Capítulo 4: "Payasos armados"

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-¡Quieto todo el mundo!- Dijo una panda de bandidos de poca monta, con máscaras de payaso y trajes malgastados. Aunque estaban armados, y no paraban de pegar tiros al aire para asustarnos.

Ya me lo advirtió Jake, pero ¿como narices se me ocurre ir sola a un banco EN GOTHAM? y encima la única arma que tenía era una navaja...

Si pudiera invocar a ese tal Batman, lo habría hecho en ese momento.

Mientras nos ponían cinta aislante en las muñecas y granadas en las manos, pude ver a una niña asustada, llorando mientras le estaban atando las manos.

Pobrecilla... Saqué fuerzas para armarme de valor y hablar con aquel tipejo.

-¡TEN UN POCO DE CONSIDERACIÓN IMBÉCIL! ¡ES SÓLO UNA NIÑA!- Grité como si no hubiese un mañana y él me miró divertido, menos mal que no tenía las manos atadas, por que le propiné un puñetazo en la nariz y le quité la pistola.

Fue de suerte que los otros dos estaban en la caja fuerte y el anterior ni se había enterado por que se estaba ocupando de saquear todo lo que pueda.

Una vez, mi madre, me enseñó las técnicas básicas de defensa propia. Y se lo agradeceré siempre, por que dejé inconsciente a aquel delincuente y fue lo único decente que me enseñó.

Me acerqué a la niña, la consolé y la escondí debajo del escritorio de una recepción que ya habían saqueado. Iba a hacer todo lo posible por protegerla.

Mientras volvía disimuladamente donde estaba, note que los dos payasos habían vuelto y uno me estaba mirando con curiosidad. Le devolví la mirada y le enseñé mi sonrisa en señal de victoria. El otro al parecer se dio cuenta, y vino a mi como una polilla a la luz.

-Vaya, vaya, vaya... Pero si tenemos aquí a una revoltosa- Exclamó el criminal de poca monta con un esmoquin gris... Que asco de persona.

-Pues mira que tenemos aquí... ¡Un fracasado!- Dije y le sonreí. Mi sonrisa era el único consuelo con el quedarme mientras la navaja permanecía en mi bolsillo.

-Pues este fracasado se va a llevar un buen botín, y tu... NADA- En esos momentos, dirigió su mirada a mis manos- Vaya, pero ¡Si no estas atada!.- Entonces decidí defenderme. Mientras él iba a coger la cinta aislante, le propine una patada en sus partes y le amenacé con la navaja (la pistola se había quedado sin balas.)

-Un paso en falso, y te la clavo en la garganta ¿ENTENDIDO?- Mi mano temblaba del miedo que sentía.

El otro payaso me miraba con curiosidad y con ¿una sonrisa? No se puede decir bien...Se acercó, me vio con el puñal y se rió.

-Preciosa, tu no tienes pinta de haber matado una mosca en tu vida- Una carcajada suya me hizo estremecer de arriba a bajo.- ¿Acaso serias capaz de hacer esto?.

Cogió la pistola, la cargó, apunto a su compañero... Y disparó


Me vuelves loca. (Joker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora