pero hay que descubrir que está pasando antes de que esto se haga más grande y no podamos controlarlo.

—Alexander llamó a uno de sus amigos en Suiza, es como el experto en toda la historia sobre nosotros. Se llama Isaac Donovan, él ayudará con la causa de todo este lío.

—Cuando ustedes se reúnan a tratar este asunto, ¿crees que pueda ir? — pregunté.

—Claro, cuanta más ayuda mejor — me sonrió.

— Sabes, presiento que esto es más grande de lo que imaginamos — el coche frenó y bajamos de él comenzando a entrar dentro del bosque.

— Sea lo que sea, voy a protegerte — me tomó de la mano entrelazando nuestros dedos. Le sonreí.

Guerra de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora