Las cosas se habían puesto tensas desde que Raven llegó de Suiza para averiguar lo que sucedía en Coldville, los días pasaban rápido pero no había tenido ningún episodio donde reviviera alguna masacre.
Mis poderes iban en aumento con cada entrenamiento, me había vuelto más fuerte y resistente. En uno de los entrenamientos Raven creyó que sería bueno que luchara contra todos los Guerreros y para sorpresa de todos y mía logre derribarlos con solo pensarlo. No sabía cómo ocultar lo que descubrí gracias a la vampira.
Había aprendido mucho, Blake me enseñó algunas tácticas evasivas y Evan me enseñó cómo expandir el fuego por todo mi cuerpo, todos se mostraron muy amables a la hora de enseñarme cosas que desconocía y estaba agradecida pero mientras más cosas aprendía, el miedo crecía, no quería volverme una criatura aterradora que a la hora de batallar perdiera el control.
Con respecto a control, las cosas entre Will y yo iban bien, no estaba segura si se trataba del vínculo que ahora teníamos o realmente lo sentíamos. El vampiro me gustaba pero también tenía miedo de que fuera producto de ese vínculo que creamos, tenía miedo de que eso tan bonito se acabara con sólo pestañear.
—Puedo pedirle a Natalia que nos ayude — solté de repente. Estábamos reunidos en la sala de la casa Ivanovich, estaban los tres hermanos, Michael, Raven y yo. Deliberábamos cuanto terreno podíamos recorrer con todos los vampiros y lobos que había en la ciudad.
— No creo que integrar a Natalia en este asunto sea buena idea — comentó James.
— Yo tampoco — secundó Evan bajo la atenta mirada de Raven. Desde que había llegado la encontraba siempre observando al vampiro. Hasta incluso la noté siguiéndolo.
—Ella es vampiro, tiene contacto con más vampiros, ella puede averiguar algo sobre haber visto un Origen u otro lobo —señalé.
— Creo que si puede ayudar a conseguir información, no le veo lo malo — agregó Raven.
— Sigo sin estar de acuerdo — levantó las manos Evan.
— Si tú te acostaste con ella y ahora tienes miedo de volverla a ver, no significa que todos debamos censurarla. Natalia es mi amiga — ataque.
— Si tu confías en ella está bien, puedes llamarla y citarla aquí — animó Will y asentí.
—Sólo para aclarar, no le tengo miedo a esa chica — soltó Evan.
— Bien, iré a ver que puedo conseguir en el centro — informó Raven poniéndose de pie, Evan la imitó.
—Puedo ir contigo — le sonrió acariciando el brazo de la vampira —. Podemos pasar tiempo juntos — le guiño un ojo. Raven era muy atractiva, su piel era morena, su cabello era increíble y a pesar del uniforme de batalla se podía notar que debajo de esa tela estaba todo tonificado.
—Evan, conocido como el mujeriego de los Ivanovich —le sonrió la chica tomando su brazo en sus manos. Ahora entendía porque lo observaba tanto, le gustaba el vampiro.
—Has escuchado de mi — no podía creer que Evan se estuviera ligando a la chica frente a nosotros. Pero lo que me sorprendió aún más fue que la chica después de sonreírle a Evan y acercarse a él, doblara su muñeca y tirara el brazo del vampiro para colocarlo detrás de su espalda y estampar su cara contra la mesa que había frente a nosotros. Todos soltamos una exclamación de la sorpresa. Creo que malinterprete la situación, para nada le gustaba el vampiro. Aunque todavía rondaba por mi mente el interés que note de parte de la vampira. Quizá también sólo era imaginación mía.
— Si quieres que te respeten empieza dando el ejemplo — soltó Raven —. Y no vuelvas a tocarme — le soltó el brazo con brusquedad para después salir de la sala.
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Guerra de Sangre
FantasyAres Anderson, una joven híbrida de 19 años ha vivido como una humana común y corriente toda su vida. Su hermano, Blake Anderson se encargó de que no sintiera ni la más mínima curiosidad por saber qué contiene su otro lado sobrenatural. William Ivan...