CAPITULO 12// VOTOS

945 70 10
                                    

Narra Carla

-¿Es necesario tener que irme a dormir a un hotel hoy?.- se queja Christopher como un niño chiquito.-

-Supongo que si amor.- respondo mientras acaricio su barba y acomodo un poco su cabello.-

-Me parece ridículo cariño.- sigue protestando.- he dormido a tu lado estos últimos 2 años y se me hará raro despertar y no verte a mi lado.-

-Eres un dramático, señor Evans.- respondo riéndome.- cuando te vas por semanas a grabar tus películas, ¿Cómo haces entonces?.- llevo mis manos a mi cintura.-

-Es diferente, cariño.- se defiende.- es trabajo, ahora quizás no pueda dormir por lo nervioso que estoy y eres tú la que con los piojitos que me haces en la cabeza mientras estamos acostados me hace relajar.-

-No te preocupes mi cielo.- vuelvo a acariciar su cabello. - te haré videollamada en la noche antes de acostarme y dormiremos así.-

-¿Lo promete, señora Evans?.- alza el dedo meñique.-

-Lo prometo.- alzo mi dedo también, cruzamos estos mientras Christopher deja un corto beso en mis labios.- aunque aún no soy señora Evans.-

-En unas horas lo serás.- responde este con una sonrisa en sus labios.-

A la hora de partir al hotel en el que va a pasar la noche junto con Scott y Steve en donde se vestirá y arreglará para la boda, se despide de mi como 5 veces alegando que me va a extrañar mucho y que le va acostar dormir sin mi a su lado.

-Actor tenías que ser.- suelto más para mi misma.-

-!Oí eso!.- grita Christopher mientras camina hacía la entrada de la vivienda.-

La noche transcurre con mucha normalidad, las hermanas de Christopher me acompañan en la sala de estar junto a su mamá, también están mi mamá y mis dos mejores amigas de la universidad, prima Fabiola, quien es mi dama de honor no podrá asistir ya que su vuelo se retrasó y no llegará. En la casa somos demasiadas personas, pero como este es increíblemente enorme nos sentimos como hormigas.

Es una tipo finca con más de 10 habitaciones con baño propio cada una, una sala de estar enorme donde caben alrededor de unas 100 personas, un hermoso patio trasero con piscina lugar donde será nuestra ceremonia y parte de la fiesta, y finalmente una hermosa y gran cocina. Cabe recalcar que este es mi sitio favorito en toda la finca ya que me la paso metida ahí cocinando y comiendo todo lo que se me antoja, y es que estos no me dan tregua. Felizmente mi vientre no se nota mucho de frente, pero de costado si se logra ver un poco hinchado.

Ya es hora de acostarme así que decido llamar a mi novio por videollamada cumpliendo mi promesa. Este contesta al primer timbrado.

-Ya era hora.- habla este apenas conecta la llamada mientras se acomoda en la cama.- siento que me moriré de los nervios.-

-Estoy igual que tú, cariño.- digo mientras coloco bien el celular y Christopher pueda verme bien.- siento que vomitaré en cualquier momento.-

-Eso es por el embarazo cariño.- responde divertido.-

-No creo que sea por ello, cariño.- sonrío.- recuerda que estoy tomando las pastillas para las nauseas.-

-Debí tomar una ahora.- susurra sonriendo.-

Conversamos hasta muy de madrugada tratando de calmar nuestros nervios, los temas son muy banales y simples como la película que vimos la semana pasada o la nueva canción que sacó Adele hace unas semanas.

-¿Preciosa?.- pregunta el ojiazul mientras se acuesta de lado.-

-Dime, cariño.- me tapo bien con la cubrecama hasta mi cuello.- ¿Qué pasó?.-

AMÁNDOTE EN CALIFORNIA | CHRIS EVANS [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora