CAPÍTULO 16// COMÚN Y CORRIENTE

837 61 5
                                    

Narra Chris

Nos levantamos muy temprano ya que nos la pasaremos en el auto manejando todo el día hasta llegar a nuestro primer destino. Mi suegra nos espera abajo con nuestro desayuno listo. Mi suegro se ha ido a trabajar pero dejó dicho que nos cuidáramos mucho y que conduzca con cuidado. Esto último va más para mi, ya que Carla no sabe manejar aunque le he tratado de enseñar muchas veces. La relación con mi suegro es muy fría, creo que aún no tiene fe al amor que le tengo a su hija. Sé que quizás es porque es su única hija y vivimos muy lejos. En la boda conversamos mucho y creo que ya me quiere un poco más. Hasta me abrazó. Si yo  tuviera una hija, créanme que también la sobreprotegería y sería mucho peor. Y como aún no sabemos que será nuestro bebé, me siento un poco más inquieto.

Las noticias con respecto al embarazo de mi esposa no cesan, solo espero ya sea viernes y poder contarle al mundo la dicha de que seré padre. También me han pedido unas fotos inéditas de mi boda y creo que solo mandaré unas cuantas, no quiero exponer mucho a mi familia, no me lo perdonaría si algo malo les pasara.

Ya desayunando, Carla y mi suegra hablan en español mientras yo trato de seguirles el ritmo pero me es algo confuso ya que apenas lo comprendo.

Acabamos de desayunar y Carla al igual que yo nos despedimos y nos subimos al auto.

-¿Estas bien?.- miro a Carla quien se nota triste.-

-Si.- responde rápido.- son las hormonas, lo siento.-

-No te disculpes, amor. Entiendo que extrañes a tus papás.-

-A veces quiero llevármelos a casa.- paso sus manos por su rostro quitando las lágrimas que caen por este.-

-Sabes que puedo hacerlo, ¿no?.- medio sonríe.-

-Ya quedamos en algo, cariño.- conectamos miradas.- quiero ganarme las cosas por mi misma. Por algo trabajo y soy una profesional.-

-Solo piénsalo, ¿sí?.- acaricio su muslo.- Lo tomarías como regalo de bodas.-

Mi idea siempre fue comprar una casa para mis suegros en mi país y ponerla a nombre de mi esposa. Ella por obvias razones no me lo permite, decía o mejor dicho, dice que es mucho y prefiere evitarse los malos comentarios.

-No sería una casa tan grande.- replico.- sería una más pequeña de la que tenemos nosotros allá. Una en donde quepan ellos y tus abuelos.-

-Esta bien, amor.- su respuesta me hace frenar en seco y volteo a verla.- ¿Qué pasó?-

-¿Estás segura?.-sonrío.- pensé que seguiría rogándote.- mi esposa empieza a reí a carcajadas.-

-Sonso.- me palmea el brazo.- siempre me dices que no es problema para ti y que puedes costearte esos detalles sin problemas. Que tienes mucho dinero y...-

-Tenemos.- no la dejo continuar.- eres mi esposa ahora y todo lo mío es tuyo.-

-Ni me lo digas.- sonríe.- que se me hace extraño eso.- me mira.- es tu dinero, tú lo ganaste con tu esfuerzo.-

Me acerco a ella y acaricio su rostro.- Ahora todo lo mío es tuyo. Si necesitas dinero o quieres algo, sólo pídemelo y te lo pongo a tus pies.- beso su frente.- sabes que no me quejaría.-

-Lo tendré en cuenta, cariño.- besa mis labios.- creo que deberías ponerte en marcha, seguimos en mitad de la carretera.-

-Lo sé.- vuelvo a poner en marcha la camioneta.- apenas lleguemos a nuestro primer destino llamaré a mi agente de bienes raíces. También podría comprar una casa acá para venir de vacaciones cuantas veces quisiéramos.- volteo a ver su reacción.-

AMÁNDOTE EN CALIFORNIA | CHRIS EVANS [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora